Capítulo 177: La Voluntad de la Iglesia

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Dentro de la Catedral de Hermes.

El lugar del Papa se encontraba vacante.

Los tres arzobispos se sentaron uno al lado del otro, y una vez más el arzobispo Mayne fue quien abrió la discusión: “¿Escuche que algunos disturbios han sucedido dentro del Reino Invierno Eterno?.”

“Bajo el liderazgo del Sumo Sacerdote Coburn, los Jueces que se encontraban ahí ya están lidiando con ese asunto.” Respondió Tayfun.

“Al final, ¿Cuál fue la razón del disturbio?.”

“Si no hubiera sido por esas basuras que fueron llevadas a la Iglesia” Heather silbó “Después de la decapitación de la Reina, la mayoría de los nobles se unieron a la Iglesia y se integraron en los escalones superiores de la Iglesia debido a su plan de compromiso. Se hizo de la vista gorda al saqueo que tuvo lugar bajo el disfraz del arrestó brujas por los guardias de la ciudad. Pero, los plebeyos, no pudiendo aceptar ese procedimiento, naturalmente dio origen al resentimiento.”

“Heather, ese no había sido mi plan.” Mayne respondió en la molestia, “Ese fue un decreto proclamado por el Sumo Pontífice. De esa manera podríamos tomar el control y controlar el reino en el menor tiempo posible, en lugar de tener que seguir luchando contra la nobleza. Además, también hay algunos talentos excepcionales entre ellos, al ganarlos deberán ser una gran ayuda a nosotros. En cuanto a los bichos, ya que sus descendientes no son capaces de heredar sus privilegios, deben ser eliminados antes de crear su próxima generación.”

“Muy bien, puesto que sólo sigues el decreto del Sumo Pontífice, no diré nada más sobre este asunto.” Respondió Heather encogiéndose de hombros, “Pero esos violadores que han corrompido la reputación de la Iglesia deben ser entregados a mí.”

Mayne miró al arzobispo Tayfun, que estaba murmurando a sí mismo vacilantemente: “Propongo que por el momento no tratemos de lidiar con ellos. Cuando la turbulencia haya llegado a su fin, será posible todavía que pongamos a la aristocracia bajo arresto domiciliario, pero al hacerlo ahora, tan pronto después de que se hayan unido a la Iglesia, sólo creará un malestar dentro de su rango.”

“¡No!” Heather golpeó la mesa. “No podemos permitirles ir en contra de las reglas fundamentales de la Iglesia. ¡Cualquier saqueo que tenga lugar en nombre de la Iglesia es un delito grave, y yo soy quien tengo el control de las reglas y el arbitraje!.”

“Esta vez, con el propósito de la situación general…”

“Lo que estoy diciendo está de acuerdo con el panorama general,” Heather interrumpió directamente las palabras que estaba a punto de decir Tayfun, “¡No olvides que hemos confiado en nuestra imagen establecida de ser justa y honrada solo para conquistar el Reino Invierno Eterno! ¡Si no golpeamos severamente a esa escoria en estos momentos, la gente del Reino Invierno Eterno perderá toda su confianza en nosotros! Ese es el fundamento sobre el que la Iglesia confía y no el grupo de malditos aristócratas. Si no están de acuerdo conmigo en esto, iré directamente con el Papa y pediré su decisión.”

El Papa no tiene tiempo para preocuparse por estos asuntos, ni el fundamento de la Iglesia en manos de la gente común, sino que se decide por los grandes poderes que somos nosotros. Mayne suspiró y decidió buscar una manera de acercarse a ella para que no se exaltara demasiado con ese asunto. “Entonces, ¿Le pediremos al Sumo Sacerdote Coburn que los escolte de regreso a la Nueva Ciudad Santa para que puedan ser juzgados?.”

“Eso no será necesario, iré personalmente al frente,” dijo Heather, “Recientemente, he estado apresurando mis asuntos aquí para terminarlos los más pronto posible. Además, también debería ser capaz de volver dentro de dos o tres meses. Es natural que cuanto más gente vea un juicio, mejor será, y la Ciudad del Rey del Reino Invierno Eterno sería el mejor lugar para llevarlo a cabo.”

Release that witch [Libera a esa bruja]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora