Capitulo 2☞ -Maraton 1-3-

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____ acababa de llegar de su clase de yoga, una clase que le parecía realmente aburrida. Todo lo que hacía era gracias a su suegra Elizabeth Cleaver. Bajó de su coche agarrando su bolso, debía ir por las compras que había realizado antes de su clase. Suspiró. ¡Malditas compras, malditas clases! Todo para hacer feliz a su suegra. Pero después de todo, aquella mujer le había salvado la vida años atrás al no abandonarla, así que lo que hacía por aquella mujer era nada comparado a lo que Elizabeth había hecho por ella.

Se le resbalaron las llaves y se agacho para recogerla, al levantarse sintió que alguien la estiraba hacia atrás apegándose a su cuerpo y a la vez poniéndole un pañuelo en la nariz. Parecía alcohol, tenía un olor muy fuerte. Trato de gritar, pero no pudo, las piernas le fallaban al igual que muchas partes de su cuerpo, se retorció como pudo entre aquellos brazos y sintió terror. Sintió miedo antes de caer a aquel mundo oscuro que la abrazaba cada vez más y la dejaba sin fuerzas.

Justin siguió apretando el pañuelo con fuerza a la vez que la sostenía. Sintió como dejaba de ejercer fuerza en él. Sonrió. Y la alzo en brazos para llevarla a su camioneta que estaba a tan solo unos metros. Qué suerte que vivían en aquel barrio tan tranquilo, pensó Justin irónico. Le habían facilitado sus planes. Se había pasado toda una semana acechándola y se había percatado de que no había cámaras cerca y siempre iba sola a todos lados. A excepción de las visitas al hospital. A ellas siempre iba acompañaba de su suegra.

La metió en la parte trasera de su auto, vio que tenía con ella su bolso. Frunció el ceño. No podía llevarlo, podría tener un celular en él y podría arruinar sus planes. Se lo arrebató y lo tiró cerca de un basurero que había cerca. Sonrió pensando que todo estaba saliendo como lo había planeado, el somnífero, el secuestro. Solo faltaba la parte esencial, lo mismo que le habían hecho a Katherine, pero mucho peor.

Condujo hasta su casa de campo que sería donde se quedarían. Aquella casita la había comprado para compartirla con Katherine, pero nunca pudo hacerlo. Al fin había podido llegar a tener el dinero suficiente como para comprarse una casa decente. Bueno, más que decente ya que contaba con una gran sistema de seguridad.

Katherine le había sugerido comprarla años atrás, en broma. Ya que en ese entonces él no podía permitirse el lujo de pagar algo así. Hasta ahora. Y nunca había podido darle la noticia. Al principio, porque esperaba que la casa estuviese bien condicionada y ahora no podía decirle ya que estaba muerta. Apretó el volante con fuerza. Su odio era inmenso. Nunca le perdonaría a ese bastardo de Raúl ni a su mujer lo que le habían hecho a su Katherine. Nunca.


***

____ despertó desorientada. Estaba un poco mareada y no entendía el porqué. Miro a su alrededor, no reconocía el lugar. ¿Dónde estaría? Trato de incorporarse, pero no podía. Parecía no poder con el peso de su cuerpo. Todo le daba vueltas y tenía miedo. No sabía quién le había llevado hasta aquel lugar, pero tampoco sabía el porqué. Aunque no podía centrar bien la vista, nada de lo que podía ver le parecía familiar. Estaba sola en una habitación, sobre una cama, a oscuras. Solo había una mesa y una silla. No había televisor, radio, nada. Se estremeció y trato de hacer el esfuerzo de levantarse.

-Hola.. –le dijo una voz que le pareció familiar, pero no lo reconoció. Se sobresalto y gritó. Aquel hombre rio encantado.

-¿Qu..uien eres? –apenas pudo decir.

-Tu peor pesadilla –dijo él cerca de ella. Muy cerca de ella. Se estremeció y trato de fijar la vista, pero no podía verlo. Todo le daba vueltas, cada vez estaba más mareada y tenía mucha sed.

-Quiero agua –susurro ella desorientada. No sabía porque lo dijo, debería de golpearlo y tratar de correr, no pedirle agua. Pero su cerebro no le funcionaba al igual que el resto de su cuerpo. El rio.

-Ni lo sueñes –dijo seco.- Aquí no obtendrás lo que quieres, al contrario.- Algo en su voz la hizo temblar.

-¿Qué.. qué..?

-¿Quieres saber que te haré o porque estás aquí? –ella no dijo nada, solo empezó a llorar y eso lo enfureció más aun- Estas aquí por lo que le hiciste a Katherine y te haré lo mismo que le hicieron a ella.

-¿Quién es ella? –pudo decir.

Él la agarro del cuello, mientras que ___ apenas pudo retorcerse sobre aquella cama, tratando sin éxito de librarse de aquel extraño. Quería que todo aquello fuese un sueño, eso no podría estarle pasando a ella.

-¿Cómo que quien es? ¡Eres una maldita perra! –siguió ejerciendo fuerza hasta que vio que se estaba poniendo roja y no podía respirar. La soltó.


Simplemente porque no podía dejar que las cosas fuesen hacia otro rumbo. Debía seguir su plan, él lo único que quería era Justicia. Debía recordarse centrarse en eso, si las cosas salían como él esperaba, él no tendría que ensuciarse las manos con sangre. Lo que menos deseaba es ser un asesino.

____ no paraba de toser, le había dejado completamente sin aliento. La garganta le ardía y los pulmones parecían cerrársele de momentos. ¡Maldición! Era parecido a un ataque de asma, solo que esto no era aquello. Aquel hombre intentaba matarla, mejor dicho, aquel hombre la mataría. Necesitaba huir de cualquier forma de aquel lugar, pero ¿Cómo?

Trato en vano de zafarse de su agarra y el rió sínicamente poniéndola más nerviosa de lo que ya se encontraba.

-Es mejor que te calmes y aceptes esto, de lo contrario todo será aun peor. –Ella trago seco. Realmente estaba sedienta, con hambre y un poco de frio. ¿Qué le había dado para estar de esa manera? Ni siquiera podía fijar la vista en algún punto. Toda la habitación solo daba vueltas y vueltas sin cesar.

-¿Por qué me haces esto? –pregunto ella con la voz entrecortada y algo ronca.

-Ya te lo dije maldita sea, no me hagas volver a repetirlo –dijo furioso.

-Yo no conozco a tu amiga, llámale y pregúntale. Por favor, te estás equivocando.

Sintió unas inmensas ganas de golpearla. ¿Llamarla? Como si pudiese hacerlo. Ya no podía seguir hablando con esa mujer. Necesitaba pasar a la acción. Definitivamente eso debía hacer.

-Me molesta que te hagas de la desentendida –dijo con rabia- ahora necesito desahogarme con algo –la miro de arriba abajo- o con alguien.

El se acerco más a ella tocándole todo el cuerpo de una manera brusca. No estaba para romanticismos y cosas cursis. El nunca había lastimado antes a una dama, pero aquella que se encontraba bajo su cuerpo en esos momentos, no podría ser considerada de tal manera.

-¡Suéltame! –gritaba ella mientras trataba de librarse de unas manos insistentes –Por favor, no lo hagas.

El extraño solo reía irónico.

___ sintió las manos y los labios de aquel hombre por todos lados. No entendía que sucedía, parecía una pesadilla todo lo que estaba viviendo. Por más que gritaba, pataleaba y trataba de alejarse, no podía. El era más fuerte que ella. Y ella estaba débil, muy débil.

-Yo… yo tengo dinero, te lo daré si lo quieres. No me toques –seguía llorando.

-No quiero tu maldito dinero –respondió con asco.

-¿Entonces qué quieres? –pregunto ella ya desesperada, necesitando que parase de tocarla y tratarla de aquella manera.

-Justicia y nada de lo que digas hará que me detenga. Así que es mejor que te comportes, no querrás que sea duro contigo a la hora de penetrarte. –le susurro en el oído. ____ tembló de miedo, sus lágrimas no paraban de caer.

-Ni siquiera si te digo que soy virgen y que te estás equivocando de persona.- el rió como si le hubiese dicho que la tierra era cuadrada.

-Seria un tonto si me creyera lo primero. Y lo segundo, bueno, no estoy equivocado. Yo nunca me equivoco.

Nunca digas nunca querría decirle ella, pero los pensamientos desaparecieron de su mente al momento que la ropa comenzó a desparecer de su cuerpo. Trataba de evitarlo, lo intentaba. Pero su cuerpo le fallaba, sus manos estaban débiles. El extraño precia estar por todos lados a la vez, no podía pararlo. Sentía desesperación, asco y muchos otros sentimientos inexplicables. Con cada ropa que desaparecía se iba algo con ella. Una parte de sí misma, su ‘yo’ interior. Ya no volvería a ser la misma, no podría volver a serlo.

The Dimness |Justin Bieber-TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora