GENIUS ╭ Na Jaemin ╮

O 1

Me extrañó mucho cuando todo se quedó en silencio a mi alrededor. De un momento a otro todas ovaciones a mis actos enmudecieron, ellos se detuvieron pero yo no lo haría.

—¡YUN! ¡QUIERO VERLA EN ESTE MISMO MOMENTO EN LA DIRECCIÓN!

La ronca voz me escarapelo el cuerpo y caí en cuenta de mis actos al parecer un poco tarde.
Detuve mi puño en lo alto y giré lentamente mi cabeza al costado intentando no verme tan atemorizada.
En la frente de la mujer sobresalía una vena y su rostro tenía un color rojo intenso. Los nudillos de su mano estaban blancos por la fuerza con la que apretaba estos y parecía querer enterrarme y quemarme viva con la mirada.
Afloje mi agarre de la camisa de mi contendiente y baje suavemente mi puño. Solté una risa nerviosa que cambié rápidamente por un rostro de miedo al ver que la expresión en el rostro contrario no cambiaba.

Ahora sí estaba jodida, muy jodida.

—¿Acaso no me ha oído? —su ojo derecho se entrecerro un poco y siguió lanzandome aquella fulminante y asesina mirada—¡SUELTE A LA ALUMNA SEO EN ESTE MISMO MOMENTO!

Su grito histérico provocó que de un solo salto me levantará de encima de la chica que momentos antes me había ensordecido por sus gritos.
Era fin de año y había deudas que debia cobrarme y no conocía mejor manera que la venganza tomada por mano propia, pero quizás no me detuve a ver la sangre que salía de su labio hasta que la directora llegó.

Caminé a paso lento, pase cabizbaja al lado de la mujer y me encamine a la dirección sin musitar alguna queja.

Papá me va a matar.

Espero que esto solo signifique una pequeñisima mancha en mi nota de conducta, finalmente mi puesto escolar no es bajo como para que tenga la nota más deplorable. Solo le he roto el labio a Seo Heri. ¡Se lo merecía! Y deberían estarmelo agradeciendo. Esa tipa no se cansa de fastidiar.

Podía sentir los pasos fuertes y furioso de la directora atrás mío acompañandome en mi recorrido hasta la sala respectiva; lo cual me ponía la piel de gallina.

En cuanto llegué a la puerta que mantenía una amplia placa que decía "Dirección", mi rabillo del ojo observó ligeramente a la mujer mayor que venía atrás mío.

—¡Entre ahora mismo! —grito a penas detectó mi mirada. Regresé velozmente mis ojos y abrí de inmediato la puerta. Di largos pasos hasta quedar sentada en la silla frente al amplio escritorio propiedad de la misma persona que en este preciso momento cerraba la puerta con un gran azote.

Se sentó frente a mí.
Apoyó sus codos sobre el escritorio y sin pronunciar una sola palabras soltó un fuerte suspiró y retuvo su cabeza con sus manos.

—Yo... —iba a hablar pero su mirada furiosa se levantó a mi y tuve que callar.

Lo sé, sé que probablemente no he tenido el mejor comportamiento este año pero...

—En todo el año has mandado a mas de 10 alumnas sangrando a la enfermería y tienes la maldita suerte de que a sus padres no les importa un comino sus hijas, de lo contrario ahora mismo estarías recluida en un penal de menores. Incontables veces te has peleado en plena hora escolar hasta con chicos y has faltado el respeto innumerables veces a la maestra Kim. —oí atentamente y me fue difícil reconocer que todo aquello había hecho yo, a mi parecer es una exageración—¡Pero! ¡Todas tus notas son perfectas! Y es que no lo entiendo. ¿Cómo alguien como tú puede ser tan inteligente? Le has dado a la escuela dos medallas en los concursos de matemáticas y literatura. Ganaste una beca entera para la mejor escuela de idiomas de la ciudad dando con esto a la escuela una fabulosa reputación. Según las estadísticas, luego de tus logros, el alumnado incremento en un 10% pero pese a todo, ¡Sigues siendo una mocosa con una deplorable actitud!