Capitulo 54-Tania.

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-¡Tienes que empezar a empujar ya!

-¡He dicho que no!¡Hasta que no esté el padre la niña no nace!

-Xama tía, todavía no ha nacido la chiquitina y ya le estás poniendo normas.

Echo mi cabeza hacia atrás y suspiro. ¿Dónde se ha metido este hombre? Hace más de media hora que le empezamos a llamar y no aparece, además hemos visto que Solari lo ha cambiado, seguro que estaba al tanto de la situación y lo ha hecho para que venga.

-Lexandra, tienes que ir ya, puede ser peligroso para las dos.

Miro atónita al doctor y luego a Chad.
Yuri se acerca a la camilla y me abraza fuerte.

-No te preocupes por él Lexita-dice Yuri tierna-Tú solo trae a mi sobri a este mundo y ya nos encargaremos del cafre del padre.

Mónica asiente y cuando Yuri se separa de mi, viene a abrazarme. Tengo miedo, mucho miedo...no quiero hacer esto sola, y para colmo Kevin no está en el hospital, se ha ido de viaje y no vuelve hasta dentro de dos semanas.
Me cae una lágrima y Chad me la quita rápidamente. Lo miro y me mira sonriente.

-Venga Xama, que tú puedes ostia-dice dándome ánimos y la mano-¿Te acompaño hasta la puerta del paritorio?

Asiento y los médicos empiezan a mover mi camilla. Pongo una mano en mi barriga y la acaricio. Por fin voy a poder verle la cara a Tania, a mi cosita...tienen razón con lo del amor a los hijos y todo eso, tengo más que claro que cuando nazca va a ser la persona que más voy a querer en mi vida.

Me sacan al pasillo y miro a Chad con miedo. Me aprieta el agarre de mi mano con la suya y me da un beso en la frente.
Si algún día le pasa algo a Chad, sin lugar a dudas va a ser de los peores días de mi vida. Se ha convertido en más que un amigo, es como mi hermano mayor, siempre que lo he necesitado ha estado ahí, en las buenas y en las malas. Lo quiero mucho.

-Chad.

-Dime Xama.

-Sé que nunca te lo he dicho, pero te quiero.

-Sabes que lo nuestro nunca va a funcionar pajarito-responde riendo divertido-Por dos cosas, una que Yuri te mata y que a mí me corta los huevos, y la segunda es que eres como mi hermana pequeña, siento que tengo la necesidad de protegerte en todo momento Xama.

-Jo que bonito-contesto llorando-Ya no sé si mis lágrimas son de angustia, o felicidad por lo que me has dicho.

-Dejémoslo en emoción y ya está.

Llegamos hasta la puerta y aquí es cuando le piden a Chad que se quede fuera. Me da un abrazo y me susurra que todo va a ir bien. Sé que puede que esté montando una que parece que me van a operar de vida o muerte a corazón abierto, pero es que estoy muy nerviosa, es la primera vez y como toda primera vez en esta vida, una está nerviosa.

Espero con los médicos fuera a que tengan la sala preparada. Yo no aguanto más las contracciones, Tania está pidiendo nacer ya.

-¡Un momento!

Giro mi cabeza y veo a Marco corriendo con la ropa del partido y la bolsa en la mano.
Las lágrimas empiezan a salir sin control y veo como le tira la bolsa a Chad y viene a por mí.

-¿Cómo estás? ¿Todo bien? ¿Ha pasado algo?-pregunta nervioso dándome un beso y luego mira mi barriga-¿Tania sigue ahí? He venido lo más rápido que he podido Lexa, perdón por llegar tarde.

-¿Este es el padre?-pregunta el médico mirándolo de arriba a abajo.

-Si, ¿Algún problema?-pregunta Marco mirándole serio-¿A qué espera para ir a la sala? ¡Vamos hombre!

El médico parpadea unas cuantas veces y entramos a la sala. A Marco le piden que se ponga una bata, pero cuando se la van a dar, empiezo a sentir mucho dolor. El médico jefe, por llamarlo de alguna forma, mira que está pasando. Marco está dándome la mano y acariciándome la cabeza. El médico mira alarmado a los demás y yo aprieto mi agarre en Marco, que ya se ha puesto la ropa que le han dado.

-¿Que está pasando?-pregunta Marco asustado-¿Que problema hay?

-Viene del revés y con dos vueltas de cordón.

Miro con pánico al médico y empiezo a llorar descontroladamente. ¿Puede pasar algo más por favor?

-Lexandra María, relájate, solo tienes que seguir la instrucciones que te vamos a ir dando.

Asiento y empieza a decirme que si empuje y que aguante la respiración. A cuánta más fuerza al empujar hago, más fuerte agarro la mano de Marco, al final va a tener que pedir la baja.

El médico me pide que dé un último esfuerzo y yo cierro los ojos del dolor.

-Va rarita, que tú puedes-dice Marco dándome un beso en la frente-Ánimo venga.

-¡Cállate la boca un mes!

La ayudante del médico suelta una risita por mi comentario y seguidamente vuelve a concentrarse en su trabajo. Seguro que no es ni la primera ni la última vez que escucha algo así.

Empujo con todas mis fuerzas y escucho un llanto. Tania... bienvenida.
Los médicos me la ponen encima del pecho mientras que la limpian un poco.

-Es preciosa-dice Marco y veo como le cae una lágrima-Es guapísima.

Llora, patalea, mueve sus bracitos...

Los médicos nos dan la enhorabuena y Marco se acerca para mirarle la cara más de cerca. Está llorando, al igual que yo...La familia al completo llorando. Familia...somos una familia.

-Me la tengo que llevar para hacer un chequeo-dice la enfermera cogiendo a Tania en brazos.

Asentimos y vemos cómo se la lleva a una mesa que está un poco alejada de nosotros.
Suspiro y miro la cara de Marco, nervios, emoción, alegría, felicidad...

Agacha su cabeza y me da un beso en los labios.

-Perdona por como me puse hace unas horas contigo, fui un gilipollas.

-No te preocupes, se queda en el pasado-contesto sonriendo levemente y le agarro la mano-Perdón por romperte la mano.

-No es nada-contesta sonriendo-Peores faltas me han hecho.

Terminan de limpiar y revisar a Tania y me la ponen en mis brazos. Veo como Marco nos mira cariñoso y tierno se le cae una lágrima.

-¿Puedo cogerla?-pregunta miedoso estirándose la bata verde que le dejaron.

-Eso no se pregunta Marco, eres su padre y tienes el mismo derecho que yo a cogerla.

Veo como se la pone entre sus brazos con mucho cuidado y la mira embobado.

Ahora mismo tengo delante a las dos personas más importantes de mi vida.

Es parte de mi vida. Marco Asensio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora