Me había imaginado en infinidad de escenarios hablando con Nosaka-san sobre lo de Nishikage, pero jamás me imaginé encontrarmelo en la biblioteca. Sé que va a querer hablar conmigo, pero yo no quiero hablar con él. No ahora. No en este momento. No estoy preparada para tener esta conversación y la voy a evitar a cualquier costo.
Me vuelvo a ver a Shu-chan en busca de ayuda y percibo en su mirada culpa, entonces se que él sabía que Nosaka-san iba a venir y no me lo había dicho. No puedo evitar sentirme traicionada, pero sus razones debe de tener para no haberme dicho. Quizás lo olvido, él ha estado ocupado últimamente con la búsqueda de una universidad en Alemania para que estudie medicina. No es lo que él quiere, sino lo que su padre quiere y él hace parecer que es lo que quiere. No soy quien para juzgar al padre de Shu-chan y por eso dejo de pensar en ello.
Mi vista recae en Nosaka-san que se acerca con una sonrisa a nosotros.
Los nervios me invaden y quiero dar un paso atrás y correr y esconderme donde no me encuentre. Aunque algo que Sayuri me enseñó cuando era niña era a no huir de los problemas por más difíciles que fueran. Aunque la idea de salir corriendo no suena nada mal.
—Ni lo pienses—Interrumpe la autora—Aunque todas aquí queremos que lo encare, ¿o me equivoco?
Nosaka da los últimos pasos para estar frente a nosotros y me ofrece una sonrisa radiante.
—Buenas tardes Eri-san, Goenji-san—
Le dedicó la mejor de las sonrisas que puedo poner en este momento y miro mis pies.
—Buenas tardes, Nosaka-san—Lo saludo.
Shu-chan y Nosaka-san comienzan a hablar sobre cosas. Me entero por la plática de que Nosaka trabaja aquí en la biblioteca. Me muevo lentamente y me alejo de ellos cuando están tan sumidos en sus pensamientos que no me recuerdan.
Me escondo tras un estante de libros y saco el móvil para enviarle un mensaje a Yuuto. Mi primo no ve los y tampoco se conecta. Debe estar hablando con su padre o ayudando a mi madre con Yori, aunque descartó lo último por el hecho de que aún piensa que quien grafiteó su auto fue mi hermanito.
Le presto atención a los libros que están en el estante y veo que cinco de ellos son títulos que me interesan. Sin pensarlo los tomo y voy hasta un lugar un poco alejado para disfrutar de los libros sin que nadie me interrumpa.
No sé cuanto tiempo llevó leyendo, debe ser mucho tiempo ya que llevo leída más de la mitad del libro. Mis ojos se sienten cansados y veo la pantalla de mi teléfono. Para mi gran sorpresa llevo dos horas leyendo y faltan algunos minutos para que Hakamata llegue a recogerme.
Marco la página del libro y lo pongo con los demás. Le diré a Shu-chan que me los aparte para volver mañana a leer más.
—¿Me estás evitando?—
Mi corazón da un salto en mi pecho y los libros en mis manos caen al suelo. El ruido es algo estrepitoso, pero nadie más que él y yo lo escuchamos.
Me vuelvo a verlo y le sonrío.
—¿Por qué te estaría evitando?—
—Por lo de Nishikage—
Siento que una flecha con la palabra "verdad" escrita en ella se estrella en mi cabeza y decido que es mejor recoger los libros y contestarle sin mirarlo a la cara.
—No te voy a mentir. La verdad si es por eso, pero no quiero que pienses mal de mí. No quiero hacerle daño a Nishikage—
Yuuma se queda callado por un tiempo que me parece eterno.
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My life with yours
RomanceYuuma es un chico de dieciocho años de edad que pasa sus días de preparatoria gastando bromas a sus profesores y enserrado en una bicicleta. Su día a día es un completo desastre hasta que aparece Eri una chica diferente a todas las que conoce. Eri e...