El ruido del agua caer me despierta.
- Joder, ¡apaga la ducha! - grito.
- ¡Vale! - me responde Taylor.
Inmediatamente abro los ojos como platos y me levanto de un salto. Voy hasta el baño de mi habitación y entro sin acordarme de que Taylor podría estar desnudo. Por suerte, tiene una toalla tapándole la parte inferior.
- Haces demasiado ruido. - digo mirando hacia otro lado.
- ¿Querías que fuera oliendo a perros muertos al instituto? - él se quita la toalla y yo me doy la vuelta. Se pone los calzoncillos y paso por mi lado con los brazos levantados - Ya puedes pasar.
- Gracias. ¡Y no hagas ruido! - digo exagerando cada una de las palabras. Pero en cuanto sale se tira en la cama y toda ella se mueve - Veo que me haces mucho caso.
Cierro la puerta del baño y me miro en el espejo. Vale, acabas de pasar una noche con un chico guapo que no conoces de nada, en tu propia casa con tus padres en la habitación de al lado. Y encima te has despertado media hora tarde de lo acordado.
Miro mi teléfono. Aaron me ha enviado un mensaje diciéndome que no irá al instituto, no me extraña, después del colocón que llevaba...
Me doy una ducha rápida y me recojo el pelo en un moño porque no me va a dar tiempo a lavármelo. Después salgo y veo a Taylor vestido.
- Me voy a mi casa. Tengo que coger la mochila y cambiarme de ropa.
- ¿Y no te podías haber duchado allí? - me quejo.
- No. - responde él - Tenía que enfadarte un poco... - él se dirige a la puerta - Por cierto, tu madre vino anoche, sobre las cuatro...
- ¿¡Qué!?
- Ya se te ocurrirá algo para contarle.
- ¿Me vas a dejar sola en ésta?
- ¡Nos vemos en el instituto! - cierra la puerta de mi habitación y escucho como baja las escaleras y sale de mi casa.
- ¡Genial! ¡Genial! - grito.
Me visto y desayuno rápido. Cojo la mochila y justo cuando me voy a ir y todavía no me había encontrado a mi madre... Se despierta.
- ¡Amanda! - grita - ¡Sube ahora mismo!
Subo las escaleras y veo a mi madre con unos calzoncillos en sus manos. Le mato... Cuando le vea voy a matarle...
- ¿Quién era ese chico? - pregunta en un murmullo. Bien, mi padre no se ha enterado.
- Mi nuevo amigo, Taylor Caniff.
- ¿Te has acosado con él?
- ¡No, mamá!
- ¿Y por qué lo has traído a casa a dormir?
- Bueno, él es... Un amigo que necesitaba quedarse a dormir porque...
- Tu padre no acepta a chicos en casa. Ya sabes cómo es.
- Sí, lo sé... - mi padre es como cualquier padre con su hija, no aguanta a sus novios. El caso es que yo nunca he tenido novio y a los únicos chicos que he besado les deja estar en mi casa como si fuera de ellos.
- ¿Y qué hacía aquí, entonces?
- Bueno, él es... Gay. - me lo invento sobre la marcha, pero no se me ocurre otra cosa - Y sus padres no estaban de acuerdo con eso, así que le echaron durante la noche y...
- Pobrecillo. ¿Cómo pueden hacerle eso?
- Si, mamá, lo mismo pensé yo. Por eso le ofrecí quedarse a dormir. - miento.
- Nos lo podías haber preguntado.
- Era tarde, estabáis dormidos. Pensé que lo entenderías.
- Bueno, por ésta vez te salvas. ¡Pero nada de que se vuelva a quedar a dormir sin nuestro consentimiento! Por cierto, podrías invitarle a comer cuando quieras.
- No hace falta...
- ¡Claro que sí! - exige mi madre - Ese chico necesita darse cuenta de que no todos los padres somos iguales.
Y ya empieza con sus charlas de igualdad. Me despido en mitad de su charla, aunque ella sigue hablando, supongo que con el aire, su mejor amigo en ésta casa.
Cojo la bicicleta y llego al instituto en un cuarto de hora. Los pasillos están llenos de gente que vi la anterior noche. Todos me saludan y me felicitan por la carrera. Tanto ¨amor¨ se siente bien.
- ¡Hey, hola! - dice Matt, parándome por los pasillos - Menuda noche.
- Si. - recuerdo lo que sus amigos le hicieron a Aaron y me entran ganas de pegarle.
- ¿Katherine, no?
- En realidad yo soy...
- Yo soy Matt. - me interrumpe él. ¿Me dejará alguien alguna vez que les diga que me llamo Amanda en realidad?
- Lo sé.
- ¿Lo sabes?
- Matt, tus amigos y tú sois unos completos gilipollas. Drogastéis a mi mejor amigo con el fin de... ¿De qué, exactamente? ¿Reíros de él? Me dais asco.
Le doy un empujón con el codo y él se queda sin palabras, plantado en mitad del pasillo con el ceño fruncido.
Me meto en el cuarto de baño de las chicas y me miro la cara. Grandes ojeras y la piel muy blanca. Por lo menos ahora podré ir a fiestas y conocer chicos, viéndolo desde el punto bueno.
Unas chicas (animadoras) entran el cuarto de baño. La sirena ha sonado, lo que quiere decir que van a pintarse. No quiero estar presente, pero no puedo salir porque ellas cierran la puerta. No se han dado cuenta de que estoy aquí, así que me meto en un baño. No me han visto la cara, no saben quién soy, en el caso de que hayan notado mi presencia, que lo dudo.
- ¿Sabéis la nueva? A Tamara le gusta Hayes. - esa es la voz de Morgan.
- ¿¡El hermano pequeño de Nash!? - exclama una. Empiezan a reírse y a cotillear temas que no me importan, hasta que sale un nombre.
- ¿Sabéis quién es Katherine Odell? Al parecer es nueva en el instituto.
- Sí, participa en las carreras. - dice Morgan - ¿Habéis visto su cara? Parece que nunca durmiera. ¿Y su ropa? Yo me ponía eso en el colegio.
- Los chicos se han fijado en ella. - dice una - Ha dormido con Taylor, según ha dicho él. Al parecer están saliendo... - todas exclaman y comentan.
- No durará mucho. - asegura Morgan - Sólo es una puta pasada de moda.
Todas asienten y salen del cuarto de baño. Apoyo mi cabeza en la pared y me pregunto si ésto debería de afectarme. La respuesta es no. Pero, aún así, me afecta. ¿Por qué tendré que haber mentido? Ni siquiera quiero ser popular. O quizá sí, no lo se.
En cuanto salgo del cuarto de baño me choco con la persona que menos querría ver. ¡Mierda!
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THE BEST LIE EVER (TAYLOR CANIFF)
FanfictionAmanda Craft es una adolescente cualquiera que nunca pensó en la posibilidad de tener una vida más interesante de la que tenía. Entonces llegó aquel jueves por la tarde en el que Amanda se ve obligada a hacer algo: mentir y tener al chico de sus sue...