Cuando las hojas vuelan

Especial de Navidad Pt4 "El desenlace de todas las historias"

La navidad se había hecho paso a través de las desgracias ocurridas a nuestros protagonistas, pues todos menos Angelie habían sido capturados por "El Verdugo".

Ahora se encontraba sola vagando por los callejones de un barrio que había sido desalojado para la construcción de un nuevo conjunto residencial cuyo beneficiario principal era Dan, ahora solo le quedaba su valentía y sus habilidades para poder descubrir los misterios que la noche les traería. La misma noche en la que se suponía se debía ser feliz o por lo menos intentarlo.

Sus pasos quedaban marcados en el suelo lleno de arena del lugar que era iluminado por una luna tan llena que de no ser blanca podría pasar por un sol. Su respiración no era agitada, pero ella tampoco estaba calmada, al contrario, debía estar lo más alerta posible pues para ella es matar o morir en ese momento.

Sin embargo, los pensamientos sobre los sueños que tuvo invadían su cabeza, el misterio que rodaba en Dan y su forma de hacerse millonario o algo tan simple como la forma de hablar con ella empezaba a hacer estragos en su cabeza mientras al mismo tiempo debía estar atenta a cada sonido.

Escucha el sonido de una lata tropezar con algo y ella voltea en esa dirección, una sombra se mueve de techo en techo pero es muy rápida para ser botada, mira hacia los lados para asegurarse de que nadie la haya seguido. Lo único que logra ver es la luna y el despejado cielo que la rodea.

Apoya sus pies en el suelo, y sus piernas las flexiona un poco, la sombra empieza a moverse justo por encima de ella, ya era muy tarde para ocultar su presencia, ella no huiría ya no tenía nada más que perder.

La sombra da un último salto desde un techo para caer en un balcón, Angelie voltea de nuevo y vuelve a su posición inicial, pero la sombra es muy rápida y entre los callejones se escabulle haciendo que la pierda de vista, varios objetos caen dando un indicio de que la sombra ha pasado por allí llamando la atención de la chica.

Entrecerró sus ojos decidida, aprieta sus puños mientras estos tiemblan por la presión—¡Sal y pelea! ¿O me vas a meter en un saco desde lejos?

Sin embargo no hay respuesta alguna... Pero ella no cede y sus sentidos se mantienen alerta. Una última vez suena un eco metálico a sus espaldas, se dirige corriendo al lugar sin pensarlo 2 veces se adentra más en el lugar pero no hay nadie, un maullido la saca de su asombro.

Un gato negro era la sombra que había visto, su respiración se relaja en un suspiro pero ese fue su mayor error, escucha el viento siendo cortado y trata de voltearse pero siente un piquete en su oído y desde la salida del callejón ve la sombra de un hombre.

—Se terminó el pequeño juego del gato y el ratón—dice la sombra revelándose victoriosa—por fin están todos...

18 horas más tarde.

El sonido de la estática despierta a Angelie, su piel se resiente ante la baja temperatura del lugar, su mandíbula empieza a temblar y sus músculos a contraerse a causa de estar amarrada en una silla por tanto tiempo.

—¿Dormiste bien?—pregunta una voz profunda pero calmada desde la oscuridad.

—Si, claro, esta silla fría y dura es súper buena para la espalda—contesta la chica mientras forcejea sus ataduras para comprobar su punto.

El chapoteo del agua revela que la sombra ahora está caminando y una pared repleta de pantallas se hace visible—¿Qué es esto?—menciona Angelie.

—Todos estos son cuentos, historias inconclusas, algunos son sueños—el hombre hace una pausa para ubicarse mirando todas las pantallas—Si miras de cerca encontrarás sus deseos más profundos.