Capitulo 1-El bar.

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-Aqui tiene.

-¿Cuánto es? Imagino que lo de siempre.

-Efectivamente, es como siempre, la tarifa de los 20 kilos no cambia.

Saca el fajo de billetes y me lo da, a cambio de sus 20 kilos de cocaína.
Espero a que el cliente se monte en su coche y se vaya de aquí, como siempre.
Son las 19:00 y casi es de noche.
Una vez que ha pasado el suficiente tiempo para que no vuelva, me quito la peluca y las gafas, le saco la sábana que cubría al coche para que no lo reconozca y suspiro.
Estoy harta de tener que hacer esto cada x días, pero es lo que hay.
Me monto en el coche y empiezo a conducir hacia la tienda de chucherías, como cada vez que me toca hacer esto.
Aparco el coche y cuando me bajo, me pongo la capucha de la sudadera. Camino a la tienda y una vez allí dentro, compro las pipas y la botella de agua. Los llevo a la caja de compra y el cajero al verlo se empieza a reír.

-¿Otra vez las pipas y el agua señorita?

-Si, es que después del trabajo es lo que más me apetece, además son un vicio.

-Le entiendo, si que son un vicio. Pues es lo de siempre, 1,20 €.

Saco la cartera y veo que me llaman al móvil.
Mierda, es Chad.

-¿Que pasa?

-Tu padre, que quiere que vengas ya al bar.

-Ya voy joder.

-Hey Xama, no lo pagues conmigo, yo solo soy el mensajero.

-Que te den Chad.

-Lo que tú digas, yo solo te comunico que está un poco nervioso porque no llegas.

-Que pesado es, dile que si tardo mucho es por su culpa. Voy para allá.

Cuelgo y termino de darle el dinero al cajero. Agarro la bolsa con las pipas y el agua, al salir de la tienda me choco con dos hombres y sigo hacia adelante. Tengo demasiada prisa.

-¡Ten más cuidado! Pisha no veas si lleva prisa la chavala.

Hago oídos sordos y me monto en el coche. Me quito la capucha y miro hacia los lados por si hay alguien...calle vacía, es el momento. Saco de la guantera del coche el fajo de billetes y lo meto en la bolsa junto a las pipas y el agua. Es un viejo truco que uso para no llamar mucho la atención yendo por ahí con un fajo de dinero en las manos. La dejo a los pies del asiento del copiloto y conduzco hacia el bar. No está ni en el centro ni en las afueras de Madrid, digamos que está en un punto medio de los dos.

Llego y rodeo el bar para poder meter el coche en el garaje. Pero un coche aparcado en la puerta del mismo me lo impide, es el coche de Logan, o se le ha vuelto a olvidar las llaves, o el garaje está atope o están trabajando en algo.
Pues nada, a buscar aparcamiento.

Después de unas cuantas vueltas por fin encuentro uno. Aunque esté un poco retirado del centro de Madrid, hay varios comercios a los alrededores que normalmente suelen estar concurridos, pero a esta hora ya apenas hay gente.
Agarro la bolsa y salgo del coche, entro al bar, no está ni muy lleno ni muy vacío, más bien son los que siempre vienen. Camino hasta la barra del bar y saludo a Rosa, la camarera, es una señora mayor que lleva trabajando con nosotros desde que tengo uso de razón.

-¿Y mi padre, Rosa?

-Esta hablando con Chad y con Logan- responde preocupada y se acerca a mi para hablar en bajito-Casi los pillan Lexa.

-¿Pero con los coches o con la harina?

-Coches.

-Pues vaya tela, ¿Me pones unas patatas? No he podido comer nada en todo el día.

-Claro que si cielo, y luego te hago un bocadillo.
Rosa se da la vuelta y empieza a buscar las patatas.

No me he presentado.
Me llamo Lexandra Vega, bueno en verdad es Lexandra María Vega García, la gente me suele llamar Lexa, creo que podéis entender el porqué.
Tengo 22 años y estudié un grado de ADE, aunque no me sirve de mucho para lo que me dedico. Trabajo en el bar de mi padre como camarera...y también como traficante de drogas.
Llevo dos años haciendolo y cuando te das cuenta de lo que es, es una real mierda, pero bueno, yo no quise hacerlo, me obligaron.
Solo vendo, no consumo.
Pero esto no es todo, mi padre tiene coches, hacemos carreras ilegales también. Se participa por parejas, yo suelo ir con Yuri, mi mejor amiga.

El bar está dividido en cuatro zonas:

La zona del bar, donde es como un bar normal y corriente con sus mesas y demás dividida en dos plantas, yo me suelo encargar de la planta de arriba junto con Yuri.

Un apartamento, está arriba del bar, basta con subir unas escaleras que hay en un cuartillo y ya estás en ella. Tiene una entrada principal fuera, la del cuartillo es solo para entrar por el bar. No es mi casa, la usamos para tener reuniones y para quedarnos alguna noche cuando estamos muy cansados después de trabajar.

El garaje, al fondo del todo, es donde tenemos los coches de carreras. Si tú los ves por fuera dirías que son coches normales, pero no es así, el motor y el sistema de cada uno están trucados para que corran más y sean más eficientes en las carreras.

Y por último el sótano, donde se almacena la droga. Está camuflada con las cosas que usamos en el bar.

Una mano cae en mi hombro, me giro y lo veo ahí plantado y sonriendo. Es Chad.

-¿Estáis bien?¿Y Logan donde está?

-Todo perfecto Xama, Logan está arreglando un coche, da un fallo en el motor, ¿Y a ti cómo te ha ido?

-Estupendo como siempre.

Chad sonríe y se sienta a mi lado para comer patatas conmigo.
Chad tiene 24 años, se podría decir que es mi mejor amigo, le quiero como a un hermano. Es alto, moreno y ojos pardos, y digamos que está fuertecito. Lo conocí cuando me enteré de que mi padre se dedicaba a lo de las carreras ilegales, hace 4 años, desde ahí empezamos a hablar y nos llevamos genial. Me llama Xama, viene de Lexa y María, según él, mi madre estaba borracha el día que eligió mi nombre porque dice que es muy muy raro.

-Por cierto, tu padre me ha dicho que te encargues de la planta de arriba.

-Y una mierda, le toca a Yuri, yo estoy muerta de cansancio.

-Yuri está de misión, te toca a ti.

-Pues dale tú esto a mi padre y dile que la próxima vez va él.

Le doy la bolsa con las pipas, la botella y el dinero, al estar ahí metido los clientes del bar no sospechan tanto.
Me levanto a regañadientes y subo a la planta de arriba para atender y servir.
Cuando decimos que alguien está de misión quiere decir que está con algo relacionado con las drogas, y cuando está de viaje, con el tema de las carreras.
Pillo mi libretita para anotar y camino hacia la mesa.

Esta gente me suena...como no me van a sonar si son jugadores del Real Madrid.
Ojalá fueran del Barcelona.

Es parte de mi vida. Marco Asensio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora