Burning Up

Capítulo XVII - 24 horas

🍑 Errores ortográficos serán editados
🍑 Este capítulo será divido en dos partes
🍑 Leer la nota al final del capítulo, explicaciones de mi ausencia

7:00 a.m., Clan All For One

— Despierta, Katsuki —Murmuró la voz ronca de Dabi mientras se estiraba en su lugar sin embargo al no recibir una respuesta por parte de su acompañante de cama provocó que frunciera su entrecejo así que sin importarle se acercó al rubio (el cual dormida plácidamente entre las suaves y cálidas mantas).

Cogió un extremo de la manta para después con todas sus fuerzas jalar está, causando que el menor cayera en el frío suelo, solamente se escuchó el limpio sonido del cuerpo ajeno caer para después ser inundada la habitación con la voz de Katsuki.

— ¡Maldito bastardo! —Se quejaba el cenizo al tiempo en que se protegía del frío con las mantas.— ¿Qué mierda quieres a esta hora? —Cuestionó mientras abría sus labios para bostezar.

— Arreglate, tienes una cita —Respondió con simpleza el pelinegro para luego salir de la pieza dejando al contrario solo.

— ¿Cita? —Cuestionó en voz baja el joven modelo mientras no despegaba la mirada de aquella puerta por la cual salió el actual jefe.

🌻

Mientras tanto en el hogar Todoroki se encontraba el joven bicolor guardando algunas cosas dentro de una mochila bastante amplia, debía darse prisa tenía que tomar el metro para llegar al lugar acordado donde vería a sus compañeros.
Una vez que todo estuvo listo cogió está para acomodarla en su espalda y salir de su habitación, con pasos firmes se trasladaba desde los pasillos hasta llegar a recibidor. Revisó por última vez que no se le olvidara algo.

Llaves ✔️
Cartera✔️
Dirección✔️
Mochila✔️
Tarjeta de identificación✔️
Dinero✔️
Móvil✔️
La última carta de Katsuki✔️

Sin perder tiempo cogió el pómulo de la puerta principal y antes de salir una delicada voz llamó su atención.

— ¿Ya te vas, Shouto? —Era su madre, Rei Todoroki. La albina notaba que su hijo menor se iba de su hogar sin despedirse, algo extraño a su parecer, puesto que siempre antes de salir le avisaba a donde iba.

— Si, madre —Respondió el menor mientras volteaban a ver a su progenitora. Por unos segundos evitaba la mirada oscura de su madre, pues aunque su rostro siempre era inexpresivo sus luceros lo delataban.

No quería que su mamá le analizara completamente así que se armo de valor y alzó su rostro para observar el bello rostro de la mujer, solamente al chocar el azabache contra el azul y negro provocó que su corazón se alterara.

Mierda

— ¿A dónde vas, hijo? —Volvió a cuestionar la mujer mientras se acercaba a su niño para verle mejor.

—Voy a salir con mis amigos —Fue lo primero que pensó el joven, pues era verdad sin embargo con otros fines.— Midoriya me invitó a acampar junto con otros compañeros

— ¿A acampar? —Cuestionó de nuevo Rei un tanto confundida.— Con este frío es imposible que se aventuren al bosque, Shouto