Burning Up

Capítulo XVII - 12 horas

🌻 Errores ortográficos se editarán
🌻 Capítulo un poco corto

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A veces me pregunto

¿Qué hubiera pasado si no hubiera aceptado aquél maldito trabajo?
¿Seguiría con mi tranquila vida?
¿Qué hubiera pasado si les hubiera dicho a mis viejos sobre aquel trabajo de medio tiempo?
¿En estos momentos estaría con mis padres en mi hogar?
¿Y si me hubiera defendido mejor aquella noche de invierno?
¿Y si... hubiera muerto en aquella emboscada del club?

No sé cuanto tiempo ha pasado, no sé que día es hoy, no sé cuanto tiempo he estado secuestrado. No sé en que momento me convertí en un maldito premio tanto para la Yakuza como para la sociedad. Aquél Bakugou Katsuki murió cuando cruzó aquella puerta en casi vísperas navideñas. Aun recuerdo bien que paso...

🌻

Después se haber comprado los regalos de Navidad me dispuse a dirigirme hacia la estación de trenes, tenía listas mis maletas para irme con mis padres. Tenía preparado mis ropas, calzado y abrigos, la agencia de modelaje me dio vacaciones para estar con mi familia y amigos, cosa que me emocionó demasiado. Estaba ansioso de ver a mis viejos y sobre todo a mis amigos, es extraño pero quiero verlos, solo por unos días quería olvidarme de ser Bakugou Katsuki, modelo profesional y pareja de Todoroki Enji.

Una vez que ya estuve en mi asiento me coloque mis auriculares para escuchar un poco de música, les había enviado un mensaje a mis viejos de que llegaría en unas horas por lo que estos me respondieron que cuando llegará les llamara. Antes de guardar mi móvil recibí un mensaje del Todoroki mayor, con enojo no ví su mensaje de texto así que silencié mi celular para solamente esperar a llegar a mi hogar.

Bastaron solo unas dos horas para llegar a la Prefectura de Shizuoka, tomé mis maletas y las bolsas de regalos, estaba a punto de llamar a mis viejos cuando sentí un golpe en mi nuca, lo último que ví fue a un hombre sonreír.

Y ahí fue donde empezó mi infierno.

🌻

— Bakugou-san ya está listo

La voz ronca de uno de los secuaces de aquella mansión hizo que saliera de mis pensamientos, no sé en que momento me encontraba en una habitación siendo vestido y arreglado.

Extrañado volteé a ver mi reflejo hacia uno de los espejos de aquella habitación, observe que estaba con ropas blancas, exactamente un kimono, mis cabellos ahora eran largos, al parecer me colocaron extensiones de cabello natural, mi rostro estaba maquillado delicadamente destacando algunas facciones femeninas, básicamente me habían vestido como una mujer. En vez de explotar de ira, me dio igual como me veía, mi ego había sido pisoteado que ya no me importaba como me encontraba.

— ¿Le gusta? —Ahora preguntó una empleada que terminaba de peinarme.

Solamente asenti sin pensarla dos veces, no quería hablar, no tenía ganas de hacerlo. No sabía que estaba pasando pero solamente mi instinto me decía que algo ocurriría esta noche.

— Por favor, escoga un adorno —Me colocaron frente a mi un par de pasadores para mi cabello. Unos eran llamativos, con colores chillones, otros con adornos en oro como flores. Uno llamó mi atención era un par de palillos con algunas flores de Camelias, rojas y blancas.