CAPÍTULO 6

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Cuando mi madre me ve llegar a mi casa colocada, sin zapatos, con una bandana en la cabeza y con el descapotable de un chico (que ella piensa que es gay), se le cae el alma al suelo. Sale corriendo para ayudarme a entrar. Yo me río porque su cara no tiene precio. Aunque en otra ocasión, no me hubiera reído.

- ¿Estás colocada? - me pregunta nerviosa. Yo asiento - ¡Dios Mío! ¿Quién te ha hecho esto?

- Te quiero, mamá, te quiero... - ahora entiendo a Aaron. He visto miles de unicornios. No debí de haber fumado tanto.

- Amanda, mi niña... - dice ella acariciando mi mejilla.

- Mamá, tranquilízate, sólo ha sido un poco de hierba. Todos los adolescentes lo hacen.

- ¡Hoy has faltado a clase! ¿Qué coño te crees que estás haciendo?

- Tengo hambre. - comento obviando su comentario.

Me meto en la cocina y escucho sus comentarios mientras me como una pizza. Ella sigue regañándome, dándome consejos... No escucho nada. En mi cabeza tengo la canción de Asleep de The Smith. Cierro los ojos y puedo escuchar su melodía.

- ¡Amanda! - grita mi madre - ¿Me estás escuchando? ¡Claro que no! Ve a tu cuarto a dormir... ¡No saldrás en todo el fin de semana...

Hago caso a mi madre y me voy a mi habitación. Pongo la fantástica canción de The Smith y cierro los ojos mientras recuerdo el beso en la azotea.

Cuando me despierto son las siete de la mañana del sábado. Me he tirado más de un medio día durmiendo. Mi madre me ha tapado con una manta. La verdad es que ya está empezando a hacer frío.

Me levanto de la cama y voy directa al servicio. Doy un grito. Tengo mi vestido favorito agujereado por la parte de abajo. ¿Qué coño hice ayer? Me lo quito y me baño. Pongo el agua caliente y descanso mi cabeza durante unos minutos en el agua. Justo cuando me iba a dormir de nuevo suena el móvil. Número desconocido. Ya sé quién es.

- ¿Cómo has conseguido mi número? - pregunto.

- Se lo pregunté a Aaron. - me responde Matt.

- ¿Matt? Perdona, pensé que era... ¿Qué quieres?

- Ésta noche hay una carrera. Una muy importante. Te necesitamos para ganar.

- ¿Taylor participará?

- ¿Cómo? - pregunta Matt riéndose - ¿Acaso Taylor participa en las carreras?

- Pero ayer...

 - Estaba de suplente. - me informa Matt - Pero, tranquila, le diré que venga. ¿Te veo ésta noche, entonces?

- Ya veremos. 

Cuelgo el teléfono decepcionada. Ya podría haber llamado él. Nos besamos. Ayer nos besamos. No puedo evitar ruborizarme. ¿Cómo se me ocurrió hacerlo? Estaba colocada, no fue natural. Sin embargo, es el mejor beso que recuerdo.

Cuando me termino de duchar me pongo un chándal y salgo a la calle. Todas las mañana de todos los sábados tengo que repetir el periódico del instituto a TODOS los ciudadanos de mi barrio. En cada barrio hay un alumno que lo hace. Como sólo hay un instituto, todo el mundo se informa de los talleres que van a hacer. Éste periódico es, digamos, el periódico de los adultos. Para nosotros está la página web. Una que hace Morgan y sus amigas (Morgan, cómo no)

En cuanto termino de repartir al periódico pongo rumbo a mi casa corriendo. Entro en la cocina dispuesta a desayunar cuando oígo risas en el salón. Entro y veo una escena digna de recordar. Derec, mi madre y Taylor hablando. Por suerte mi padre tiene un viaje de negocios y no está aquí.

- ¿Taylor? - pregunto extrañada.

- Le estoy explicando a tu madre lo de ayer. - dice cruzándose de piernas y poniendo una voz más suave. ¿Se está haciendo pasar por gay? ¡Esto si que es para recordarlo - Le digo a tu madre que fue la culpa de un nearhdental. Intenté detenerle, pero él insistió... ¡Tranquila, señora, le he dado su merecido! 

Mi madre se ríe y Derec me mira preguntándome de dónde me lo he sacado. Yo me encojo de hombros y me limito a ver como Taylor se gana a mi familia.

Desayunamos todos juntos y mi madre nos deja irnos a mi cuarto. Esto de que Taylor finja ser gay trae muchos beneficios. En cuanto entramos a mi habitación Taylor me agarra de la cintura y me empuja hacía él.

- Hey... - murmuro - Estaba colocada. Sólo fue un beso, ¿vale?

- Vale. - él me suelta bruscamente y se tumba en mi cada con un tono de enfado.

- ¿Vas a ir a las carreras ésta noche? - le pregunto tumbándome a su lado.

- Para verte a ti.

- Aaron no quiere venir. - le informo - Dice que no volverá a pasar una noche como aquella... Vómito mucho.

- Es que le dieron demasiado. Pero admite que te gusto.

- Un poco. - digo sonriendo. Y ahí vuelve su filtreo. No quiero salir con Taylor porque tiene pinta de estar un día con una y otro con otra. Y aunque a veces es dulce... Otras veces desearía matarle.

- ¿Nos vemos luego? He quedado.

- ¿Con quién? - eso ha sonado totalmente celoso.

- Ángela Adams. ¿La conoces? Es de tercero. La de las... - se pega las manos a su pecho y las vuelve a despegar para indicarme que tiene muchas tetas. Los celos vienen solos, pero no se quedan por mucho. 

- Sí, la conozco. Pásatelo bien. - eso ha sonado más celoso todavía. Le guío hasta la salida y, cuando va a despedirse, le estampo la puerta. Después me arrepiento y la abro - El viento. - digo carraspeando mi voz.

- Hasta ésta noche.

- Adiós.

Durante toda la tarde me quedo pensando en lo genial que sería que las chicas me vieran llegar a un lado con Taylor y al otro con Cameron. Y, de repente, me veo parada en la casa de los Dallas llamando al timbre. Cameron abre sin camiseta y se sorprende al verme.

- ¡Hola...! - exclama.

- Cameron, necesito tu ayuda. 

- Claro, entra.

Le sigo hasta el salón. Un salón bastante familiar. Saludo a su madre y su hermana, que están en la cocina haciendo la cena. Nos sentamos en el salón y comienzo a hablar:

- ¿Vas a ir ésta noche a las motos? - él asiente - Sabes que no soy Katherine Odell.

- ¿Era tu nombre artístico, no?

- Sí. Pero nadie conoce mi real nombre. 

- ¿Qué quieres decir?

- Ésto va a sonar un poco diva... Pero sería genial que me acompañar junto a Taylor a las carreras.

- ¿Como tu guardaespaldas o algo parecido? - yo asiento frunciendo el ceño y mordiéndome el labio inferior. Él se ríe.

- No es como un guardaespaldas, es más bien como un grupo. Fíjate en nosotros tres, seríamos la perfecta portada de un grupo de música indie.

- No me gusta el indie.

- Da igual. - digo un poco molesta - ¡El caso es que no me estoy intentando aprovechar de tu físico! Aunque quizá no lo pensarás, pero...

- Amanda, Amanda, Amanda... - él pone una mano en mi rodilla tranquilándome - Me caes bien. Lo haré.

- ¡En serio! ¡Genial! Vamos a pasar la mejor noche de todas.

- No lo dudo. - dice él. Aunque no sé si yo debería dudarlo.

THE BEST LIE EVER (TAYLOR CANIFF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora