The Dimness |Justin Bieber-TERMINADA|

Capitulo 23☞

Ella reaccionaba como si fuera un niño a punto de serle aplicada una "dolorosa" inyección, como si aun fuera virgen, pensó luego. Paro de reír y trago gordo. Él le había robado su virginidad hacía unas semanas atrás, violándola día y noche. Haciéndola sufrir. Era normal después de todo que reaccionara de esa manera, quizás ella no estaba realmente segura.

Atormentado levantó la mirada encontrándose con esos hermosos ojos que lo estaban mirando confundidos. Justin no quería parar, pero... ¿Que debía hacer? Solo necesitaba una señal divina. Solo una.

-¿Porque te estás riendo? -preguntó ella avergonzada. -¿Te estás burlando de mi? ¿Es eso? -vio pequeñas lágrimas en sus ojos. ¡No! No quería verla llorar.

-¡No! -gritó sobresaltándola- perdón, es solo que.. -suspiró- ¿Por qué has reaccionado de esa manera? -preguntó.- ¿No estás realmente segura verdad? -ella negó desesperada.

-Si lo estoy, es solo que tengo miedo de que me duela -admitió sonrojada.

-No te dolerá, lo prometo. No te volveré a lastimar -ella asintió. - Y es necesario para eso, que esto.. -agarró una de sus piernas y las situó rodeando su cadera. Ella tembló al sentir su miembro tan cerca. -se quede ahí.

***

Su mirada había cambiado pensó ella. La estaba mirando impaciente. Nunca antes habría podido explicar el concepto exacto de "mirada lujuriosa" pero ahí estaba en la de él, sus ojos eran de un color más oscuro y la estaban mirando hambrientos de deseo. Sin poder contenerse colocó su otra pierna alrededor de su cadera. ¡Quería que la penetrara ya!

-Ahora nos estamos entendiendo -dijo con la voz ronca. Le lamió el labio inferior y ____ se sintió morir. -abre los ojos.

Ella lo hizo y de un movimiento Justin ya la había penetrado. ____ gritó por la impresión y el placer que comenzó a sentir. ¿Quién diría que podría sentirse así?

Se apretó a Justin sintiendo bajo sus manos su tensa espalda. Sentía la calidez de su cuerpo pegado a ella, su aliento, los latidos de su corazón, a él dentro de ella. Sintió como cada poro de su piel ardía, necesitando algo. Queriendo más. Se retorció haciéndolo gemir y él comenzó a moverse dentro de ella.

Lo que sentía era adictivo, pensó ella. Quería más, más y más de aquel hombre. ¿Quién podría decir que ____ Cleaver estaría haciendo tal cosa con su secuestrador?

Mientras él seguía moviéndose sobre y dentro de ella, ___ iba reprimiendo sus gemidos. No quería parecer una loca desquiciada. La verdad, más bien, era que sentía unas inmensas ganas de gritar, por esa razón se sostenía de él como si fuera su salvavidas. Ni siquiera sabía si lo estaba lastimando de esa manera, pero no le quedaba otra. En cambio Justin, él no parecía querer guardarse nada, pensó ella. Gruñía a la par que se entretenía con sus pechos. Que sensación tan placentera y embriagadora le resultaba, y sin poder evitarlo un gemido de agonía escapó de sus labios. Se tapó la boca como si hubiese dicho algo que no debía y Justin paró de moverse para mirarla con unos ojos oscuros como la noche, pero parecía tener un brillo de triunfo grabado en ellos.

-¿Porque te avergüenzas? -preguntó el apartándole la mano. -No te contengas, quiero que me demuestres con tu cuerpo lo que estas sintiendo. Y eso incluye los sonidos que hagas.

____ jadeó cuando Justin se llevó su mano a los labios besándole la palma. Trago. ¿Qué demonios le había hecho aquel hombre? Estaba loca por él. Por sus caricias.

-¿Lo entiendes? -preguntó. ___ asintió dejándose llevar esta vez por sus embistes.

***

Justin estaba tan perdido en su cuerpo, en su aroma, en el placer que estaban compartiendo. Su vista se había nublado completamente disfrutando solo de los sonidos que emitía y el de estar tan dentro de ella. ¡Mierda! Se sentía tan bien. La satisfacción era mayor, pensó. No se comparaba nada en las otras veces. Ahora podía sentir como el centro de su cuerpo palpitaba alrededor de su miembro volviéndolo loco de deseo. Gruño al sentir que ___ estaba a punto de llegar. Aquella era una dulce agonía, pensó al momento que ella se contraía alrededor suyo.

Justin simplemente la siguió gritando y apretando las sábanas entre sus dedos. Enterró su cara en el hueco de su cuello, soltaba pequeños gruñidos y gemidos mientras los espasmos seguían sacudiendo su cuerpo. Había tenido un orgasmo que le había arrebatado la respiración, el alma y la cordura misma. Sonrió de repente, había sido tan idiota al pensar que tomarla sin su consentimiento era lo mejor del mundo. Tenerla como una esclava sexual a todas horas cuando quisiera, no se comparaba en nada a tenerla porque ella deseaba hacerlo. Ahora le daba arcadas al pensar en el dolor de ____, aquel dolor que tanto antes le había gustado. Cuán equivocado había estado.

_____ era tan dulce, tierna, inocente, apasionada y cálida, todo al mismo tiempo pensó al momento que sentía como sus dedos pasaban acariciándole la espalda. Se estremecía por su tacto, no quería separarse aun, así que se apretó mas a ella respirando el olor de ambos en el ambiente. La simple verdad era que no deseaba que eso acabara, esa felicidad que estaba sintiendo, por eso se permitió disfrutar de unos minutos en sus brazos. Desnudos. Luego de haber hecho el amor con la mujer que amaba y en ese momento supo que no podría amar a nadie más que no fuese ella.