CAPITULO 9

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Los días iban pasando y por fin era viernes, eso significaba que en un día es mi cumpleaños. Me di cuenta que durante toda la semana, Mireya y Ana hablaban cuando yo no estaba con ellas. No sé qué estarían planeando, pero viniendo de ellas sería cualquier cosa.

Narra Ana

Esta última semana Mireya y yo hemos estado preparando la fiesta de Miriam. Queríamos tener todo bien preparado para mañana y que no faltase nada por hacer. Ahora Mireya y yo habíamos aprovechado para hablar un poco de la fiesta, ya que no estaba Miriam con nosotros. Ella estaba con Mimi hablando.

- Tiaaa, ¿lo tienes todo preparado para la fiesta de Miriam?- le pregunté a Mireya.

- Ai amiga, me subestimas jajajaj. Claro que lo tengo todo listo. Pero se me a ocurrido algo- me contestó.

- ¿Qué?

- Pues que hables con ella.

- No creo que sea el mejor momento. Si me dice que no va a ser un palo muy grande.

- Venga Ana. Deja de evitar lo inevitable y hazlo.

- No estoy segura.

- Tu confia en mi. No pierdes nada por hablar con ella.

- Vale, mañana hablaré con ella.

Terminamos ahi la conversación porque Miriam se había acercado a nosotras.

Narra Miriam

E estado hablando con Mimi para convencerla de que viniese mañana a mí fiesta, pero ella insiste en que no. No quiere arriesgarse a que Mary nos vea juntas y me fastidie la fiesta. Al final desistí y me fui con Mireya y Ana que estaban hablando.

Estábamos en el patio y me puse a hablar con ellas y al de un rato Roi se acercó a nosotras.

- ¿Podemos hablar?- me preguntó.

- Tu y yo no tenemos nada de que hablar- le respondí lo más borde que pude.

- Miriam, por favor. Déjame explicártelo.

- Roi no seas pesado. No quiero tus explicaciones. No pienso perdonarte lo que me hicistes.

- Solo déjame explicarme. Aunque no me perdones por favor.

- De acuerdo. Pero lo hago para que me dejes tranquila.

Nos apartamos un poco de las chicas y el empezó a hablar.

- Lo siento mucho enserio. No tenía que haberte engañado.

- Pues habértelo pensado antes.

- Me e dado cuenta que te necesito. Cuando me dejastes me di cuenta de que sin ti no soy nada. Dejé a la chica con la que estaba y desde entonces no estoy con nadie. Vuele conmigo.

- Me habías dicho que sólo hablar y nada de volver contigo. Olvídate.

- Miriam por favor. Mi Miriam, vuelve conmigo.

- E dicho que no.

Cuando le dije eso me quería ir, pero él me agarró del brazo.

- Roi, me estás haciendo daño. Sueltame.

- No hasta que no vuelvas conmigo- insistió él.

- ¡E dicho que me sueltes!- le grité y le di una torta para que me soltase.

Por suerte con la torta que le había metido me soltó y me fui lo más rápido que pude a donde Mireya y Ana. No entiendo que le a pasado a Roi para que hiciera eso. El no es así, bueno ahora parece que si. Nada más verme las chicas me empezaron a preguntar.

- Miri, ¿qué a pasado?- me preguntó Ana.

- ¿Por qué estás así?- me preguntó Mireya porque estaba a punto de llorar.

- Roi es un gilipollas- contesté yo.

- Eso ya lo sabíamos. ¿A pasado algo más?

- Si. A empezado a insistir para que volviese con él y que lo sentía, pero yo le e dicho que no iba a volver con el. Entonces cuando yo me iba a ir me a agarrado del brazo y le e dicho que me soltase porque me estaba haciendo daño, pero él no me soltaba. Yo le e dado una torta para poder irme y me a soltado y e venido aquí- les dije.

- Joder. Si Roi no parece de eso- dijo Ana.

- Yo pensaba lo mismo, pero ya ves que no- dije yo.

- Yo le mato. Le voy a clavar uno de mis tacones ahora mismo. Dónde coño está que no va a salir ileso de esta- dijo Mireya.

- Mireya déjalo. No vale la pena, no voy a volver con él- dije yo.

- Mejor vamos a hablar de otra cosa. Mañana es tu cumple. ¿A qué hora quedamos?- dijo Ana para que no pensara más sobre eso.

- A las seis en el local. Yo te paso a buscar en coche a menos cuarto para ir. Y no tardes que nos conocemos.- me dijo Mireya.

- Que síii. Te prometo que voy a estar preparada para esa hora- dije.

- Ya veremos- dijo Mireya.

Las tres reímos y seguimos hablando hasta que volvimos a entrar en clase. El día se me pasó bastante rápido y ya había acabado y me estaba metiendo en la cama para descansar.

A la mañana siguiente me levanté y me fui a correr. Siempre que podía iba a correr porque era una forma de quitarme el estrés acumulado durante todo el día. Cuando volví, me duché, comí con mi familia y jugué un rato a la playa con mi hermano pequeño que tenía 10 años. Cuando me quise dar cuenta ya eran las cinco y me empezé a preparar para estar lista para cuando llegase Mireya. Mireya llegó y yo bajé enseguida, ya que ya estaba preparada.

- ¡¡Bien!! Has llegado puntual jajaja- me dijo cuando entré en el coche.

- Te dije que iba a llegar puntual. Yo no miento. Ahora dime, ¿a donde vamos? Porque todavía no lo se- le pregunté.

- Es sorpresa. Ya lo verás.

Estuvimos hablando durante un rato hasta que me dijo que ya habíamos llegado.

- Ya hemos llegado. Lo siento por ti, pero te tengo que tapar los ojos.

- ¿Enserio? No me gusta nada que me tapen los ojos.

- Que más da. Si son solo unos minutos. Nada más.

Me tapo los ojos y cuando habíamos andado unos cuantos pasos me quitó la veda con la que me tapaba los ojos y vi todo lo que había preparado junto a Ana.

- ¡¡Sorpresa!!- gritaron todos.

Les saludé uno a uno, pero me di cuenta de que faltaban una persona que quería que estuviese allí. Por eso le pregunté a Mireya.

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Aquí tenéis el primer capítulo del año. Espero que esté 2019 os traiga muchas cosas buenas y ninguna mala. Feliz años a todas.

Como siempre muchísimas gracias por leerme y por votar.❤️

Negación~wariamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora