4

569 57 39
                                    

(Siento que debo decir esto; sus hombros son la gloria, i'm wet)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Siento que debo decir esto; sus hombros son la gloria, i'm wet)

Capítulo cuatro

Miraba para todos lados para ver si algo hacia falta en mi casa.

Negativo.

Tomé ese chocolate gigante que a lo lejos me llamaba y fui a pagar.

Enfrente de mi se encontraba un señor con una espalda enorme que por alguna razón se me hacia conocida.

— ¿Oye, que haces? — Pude sentir como su ceño se frunció.

N-nada — Retiré mis manos de su espalda.

— Vuelve a tocarme, me gusta.

— Maldito pervertido.”

Era SeokJin, me reí al pensar que lo había llamado señor en mi mente.

Toqué su espalda dos veces seguidas.

— Mmmh ¿sí? — Se dio media vuelta y su cara cambió a los pocos segundos de verme.

Fue algo drástico.

— ¡Hyee! — Sonrió. Aw.

— ¡Jin! — Lo imité. El río.

— ¿Que haces por aquí? — Se giró hacia mi totalmente.

— Pues, ¿comprando? — Respondí algo obvia — ¿Tratando de sobrevivir? — Levanté las dos bolsas que llevaba en mis manos — Además mi gato debe comer.

— Wow, ¿Tienes un gato? — Asentí — Pensé que el único animal en el departamento eras tú.

— Pues ya ves que no.

— ¿Para qué me tocaste la espalda?

— Quería saber si eras tú, ¿Puedes creer que te haya llamado señor?

— ¡En serio! ¿Como no lo escuché?

— En mi mente inútil.

— ¡Hey! ¿Por que tan ruda?

— No lo sé. Me gusta insultarte.

— Iba a decir gracias, pero no creo que sea un cumplido.

— Entonces ¿Ya terminamos este juego de treinta días?

— ¡¿Qué!? Claro que no, no te librarás de mi tan fácil.

— Uff, tenía que intentarlo.

— ¿Porque piensas que ha terminado?

(k.s.j) 30; TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora