CAPÍTULO 14

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Cuando Katherine se ha cansado de vernos a Taylor y a mí poniéndonos ojitos, nos ha dicho que la dejemos descansar. Esa chica es demasiado predecible.

Taylor me lleva a su casa. No es tan pequeña cómo yo pensaba, pero tampoco es muy grande. Sus padres están trabajando, así que estamos los dos solos. Subimos a la habitación de Taylor y nos tumbamos en su cama.

- No soy virgen, Taylor. - le miento. Él me mira con los ojos abiertos.

- ¿Nos has escuchado? - asiento - Eso es de mala educación...

- Taylor, por favor, deja de tomártelo todo a broma. Te digo que no soy virgen.

- Menos mal que no tenías vida social... - me río.

- Que no la tenga en el instituto no significa que no la tenga fuera.

- ¿Cómo fue?

- No te lo voy a decir. No me siento cómoda hablando de eso contigo...

- Te puedo contar la mía si quieres.

- ¡No! - grito sonrojándome. Él empieza a reírse como un loco.

- Te pones nerviosa cada vez que hablo de sexo. ¿Te crees que te voy a violar?

- Sé que no lo haremos si no quiero. - le digo poniéndome encima suya.

- Cada primera vez con una persona tiene que ser especial, quiero que la nuestra lo sea.

- Lo puede ser. - me acerco y le beso.

- Tengo una idea.

Taylor se levanta y se viste. Después me coge de la mano y me guía hasta su moto. No me dice nada en todo el camino. Sólo se monta en la moto y espera a que yo lo haga. Después me lleva a la azotea.

- Así que quieres que nuestra primera vez sea aquí... Muy predecible. - le digo.

- Y romántico. ¿Verdad? - no le contesto - ¡Di algo, Amanda Craft! 

- ¡Lo es! ¡Es la mejor cosa que me ha pasado nunca! - grito.

Cuando llegamos arriba siento miedo. ¿Por qué he mentido? Me paso mi vida entera mintiendo. Tengo que parar ésto, pero ésto ya ha empezado. Taylor me besa el cuello y mete la mano debajo de mi camiseta dispuesto a quitármela.

- Taylor, Taylor ,Taylor... - murmuro muy rápido.

- Sé que eres virgen. Noto cuando mientes. - me confiesa él.

- Lo siento, es que...

- Sé que crees que soy un mujeriego engreído, pero no lo soy. Me gustas, Amanda. ¿Cuántas veces voy a tener que decírtelo?

- Ninguna más, lo prometo.

Me engancho a él y le beso. Estoy muy nerviosa porque es el primer chico por el que tenido sentimientos. Pero no tengo miedo de hacerlo, porque Taylor parece bastante seguro de lo que hace y yo tengo claro que él también me gusta.

Al final lo hicimos. Me ahorraré los detalles porque supongo que todos sabréis como va el sexo. El caso es que fue genial. Aunque ahora me siento rara, como si fuera diferente.

Tenía ganas de gritar todas las mentiras que he dicho alguna vez y quitarme ese peso de encima. Pero eso lo haré más en adelante.

- Está noche no quiero ir a casa. - le digo a Taylor. Ambos estamos desnudos tapados con la camisa de Taylor.

- No tienes por qué ir. Puedes quedarte en mi casa.

- Gracias, Taylor.

- No tienes que preocuparte, siempre voy a estar ahí cuando me necesites. - me da un beso.

Después de pasar un rato besándonos y manteniendo conversaciones cortas, nos vestimos y nos vamos a casa de Taylor. Por desgracia, como los padres de Katherine están de viaje, Taylor tiene que cenar con ella. Y eso quiere decir que yo también lo tengo que hacer.

Es bastante incómodo. Katherine está sentada en el sofá y nosotros dos en el suelo, a la altura de la mesa, comiendo comida china. La suya es del hospital.

- Esta comida apesta. - dice ella.

- Toma. - Taylor le ofrece su rollito de primavera. Y ahora me doy cuenta lo raro que suena esa frase con el nombre de Tayor. Me río - ¿De qué te ríes?

- Nada. - miento.

- Oye, voy a ver Mean Girls. ¿Os apuntáis? - nos dice Katherine.

- Odio esa película. - confieso.

- Y por eso la veremos. - me dice Taylor.

- ¡En serio! ¿Sólo porque no me gusta? Te gusta hacerme cabrear.

- Si hubiera un libro de todas las maneras de hacerte cabrear, me lo leería. - dice Taylor dándome un beso.

Katherine tose.

- Taylor, mi ordenador está arriba. ¿Lo puedes traer para que pongamos la peli? - dice Katherine. Sé que quiere hablar conmigo.

- Claro. - Taylor se levanta y va a por el ordenador.

- Ganas. - dice Katherine - Me rindo.

- ¿A caso había alguna guerra? No quiero pelear contigo.

- ¡Ni siquiera me gusta Taylor! - dice ella riéndose.

- ¿Por qué lo haces entonces?

- Para demostrarme que esto, - cuando dice esto señala su pierna -, no me impide tener a los chicos que quiera. Pero parece que sí lo hace.

Antes de que pueda contestarle, Taylor baja con el ordenador y pone la película.

- Vedla vosotros, yo tengo sueño. - dice Katherine - Lo siento.

- Déjame ayudarla. - empujo a Taylor con suavidad para que se quede en el suelo.

Le doy la mano a Katherine y ella se sienta en la silla de ruedas. Esta gente debe de tener mucho dinero, porque tienen un ascensor para subir a la habitación de Katherine. Cuando el ascensor se abre aparecemos en su armario.

- Eh... - murmuro.

- Sí, era la única forma de que llegara a mi habitación sin tener que subir las escaleras y sin destrozarla. - las dos nos reímos.

Tenemos que pasar por un montón de ropa para llegar hasta su cama. Le ayudo a acostarse.

- Katherine. eres mil veces más guapa que muchas de las chicas del instituto. Eso no te va a impedir nada.

- Eres muy amable, Amanda, pero ambas sabemos que lo hará.

- Con lo chicos que no valgan la pena, sí. Pero hay otros chicos.

- Cuando conozcas a uno, preséntamelo.

- Conozco a uno.

- ¿A quién? 

- Bueno, puedo llamarle.

- Sí. ¡Hazlo! - grita ella.

Yo me bajo de la cama y marco un número.

THE BEST LIE EVER (TAYLOR CANIFF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora