Luego de la muerte de su amada a sangre fría. Al ver que esta no reencarnaba. Meliodas acabo con los 4 reyes del inframundo y el mismísimo Dios, aliados a los 10 mandamientos. Su furia era demasiada... hacia honor a su pecado.
Y las personas en las...
Era todo lo que se podía observar a la redonda del lugar desolado, todo tenía una pinta desértica ... sin vida.
Un caos total donde literalmente, ni un ser vivo, ni un solo rastro humano en todo el territorio.
Claro que ellos no eran humanos, y si algunos de ellos vivían era por que él lo permitía.
Un ser que pondría al ser más fuerte bajo sus pies, ni el mismo Trihexa le serviría de mascota... Solo los guardianes del grupo más fuerte tal vez puedan hacerle frente y con mucha suerte derrotarlo.
Hablo del mismo ex-capitán de los pecados capitales y ex-comandante del grupo más fuerte de demonios antiguos - Los 10 mandamientos---
MELIODAS
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El cual desbordaba una energía increíble, una energía de pura maldad y unos extraños símbolos que levitaban alrededor del cuerpo del joven rubio.
Pero como explique antes, no era la única persona.
Meliodas observaba el caos que había hecho, sentado en una especie de trono hecho de materia oscura, justo detrás de él se encontraban abrazándolo tres hermosas mujeres quienes no parecían quererlo soltar por nada.
Estas mujeres eran Rias Gremory, Serafall Sitri y la líder de los Yokai; Yasaka ... las cuales tenían una bella sonrisa al abrazar al demonio.
En el regazo de Meliodas se encontraba durmiendo la diosa dragona del infinito Ophis quien también tenía una sonrisa por estar recargada en el torso de su amado.
Y curioso era el que toda destrucción que se encontrara frente a sus ojos no les importara en lo más mínimo, con tal de estar cerca de Meliodas parecen felices.
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Todo el tiempo Meliodas sostenía una sonrisa algo oscura en su rostro mientras apreciaba todo lo que había provocado.
