Release that witch [Libera a esa bruja]

Capítulo 86: La elección de las Brujas

Leaves no sabía cuánto tiempo más podía aguantar. Su regreso al campamento hacia la Montaña infranqueable desde el área silvestre le llevó casi medio mes. Con el fin de evitar ser detectada por bestias demoníacas, se ocultó cuidadosamente el interior de un tronco grueso y sólido de un árbol para confirmar que no había ninguna actividad de bestias demoníacas dentro de los alrededores antes de pasar al siguiente lugar para esconderse. A pesar de su preocupación por la lenta velocidad de marcha, no tenía otra opción que soportarlo. Una vez que fuese detectada por las bestias demoníacas, ella no sería capaz de sobrevivir por sí sola.

Más de una docena de hermanas habían caído bajo el ataque de los diablos, y las hermanas que sobrevivieron no eran buenas en la lucha. Durante el tiempo en que Mano de Hierro saltó a la multitud y comenzó su matanza, se habían dispersado en todas direcciones, pero al final, sólo había unos pocos que todavía estaban vivos y en condiciones de volver al campamento. Pensando en toda la muerte, el dolor dentro del corazón de Leaves no se detuvo.

La acción de tener que ocultar siempre a sí misma durante la fuga le causo que consumiera una gran cantidad de poder mágico, por lo que sólo era capaz de cubrir distancias de diez millas al día. En particular, siempre ahorraba suficiente energía para sobrevivir por la noche. Puesto que todas las raciones que tenía a mano se las comió, ella también necesitó buscar frutas silvestres para saciar su hambre constante. Además, el hechizo de calor en el interior de su emblema de la Asociación de Cooperación de brujas también se le había agotado el poder, por lo que sólo pudo utilizar la corteza para envolverla a su alrededor firmemente. Cada vez que pensaba en la muerte de las jóvenes brujas, a las cuales ni siquiera se les permitió madurar y que ella les juro que las protegería, no pudo contener que las lágrimas no cayeran.

Y como si todo esto no fuera suficiente, durante una noche, cuando estaba envuelta en el tronco de un árbol, fue constantemente atacada por la mordedura demoniaca, después de los constantes golpes físicos y mentales, había olvidado por completo todo eso. De repente, sentía como si su pecho estuviera abierto, y el dolor se extendió rápidamente por todo su cuerpo. El dolor la atacó tan abruptamente que ella perdió casi al instante su conciencia. Ella sólo fue capaz de defenderse cuando se mordió la lengua y probó la sangre que fluye en su boca. Bajo la constante tortura, Leaves tuvo la idea de renunciar varias veces, pero la idea de la posibilidad de que más de veinte hermanas estaban huyendo, con lesiones graves que solo ella era capaz de curar, la estaban esperando en el campamento para su regreso, lo que le dio el poder para luchar contra la mordedura demoniaca.

Afortunadamente, no tuvo que sufrir durante mucho tiempo bajo la mordedura demoniaca. Cuando finalmente estallo por el sufrimiento, descubrió que el tronco del árbol que rodeaba su cuerpo tenía una enorme brecha. Lo que es peor, estaba mojado con su sangre. Así que para que el olor de ella no se descubriera por las bestias demoníacas tuvo que luchar contra el dolor y el cansancio y quitarse la ropa antes de huir a otro árbol. Al mismo tiempo, hizo crecer algunas hojas verdes en una rama desnuda y se cosió ropa de abrigo de ellas. Bajo la guía de su magia, la rama se convirtió en una aguja y las venas de las hojas se convirtieron en su hilo.

Durante el escape, no comió los alimentos cocinados ni bebió agua tibia. Cuando por fin entró en la Montaña infranqueable, añadió dos capas adicionales de hojas a su ropa, envolviendo firmemente sus dos manos y pies, pero aun así esto no fue suficiente frente a la caída de la temperatura y la nieve que llegaba a sus tobillos, lo que causo que sus dedos del pie se congelaran. Así, que solo deteniéndose y arrastrándose, sin ningún sentimiento en sus pies, fue finalmente capaz de llegar al campamento.

En el momento en que vio la figura familiar de una de sus hermanas, Leaves cayó al suelo, inconsciente.

Cuando despertó dos días más tarde, debido al largo tiempo en el que sus pies habían estado expuestos a las bajas temperaturas, sus heridas se habían vuelto tan graves que ni siquiera su propia medicina a base de hierbas podía detener la propagación de la gangrena. No tuvo otra opción que tomar así que ocupó el último recurso y se cortó dos dedos de ambos pies.