Release that witch [Libera a esa bruja]

Capitulo 163: La Bruja Maggie

Ashes se sentó en la parte superior del castillo, esperando la llegada del día de la prueba.

Durante los últimos días, sus intentos por persuadir a las otras brujas no mostró ningún progreso. La terquedad de las brujas superó en gran medida sus expectativas, ya fueran las mujeres mayores como Scroll o las menores como Lily. Todas rechazaron su invitación. La única diferencia entre ellas fue la manera de expresar su razón al rechazarla.

Algunos optaron por quedarse a causa de Roland, mientras que otras no querían abandonar a la Asociación de Cooperación de Brujas, pero al final las diez brujas se juntaron para convertirse en una pieza de hierro inquebrantable. En cuanto a Anna y Nana, quienes originalmente pertenecían a la Ciudad Fronteriza, Ashes no estaba de humor, para incluso llevarlas lejos. En particular, cuando Ashes estaba delante de Anna, la magia que podía sentir de ella era completamente diferente a cualquier otra cosa que pudiera sentir anteriormente. Su magia parecía ser tan dura como el acero, pero al mismo tiempo también daba una sensación suave y densa. Ashes sentía como si estuvieran separadas por una pared de hierro.

Entre las muchas brujas que Tilly logro reunir, ninguna de ellas le dio esa sensación. Después de preguntar a las otras brujas sobre ese tema, se enteró de que la forma en que Anna controlaba su llama era realmente única. Sin embargo, ¿Cómo podía ser, que aunque su llama era invisible, ella todavía pudiera sentir como si una verdadera barrera estuviera presente? Ashes simplemente no podía entender eso.

En cuanto a la comparación de Ciudad Fronteriza con otras ciudades y aldeas, que Ashes observo antes, era muy diferente. Si ella lo pusiera en palabras, Ashes tendría que decir que sentía como si la ciudad estuviera llena de vida, y la gente parecía estar aferrada a un propósito común cada día.

Desde su posición en lo alto del castillo, tenía una vista panorámica perfecta de toda la ciudad. Parecía que en ese momento, el flujo más intenso de personas se encontraba en el área de la Nueva Vivienda. El área de la zona de las Nuevas Viviendas fue separado en un cuadrado, y dentro de esas áreas, cada casa parecía similar a la siguiente.

Había innumerables carruajes que continuamente llegaban con nuevos lotes de ladrillos del norte de la ciudad, al mismo tiempo los albañiles comenzaron a cavar cimientos de una docena de nuevas casas de forma similar. Poco después, podían empezar a levantar las paredes, lo cual se hizo sorprendentemente rápido. Dentro de un día, las paredes alcanzarían la altura de alrededor de un niño.

Mirando hacia el noreste, observo que el humo se elevaba constantemente hacia el cielo. El humo no era causado por un incendio en la montaña, sino por el funcionamiento de los hornos de ladrillos. En particular, estaban varias torres de ladrillo gruesas erguidas ahí, las cuales, a primera vista desde la distancia, se miraban como un bosque de colosales troncos de árboles rojos.

Mirando en dirección al río, era capaz de ver algunos de los varios veleros que llegaban a Ciudad fronteriza todos los días desde que llegó a ese lugar. La mayoría de esos veleros provenían de la Fortaleza Longsong y todos se encontrarían cargados con tantos artículos que las mercancías descargadas casi llenarían todo el muelle.

Un grupo de guardias siempre estaría resguardando el patio mientras sostenían esas extrañas picas de madera en sus manos. A diferencia de los guardias de algunas de las otras ciudades, ellos no caminaban lánguidamente por un corto periodo de tiempo antes de desaparecer para encontrar un lugar donde esconderse y tomar una siesta. No, marchaban siempre en línea recta, moviéndose entre el muelle y el patio, e incluso algunas veces tomaron la iniciativa de acercarse y ayudar a descargar los barcos, Ashes no recordaba haber presenciado jamás tal escena en ninguna de las otras ciudades.