Gracias A Ti - (Editando)

Capítulo 35

Ajusto mi bufanda a mi cuello, el frío ya empieza a sentirse demasiado la gente camina con sus largos abrigos por la calle y las madres preocupadas ajustan las bufandas de sus hijos, es triste que mi madre nunca fue así conmigo.

Doy vuelta en una calle y entro en circuito de gente con dinero, en realidad no sé si la mamá de Jayden se hospeda aquí por que rento una casa o por que es dueña de esta. Las casas aquí se ven lindas desde afuera pero mi humor no está hoy como para contemplar casas. Camino al rededor de cinco minutos y aquí estoy frente a la puerta de la casa.

Los nervios me traicionan en este momento, no sé si debería tocar o no tal vez solo debería esperar a que Jayden me diga todo.

¿Y si no lo hace?

Esa pregunta pasa por mi mente así que decido tocar, ya no creo que esto sea una buena idea tengo miedo de lo que me pueda decir la señora Cristina pero necesito respuestas.

La puerta es abierta y por esta sale la madre de Jayden.

— Emily — sale y me da un abrazo — creí que ya no vendrías, ven entra.

Entro y ella cierra la puerta tras de mí, nos dirigimos a lo que parece ser una sala de estar y permanecemos en silencio unos segundos.

— La última vez que te vi tenías unos 5 años tal vez, a pasado un tiempo pero sigues siendo igual de bonita que cuando eras niña — sonríe de forma amistosa y le devuelvo la sonrisa.

— Usted dijo que me diría la verdad, que me contaría todo lo que esté relacionado con Jayden y conmigo — me aclaro la garganta —. Me gustaría que me dijera todo lo que sabe.

— Lo haré querida, pero antes que nada quiero que sepas que no fue mi intención que las cosas se dieran así — toma mis manos entre las suyas y da un apretón suave —, yo solo creí que Jayden ya te había contado toda la verdad después de todo en las últimas semanas pasaba tanto tiempo contigo que creí que así era solo, perdoname Emily.

— No hay nada que perdonar — sonrió de forma amistosa logrando que se relaje en su asiento.

— Bueno comenzaré con tu padre ¿esta bien? — asiento y ella continua —, tu padre y yo hemos sido amigos desde que tengo memoria crecimos uno al lado del otro cuando éramos niños hasta que cada uno hizo sus vidas, perdimos el contacto y no supe nada de él hasta que adopte a Jayden, tu padre recurrió a mí en busca de ayuda pues no quería que ningún desconocido criara a su hijo, el siempre estuvo al tanto de todo lo que involucrara a Jayden, debo admitir que mi esposo no estaba feliz de que así fuera pues a pesar de que quiere a Jayden como a un hijo le molestaba lo que hacia tu padre.

— ¿Por qué lo ayudaste?

— Por todo lo que tu padre y yo habíamos pasado, cuando éramos niños nos ayudabamos el uno al otro así que de haberle dicho que no me hubiera sentido culpable de lo que pudiera pasarle a Jayden.

— Cuando mi padre recurrió a ti ¿que fue lo que te dijo?

— Me dijo que estaba teniendo problemas con su esposa lo cual no me sorprendió, Fátima siempre fue una persona desagradable de hecho yo me opuse lo más que puede a su boda pero tu padre creyó que eran celos — suspira y pasa la lengua por sus labios —, ese fue el motivo por el que nos separamos, cuando el recurrió a mí por ayuda créeme que me contuve las ganas de decirle te lo dije, la cosa es, que el llegó a mi desesperado me dijo que Fátima tendría dos hijos pero que no los quería que él debía escoger entre uno de los dos o ambos se irían.

— ¿El me escogió a mi? — pregunto esperanzada de que diga que si, para que mi odio por mi padre disminuya.

— Emily no quiero que odies a tu padre por mi culpa, hay cosas que yo no puedo decirte.