GENIUS ╭ Na Jaemin ╮

O 3

—¿Es enserio? —su voz gruesa y con claro tono de decepción resonó en la oscura sala.

Avancé unos pasos a ciegas y logré identificar el switch de la luz, cuando encendí esta encontré a papá sentado en el sillón a la derecha.

—¡Hola papi! —saludé efusivamente intentado distraer su atención sobre lo que ya sabía era el motivo de su enfado.

—Yun BaeYi yo no te he criado de esta forma —sus palabras detuvieron mis pasos hacia él. Bajé mi cabeza y empecé a jugar con mis dedos—¿Por qué lo hiciste?

En realidad no tenía una excelente excusa e inventar algo a última instancia no saldría bien y solo lo haría enfadarse más.

—Yo solo me dejé llevar por la ira —admití sin darle mucho silencio a la espera.

Oí un fuerte suspiró de su parte.
—Tienes la enorme suerte de que se te ha dado una segunda oportunidad. Y espero realmente que madures con esto, porque a las siguiente definitivamente ni yo estaré a tu lado.

Se levantó con furia del sillón y paso por mi lado dejándome sentir una corta corriente de frío y el olor a su perfume.

Odiaba aceptarlo pero él tenía razón.
Cuando inició el año Heri y yo siempre tuvimos violentos encuentros los cuales nos llevaron muchas veces a pasar encerradas en el aula de castigos, pero jamás pensé que llegaría a perder el control de un momento a otro a ese extremo. Para ser sinceros ella empezó, pero yo fui la tonta en continuarlo sabiendo muy bien que ya tenía advertidas las consecuencias.

Papá tenía razón, debía aprender a madurar y dejar de llevarme por la cólera o aprender a reaccionar de otra forma. Ahora tenía que ayudar a un tipo con sonrisa permanente a subir unos cientos de puestos en sus notas, de lo contrario, tanto él como yo estaríamos fuera del instituto.

Me preguntó, ¿que tan difícil será hacerle aprender?

***
**
*

Fantástico, mi primer sábado de vacaciones las voy a tener que pasar de profesora de un...

Número desconocido:

Me puedes llamar Nana. :3

Ahogue una risa. ¿Nana? ¿Que clase apodo de mascota es ese?

Lo agendare como Na Jaemin. La seriedad por delante.

—¿Ya estas despierta? —unos golpes acompañaron a sus palabras del otro lado de la puerta.

—Sí. —respondí. Parecía ya no estar tan molesto.

—Bien. Me tengo que ir. Vuelvo para el almuerzo. —pero su tono de voz seguía siendo algo frío conmigo.

Iba a desearle un buen día, iba a darle un abrazo de despedida pero al oír sus pasos alejarse rápidamente me retracte. Él seguía molesto y no podía forzarlo a perdonarme, solo tenía que demostarle que haría todo bien.

7:15 a.m.

Se supone que Jaemin tiene que estar aquí a las 8 en punto. Aún tengo tiempo para desayunar y preparar un almuerzo para papá cuando vuelva.

Pasó el tiempo como siempre, volando, a duras penas logre terminar mi desayuno y limpiar la cocina, el resto lo dejaré para luego.

El timbre de casa sonó. Exactamente a las 8. Que puntual.

Seque mis manos y me aproxime a la puerta.

—Hola —ni bien abrí la puerta un saludo enérgico con una gran sonrisa aparecieron del otro lado.