¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo catorce
HyeMin
— ¿Mamá?
— Hija...
— ¿Que ha pasado mamá?
Hace unos segundo había subido hasta mi departamento para prepararme y salir con Jisoo, pero mis planes se fueron por la mismísima borda al ver a mi mamá llorando desconsolada apoyada en la puerta de mi hogar.
Tomé sus hombros e hice un poco de fuerza para levantarla del suelo frío. La sostuve, parecía muy débil.
— D-déjame agarrar las llaves para abrir la puerta.
Cómo pude y sosteniendo a mi madre mientras esta miraba a un punto fijo en la pared, busqué las llaves en alguna parte de mi pantalón.
Mis manos temblaban tanto hasta un punto que me pareció difícil poder agarrar las llaves dentro de uno de mis bolsillos.
Se suponía que ella debía estar en Busan, con mi padre.
Cuando por fin estuvimos dentro la senté en el sofá.
— Hye...
Su voz emanaba culpa y decepción.
— Tranquila mamá.
Me senté a su lado y acaricié su espalda con caricias lentas y llenas de cariño, pareció calmarse un poco, ya no hipaba.
— Lo siento tanto Park HyeMin...
SeokJin
— Jungkook, escúchame.
Tomé sus manos en un agarre desesperado, pero él seguía teniendo esa mirada perdida.
— Hyung, yo confiaba en ti, cómo pudiste hacer eso. No mereces nada de lo que tienes.
—.... Eres un ser despreciable. Sabías que le costaba relacionarse, pero aún así lo hiciste.
Se soltó de mi agarré poniendo ambas manos en su regazo.
— Jungkook, No dijiste nada ¿Cierto?
Su vista se fijó en la mía.
— Intenté decírselo en el centro pero no pude. Se veía tan feliz.
— Lo sé, es feliz conmigo, por eso no debes decirle a nadie, ¿¡escuchaste Jeon?!
— Lamento decepcionarle, pero su madre ya lo sabe.
— ¿Cómo?
— Su madre es vecina de la mía.
— No puede ser. Confiaba en tí.
— No tanto cómo yo lo hacía....
— Ahora sé, que nunca te conocí en verdad, SeokJin.
Y así, sin más se levantó de su asiento para luego golpear un par de veces mi hombro, yo a cambio, seguía en shock.