"peligro, peligro, él está aquí"
Me desperté de mi ligero sueño, el día era diferente, sentía un ambiente tenso y pesado, algo pasaba, algo sucedía, alguien había sido mandado a asesinarme, era un ser diferente, sentía la esencia de dioses muy poderosos acompañándolo.
Era veloz, sandalias cortesía de Hermes.
Era ágil y estaba protegido con escudo, por voluntad de Atenea, quien también le dio una Hoz para cortarme la cabeza.
Y por último, invisible, imperceptible, intocable, invencible, cortesía del casco de Hades
Pero, por primera vez, me alegre de mis carceleras, aun sin ver, me guiaban por instinto, esquivando y fluyendo con soltura en la batalla, traté de petrificarlo, pero, ¿cómo?, No podía convertir en roca lo que no se posaban mis ojos, comprendí que mi final estaba cerca, creo que al final lo vi, bueno, mis carceleras me dijeron su nombre... Perseo.
No lo culpo, fue un títere en medio de grandes titiriteros, tal vez no tenía sentido guardar tanto odio en mí, mientras Perseo me cercenaba la cabeza, me perdone por todo el tiempo que odie mi cuerpo y mis carceleras, el problema no era mi maldición, ¡Jamás me molesté en hacer algo útil aparte de petrificar soldaditos, bestias y espectros!, me ví saliendo de esa maldita isla en un cuerpo que alguna vez me perteneció, me sentí libre, y ¡llore!, ¡lloré de felicidad!, mis manos, mis piernas, ¡Todo!, me mire en un espejo de mi bolsillo, ¡era yo,!, no me importó mi cuerpo desangrándose!, habían mancillado mi cuerpo un hombre, una mujer lo había humillado, pero nunca, ¡nunca habían doblegado mi esencia!, es cierto que la habían escupido, pero yo me cerré a nunca seguir adelante.
***
Y así fue, llegué aquí, el inframundo, antes ustedes,
Aria estaba de frente a los reyes del tártaro, Hades y Perséfone, contándoles su vida, no sabia que lleba ba muerta mas tiempo del que pudiera haber imaginado, la diosa le sonrió y Hades permaneció callado,
-¿Sabes por qué estás aquí?, -el dios oscuro le preguntó.
-¿Porque prestó su casco a Atenea para acabar conmigo? –en su mente, atenea había sido la asesina-, de otra forma no hubiera tenido oportunidad de asesinarme.
-Exacto, porque de otra forma no hubieras tenido la oportunidad de estar en el reino de los muertos y condenados al tártaro, probablemente seguirías viva, como un monstruo sin memorias ni sentimientos, - el dios se movió a un lado, para que trajeran a un hombre flaco y desgastado, amarrado con grilletes, antes de que Aria dijera algo, el Dios se apresuró a justificarse,- Poseidón acaba de entregármelo, después de que lo engañe, -Hades sonrió un poco, mostrando su piel blanquecina- tómenlo como el favor de un amigo.
-¡Axio!,-Aria se apresuró a abrazar a su amado oceánida, que apenas podía levantarse, al momento de tocarlo sus cadenas se rompieron, -¿Cómo es posible?, ¿co..., como es posible?, -antes de que el rio respondiera, ella lo besó, liberándolo así de su maldición, un oceánida sin agua muere,... pero, ella era su energía, su agua vital.
-¡Aria!, mi amor...- el dios comenzó a llorar mientras abarazaba a su linda doncella, lloraba como un niño perdido- Poseidón me mantuvo encerrado por siglos, siglos después de tu muerte aun, ha pasado mucho tiempo, estuve cautivo, para que nunca hallara la paz, hasta que Hades le cobró un favor.
Los enamorados se unieron, durante ese tiempo Aria sintió un poder fluir dentro de ella, un poder de endurecer las cosas, por inercia se miró en un espejo, temiendo que todo fuera un sueño cruel, pero... seguía siendo ella, un nuevo cuerpo le pertenecía, uno nuevo en todo sentido. vio a Axio Rejuvenecer, estaban listos... ¿Para que?
***
-¿Pero, si Hades es igual a él, es su hermano? ¿Qué ganaría con unirnos?
-Aliados- respondió Perséfone, interrumpiendo las muestras de amor- aliados para derrocar a Poseidón, a Atenea, y... a Zeus, para derrocar a los dioses de la luz y el éter, los dioses del Olimpo.
-¡No!, ¡es igual a ellos!, los relatos dicen que violo a dos mujeres, -Aria se puso a la defensiva, no podía confiar en el-
- Y también dicen que profanaste el templo de Atenea, para enemistarla con Poseidón, al que sedujiste por medio de hechicerías muy poderosas. Escúchame:
En un momento, Aria comprendió sus intenciones, derrocar a dioses mezquinos y egoístas que se jactaban de ser buenos, al menos Hades era justo, inapelable, pero siempre justo. -¿Quién más se ha unido a ti? –inquirió.
-Erix, diosa de la discordia, -Perséfone se apresuró a contestar- Eros y Psique, ambos están juntos gracias a nosotros, algunos erotes, Némesis: la justicia retributiva, y
-Tea, la titánide de la vista, -Aria comprendió-...
-Cuenten con los titanes Océano y Tetis, mi madre y mi padre, y mis hermanos y hermanas desean librarse del yugo de Poseidón.
*
el dios oscuro observó su prisión...
"Soy hades, el dios maldito que no puede abandonar el inframundo, porque él también es prisionero de este, el dios infame que no permite salir las vidas del mismo por temor de que Zeus las trague para aumentar su poder, ya lo hizo antes, con la madre de Atenea, hizo lo mismo que nuestro titán padre. Con su ayuda derrotaremos a mis hermanos, ¡derrotaremos a los Dioses del olimpo!"
¡Soy hades! ¡Soy yo, El más maldito!
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YO, LA IDIOTA ANTES DE SER MEDUSA
Short StoryEn una era hace ya muchos atardeceres yo también fui humana, en realidad era una muy torpe e ingenua, solía creer que los dioses protegían y recompensaban. ¡Vaya tonta! a Poseidón y Atenea los veneran como seres justos y bondadosos, y a mi m...