Es parte de mi vida. Marco Asensio.

Capitulo 6-Casa madridista.

-¿Marco?¿Marco Asensio?

La ventanilla se baja del todo y efectivamente, es Marco.

-¿Que haces aquí?-pregunta curioso-Esta lloviendo.

-¿No me jodas que está lloviendo? No me había dado cuenta, no había visto el chaparrón.

Rueda los ojos y me mira divertido.
-¿Esperas a alguien?

-A mi príncipe azul-contesto burlona-No espero a nadie, estaba paseando y empezó a llover.

-Sube y te llevo, no soy tu príncipe azul, dejémoslo en tu príncipe blanco.

-Pues yo preferiría que fuera un príncipe azulgrana.

-¿Subes o me voy?

Me levanto de la parada y corro a montarme en su coche, un Audi blanco bastante lujoso. Veo que ha colocado una toalla en el asiento para que no se lo moje.

-¿A tu casa?-pregunta mirándome.

¿Mi casa? Imposible, si llego con él a mi casa y mi padre me ve bajando de su coche, me va a machacar a preguntas y paso de eso. Cuando quiere y le interesa si que se preocupa por su hija, igual que no sabe que me acuesto con Logan, porque si lo supiera ya lo habría echado hace tiempo. Le da miedo que dejen embarazada a su hija y no pueda seguir en las carreras o con las drogas. Que buen padre que es, nótese la ironía.

-A mi casa no, se me han olvidado las llaves en el coche de un amigo.

-¿Pues entonces al bar?

-Tampoco, las llaves están todas juntas.

-¿Pero ahora está abierto no?

-No, hoy cierra antes porque nadie se podía quedar trabajando allí.
En verdad es mentira, cierra antes porque van a preparar los paquetes para mañana.

-Pues no sé entonces a donde llevarte.

-Déjalo, no se ni por qué me he subido a tu coche.
Me quito el cinturón para bajarme del coche, pero Marco me pone una mano en mi brazo.
-¿Que pasa?

-¿No tienes a donde ir?

-No, se me han olvidado las llaves y mis amigos están ocupados.

-Pues te vienes a mi casa, no voy a dejar a una chica sola con lo que llueve y a esta hora.

Lo miro con una ceja subida y me mira con una sonrisa infantil. Ruedo los ojos divertida y vuelvo a abrocharme el cinturón.
Arranca el coche y empieza a conducir hacia su casa.

Por el camino nos vamos conociendo, él es de Mallorca, su color favorito es el rojo, tiene 22 años como yo, su hermano y su padre viven en Mallorca y vienen a verle muy de vez en cuando, de su madre no me ha dicho nada, a lo mejor están separados como los míos o algo peor...aunque espero que no sea eso por favor.

Llegamos a su casa, es moderna y por fuera se ve bastante grande. Mete el coche en el garaje y nos bajamos de él. Abre una puerta y veo que al otro lado está lo que parece ser el salón de la casa. Pone una mano en mi espalda y paso al salón. Es amplio y se puede ver una parte del piso de arriba desde aquí. El salón está decorado en colores blancos y grises, tiene un sofá grande enfrente de un plasma enorme, debajo hay un mueble con fotos y una play 4.

-Ponte cómoda, ahora vengo.
Marco se quita la sudadera del chándal y se va del salón.

Mientras que no está, me entretengo jugando a mi móvil a un juego de crucigramas que tengo hasta que veo un mensaje de mi padre.

-Papá:¿Donde estas?
-Yo:¿Ahora te preocupas por tu hija? Que te importa donde esté.
-Papá:Mañana a las 08:00 aquí, ya hablaremos tu y yo.
-Yo:Ok.

Ahora es Chad.

-Chad:Xama, tu padre está cabreado porque no sabe dónde estás, ¿Te ha pasado nada?
-Yo: no, no te preocupes, empezó a llover y me encontré con una amiga, voy a cenar con ella.
-Chad: vale, se lo digo para que se calme.

Cierro WhatsApp y vuelvo a mi juego.
¿Lo he dicho antes?
Odio a mi padre.

Marco aparece en el salón cambiado de ropa, lleva un chándal gris.

-¿Por qué no te has sentado?El sofá no muerde.

-Pero si me siento lo mojo.

-Mierda, ven a mi habitación y te dejo algo.

Mueve su mano para que lo siga y subimos las escaleras, arriba hay un pasillo largo con cuatro puertas, abre una y pasamos. Supongo que es su habitación ya que está llena de cosas como ropa, calzado, etc. Abre un armario y saca un pantalón de chándal blanco y una camiseta del Madrid.

-El pantalón te lo acepto, ¿No tienes otra camiseta?-pregunto mirando con asco la del Madrid.

-Eres culé-contesta riendo y saca otra camiseta, de la selección española-Espero que esta te guste más.

-Me encanta.

-Sígueme y te enseñaré tu habitación.

Salimos de su habitación y nos metemos en la de al lado, tiene armarios y una cama, supongo que es la habitación de invitados.

-Puedes cambiarte aquí, voy a la cocina a preparar algo para cenar, ¿Te gusta la pizza barbacoa?

-Si.

-Perfecto.

Sale de la habitación para preparar la cena y yo me quedo embobada mirando por la ventana que da a la parte trasera de la casa. Tiene unas vistas increíbles de Madrid a lo lejos alumbrada por las luces de las casas, es precioso.
Me quito la ropa y empiezo a ponerme la que me dió Marco. Cuando tengo el pantalón puesto, se me cae al suelo. No tiene gomita y me queda enorme, y mira que él no está gordo ni yo soy muy delgada.
Abro un poco la puerta de la habitación y asomo mi cabeza para gritarle si tiene otro pantalón que sea más pequeño.

-¡Tengo uno!¡No sé si te va a gustar mucho!¡Es de cuando entré al equipo por primera vez!¡En esa época estaba flacucho!

Abre la puerta de golpe y me mira de arriba a abajo haciéndome un escáner y se muerde el labio.
Estoy en ropa interior.

Cojo la camiseta y me la pongo rápidamente, menos mal que me llega hasta debajo del culo.
Le quito el pantalón de las manos y me lo pongo, me sigue quedando un poco grande pero mucho menos que antes.

-Bueno listo, gracias.

-Me gustaba más como estabas cuando entré.