Capítulo 11

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Maratón, debido a que estamos a un solo paso del 2019, 1/3

Scorpius fue el primero en levantarse, a la mañana siguiente, alrededor de las ocho de la mañana. Se quedó tendido por unos momentos, preguntándose como es que la dirección de sus planes para éste verano habían cambiado tan drásticamente; no es que no estuviera conforme con ellos (en realidad, sentía que podía estallar de felicidad con todos los nuevos amigos, por que asi los consideraba a los Potter-Weasley, había conseguido), pero, realmente, se sentía como soñando: nunca, nunca, habia esperado que algo así pasase en su vida.

No es que no estuviera acostumbrado a conocer gente, no, ya que, como buen Hufflepuff que era, solía hacerse amigo, o al menos conocido, de todos los nuevos que se integraban a su casa, asi como también de los Gryffindor y Ravenclaw que estuviese dispuestos a conocerlo, pero, de alguna forma, todo esto era distinto.

Él siempre suposo que se trataba de aquella clase de persona que viviría toda su vida siendo alguien invisible. Con amigos, conocidos y demás, sí, pero, dentro de todo, tranquilo, con un trabajo sencillo y sin mucho atrajeo. Aún creía que viviría así, en un futuro, pero, de alguna forma haber coincidido con Lily en el parque, para luego conocer a sus hermanos y primos, le hacía pensar de manera diferente; quizá, desde ahora, su vida no giraría solo en torno a Cecil (no es que no amara y valorara a su amigo, en realidad, lo quería como a nadie en el mundo, pero también le gustaba la posibilidad de establecer conexión con más personas). 

Y, además de ello, también estaba Albus. No es como si Scorpius creyera que, por el simple intento de beso que habia sucedido la noche anterior, vivirían juntos para toda la vida, se amarían y comerían perdices (¿Era así, siquiera, el cuento?), pero, de alguna forma, le gustaba que el chico estuviese en ésta, en su vida, aunque sea solo durante el presente. 

Así que si, Scorpius sabía que, si volvía tres meses atrás, y le dijera a su antiguo yo todo lo que le estaba sucediendo en éste momento, él otro se volvería loco, sin creerle ni una pizca, incluso aunque fueran, prácticamente, idénticos. Aunque el actual Scorpius no podría culparlo, claro que no, por que, sinceramente, ¿Quién lo creería? Ni siquiera él, que lo estaba viviendo en carne y hueso, podía hacerlo; habia soñado gran parte de sus años en Hogwarts con poder, siquiera, conversar con Albus, y, ahora, hasta se habian casi besado. 

Lo cual, además de, obviamente, convertirlo en un manojo de felicidad, emoción, ansiedad y nervios, no hacía más que confundirlo. Ósea, ¿Albus lo habia besado (o, bueno, casi) por que sentía algo por él, incluso si solo se tratara de atracción?, ¿O simplemente lo había hecho por que Scorpius se encontraba allí? 

O, quizá, sabe de tus sentimientos, una voz retorcida murmuró en su cabeza, y decidió utilizarlo a su favor, por alguna razón, sabiendo que te tenía a su disposición. Scorpius se retorció ante tal pensamiento. Albus no sería capaz de hacer algo así, ¿Verdad? No lo conocía mucho, pero no parecía ser esa clase de persona.

Aunque, después de todo, ¿Qué hay de aquellos terrorifícos rumores que corren por Hogwarts? Es decir, más de una vez se ha hablado de lo poco que Albus se parece a su padre, reemplazando la amabilidad de éste último con ambición y crueldad. Jamás habia visto a Albus lastimar a nadie, por lo que no quería sacar conclusiones apresuradas, pero debía de admitir que estos pensamientos lo ponían de nervios. 

Se volteó sobre su estomago, quedando boca abajo y dirigiendo su mirada hacia el chico junto a el, deseando borrar cualquier rastro de aquello que hace segundos lo habia atormentado. 

Pensar en que la idea de ver a Albus dormir lo tranquilizaba, solo lo enloqueció aún más. 

La locura aumentó cuando encontró al chico despierto, mirándolo.

--¿Estabas observandome?--preguntó, aunque probablemente era una pregunta de lo más idiota.

--Puede.

--Eso es aterrador--bromeó Scorpius, aunque, sinceramente, un cálido sentimiento se instaló en la boca de su estomago.

--Es romántico--replicó Albus, ofendido, aunque con una sonrisa genuina.

El corazón de Scorpius latió con fuerza, descontrolado. Albus le estaba sonriendo de manera extraña, ésta vez, casi como si puediera escuchar el sonido de su loco corazón desde su lugar. 

--Tienes un concepto extraño del romance--murmuró Scorpius, sin saber que mas decir.

Albus se encogió de hombros, ¿Acaso éste chico nunca para de sonreír? Scorpius pensó, creyendo que, si el otro seguía así, le agarraría un ataque.

--¿Y cuál es tu concepto de romance?

Lily abrió la puerta, sin siquiera tocar (aunque Scorpius le estaba agradecido, ya que lo habia salvado, al menos, de contestar).

--Se que están teniendo sexo...--se congeló cuando vio, en realidad, cual era la escena que se presentaba. 

Intercaló la mirada entre ambos chicos con el ceño fruncido, casi como los regañase por haber hecho algo mal. 

--¿Estabamos teniendo sexo?--preguntó Albus a Scorpius fingiendo sorpresa. El segundo, se encontraba tan rojo como un tomate, incapaz de formular una respuesta, ya que una fugaz imágen de Albus desnudo, sobre el..., bueno, una imágen, habia cruzado por su cabeza. Albus, como siempre, era ajeno al efecto que provocaba en el--. Me hubieras avisado, así quizá me habria quitado la ropa.

--No hace falta que tengamos sexo para que te la quites--murmuró Scorpius. 

Un momento después, cuando se encontró a Albus mirándolo con una sonrisa y a Lily con una expresión bastante pervertida en el rostro, se dio cuenta que habia expresado sus pensamientos en voz alta. 

--Quiero decir..., no, no estoy diciendo...,no quería...--se tapó el rostro, escuchando la risa del otro chico y sintiéndose terriblemente avergonzado--. Ósea, solo me acordé de aquel día...,ya sabes..., que con Lily entramos y tú y James...y James...

Scorpius se calló, por que habia algo en Albus, algo en su mirada, que lo hizo callar. 

Lily tosió, sonriendo discretamente--Mamá dice que el desayuno está listo.



Come to the other side (SCORBUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora