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Capítulo trece

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Capítulo trece

HyeMin

— Hye...

Una cálida brisa chocó con mis frías orejas, que llevaban consigo un tono carmesí por lo helado que estaba el clima.

Me había quedado dormida en el regazo de SeokJin. Y ugh. Muy cómodo ha decir verdad.

Apoyó su pequeña nariz sobre la mía, haciendo un poco de presión.

— Despierta...

Susurró con una voz ronca que me produjo espasmos por todo el cuerpo.

— MinMin...

Dejó un débil beso en mis labios secos.

Hace tiempo que llevaba despierta pero no quería que lo sepa, pues las muestras de cariño que me otorgaba para que despertase eran las mejores que había recibido en años.

Pero cómo si fuera ley, lo bueno siempre acaba.

— Sé que estás despierta. Abre tus ojitos.

Acarició, en un suave movimiento, mi mejilla de hielo con sus manos de fuego.

Resignada abrí mis ojos de a poco. La sonrisa de SeokJin hacía que me quiera tirar encima de él y darle besos por toda la cara.

— Te ves cómo un ángel  cuando duermes. Y murmuras cosas extrañas, ¿Lo sabías?

Me incorporé.

— Yo no hablo mientras duermo.

— Tú murmuras, no hablas, murmuras.

— Qué imbécil.

— Un imbécil muy lindo.

— Nunca dijiste algo tan razonable.

Agarré sus cachetes y los apreté suavemente, sus pequeños belfos formaron un lindo puchero y sus cejas se fruncieron formando una expresión rara, haciéndome reír.

Besé cortamente y repetidas veces su abultado labio. Sonreí.

— Me enamoras.

—  Ta tanien.

Reí a su intento de hablar pues yo seguía sosteniendo sus mejillas. Solté sus mejillas y él me sonrió levantando levemente su cabeza.

— Hye... — Levanté mis cejas dándole paso a sus palabras. — ¿Sabes algo de Jungkook? ¿Él te habló estos días?

Su expresión parecía preocupada.

— No, ayer nos vimos unos segundos en el centro. ¿Pasó algo SeokJin?

— Es que no me habla en el trabajo y ayer se fue mucho más temprano de lo que debía.

— Debe ser un capricho. Seguro le ganaste en el League of Legends y mantiene el rencor. Ya sabes cómo es ese crío.

SeokJin abrió la boca para hablar pero su celular vibró antes de que pueda decir palabra alguna.

— Hablando del conejo.

Tomó entre sus manos su celular para ver lo que sería un mensaje de Jungkook.

—.... Quiere verme urgente.

— Vámonos, debes hablar con él.

— ¿Segura? Le puedo decir que mañana....

— Ya te robé unas tres horas SeokJin. Vamos.

Me levanté y sacudí mi ropa, Jin me miraba desde abajo.

— ¿Qué esperas? El deber te llama.

Los dos comenzamos a ordenar lo desordenado. Sacudí la tela dónde nos habíamos sentado mientras SeokJin guardaba cada topper en su lugar.

(...)

SeokJin

Abrí la puerta de HyeMin. Ella reía por el acto de caballerosidad que la tomó por sorpresa. Yo podía ser un caballero cada vez que quería

Besé sus labios una vez más, soltandome de ella para que fuera a su departamento mientras yo iba al lugar que Jungkook me había citado.

Subí al auto cuando pude ver a Hye entrando sana y salva al edificio.

Manejé a cierta velocidad por las calles hasta dar con la ubicación de mi dongsaeng, en un café.

— ¡JK!

Sonreí al verlo, pero él no lo hizo.

— SeokJin.

Mi sonrisa se esfumó de mi perfecta  cara. Dónde quedó Jin hyung o simplemente Hyung? Se sentía raro.

Me senté en la silla enfrente de él.

— ¿Malos días?

— Hyung....

Me tranquilizó haberle escuchado decir aquello.

— Dime Jungkook, ¿Qué es lo que anda mal?

Yo.. Yo lo sé Jin hyung.... Sé todo...

Mierda.
  

-JuJu

😈

(k.s.j) 30; TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora