Capítulo XXX

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____ se paró de un salto de la silla, haciendo que esta se cayera para atrás.

- ¡¿Qué estás diciendo, Albus?! - gritó - ¡Tiene que ser una broma!

- Me temo - empezó a responder, tranquilamente, Albus Dumbleodore - que no es una broma, mi querida niña. Voldemort es un ser mezquino y ruin, únicamente motivado por su deseo de ser superior a los demás, no es de extrañar que quiera hacer una cosa así.

- Pero... - ____ movió la cabeza de un lado a otro, lentamente - No, Albus, no - dijo, frenética -, tienes que estar bromeando, por favor - suplicó.

- Oh, querida ____ - Albus se puso de pie y rodeó su escritorio, tomó a la joven de sus hombros y le dedicó una tierna sonrisa -, ya quisiera yo que fuera una broma - ____ se limpió las lágrimas de sus ojos con una mano.

- Lo entiendo, yo... - miró a un lado - lo entiendo, enserio lo hago - Albus sonrió tiernamente, arregló el cabello de la joven detrás de su oreja y le tocó levemente una mejilla.

- Tu estarás bien, tienes a Marie y a Cameron - rió un poco -, incluso a la vieja Señora Gorda - ____ sonrió, melancólica.

- Lo sé - murmuró, se limpió los ojos acuosos con el dorso de la mano y miró directo a los ojos del viejo director -. Debo irme, ya es tarde - dijo, se apartó y caminó lo más rápido posible hacia la puerta.

- ____ - oyó que la llamaba Albus cuando abrió la puerta de su oficina pero no se volteó -, no olvides lo que te he dicho. Tú sabes lo que él tiene que hacer, y lo ayudarás a cumplirlo - ____ cerró los ojos momentáneamente, conteniendo el dolor que le causaban esas palabras luego, muy lentamente, asintió con la cabeza.

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Cuando ____ entró en el gran comedor de Hogwarts la mañana siguiente se dio cuenta de que algo había cambiado. Aunque era domingo, los estudiantes de Gryffindor estaban vestidos con los colores de la casa y no con ropa de calle, como era usual, había un espíritu animoso y alegre que salía de todos ellos y, a medida que avanzaba para sentarse junto a sus amigos, se daba cuenta de que todos estaban sonriendo y muy exitados por algo. Cuando llegó a estar frente a Harry, Ron y Hermione se dio cuenta de que ese espíritu se había contagiado tambien a ellos, los dos hombres llevaban sueteres de los colores de Gryffindor y Hermione una bufanda. Ella la miró fijamente cuando se sentó a un lado suyo.

- Hola - la saludó -, no te vi esta mañana ¿Dónde estabas? - le preguntó moviendo un poco el periódico en sus manos. ____ recordó la pesada noche que había tenido, arrinconada en el sillón de la sala de menesteres, comiendo los dulces que sobraron de su visita a Honeydukes mezclados con sus lágrimas saladas.

- Me quedé con Albus - mintió -, tenía muchas cosas que hablar con él - Hermione asintió con la cabeza. ____ se sirvió un poco de chocolate y tomó un muffin, mordisqueándolo despacio.

- Y bien - llamó su atención Ron - ¿Qué tal les fue?

- ¿Qué les fue con qué? - preguntó Hermione, distrayendo su atención del periódico.

- ¿Su cena? - aclaró Ron.

- Bastante aburrida diría yo - respondió Hermione - Aunque... - mióÛ con complicidad a Harry - A Harry le gustó el postre - el susodicho la miró confuso un momento, luego miró interrogante a ____, quien hacía un enorme esfuerzo aguantando la risa, esta señaló con su cabeza a la derecha donde se encontraba sentada Ginny Weasley. Harry se puso rojo y tomó un poco de jugo.

Headphones (Draco y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora