Capítulo 116: Guerra por la Ciudad Fronteriza (2)

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Este no fue el caso donde los caballeros podían atacar desde el principio con su velocidad más rápida, después de todo, los caballos estaban limitados por su resistencia física, por lo que sólo fueron capaces de mantener su velocidad más rápida por un corto período de tiempo. Desde los mil a ochocientos metros, comenzarían a aumentar gradualmente su velocidad hasta que llegaran a los quinientos metros de su objetivo, sólo cuando llegaran a los doscientos metros comenzaría el galopeo.

Si bien en teoría, se decía que el cañón napoleónico de doce libras tenía un alcance efectivo de hasta 1.300 metros si se utilizaban balas sólidas. Tal vez porque sólo tenía la mitad del diámetro de lo normal, los cañones de Roland sólo tenían un alcance efectivo de mil metros. Como resultado, a su grupo de artillería más lejano se les permitió abrir fuego estando el enemigo a ochocientos metros. A esa distancia, llegar al objetivo era seguro, mientras que al mismo tiempo las balas de cañón también podían rebotar hacia adelante después de golpear el suelo. Dañando de esa manera a la línea enemiga, con una alta probabilidad de matar a varios de ellos con un solo disparo.

Con el fin de permitir que atacaran los mercenarios en primer lugar, El Duke Ryan ordenó a sus caballeros hacerse a un lado – dejándolos que esperan en una zona segura, es decir en un área donde los arcos y las ballestas no pudieran llegar a los caballeros, pero si a una distancia cerca para que un ataque de los caballeros pudiera ser lanzada. Conociendo la baja eficiencia de los mercenarios, los caballeros estaban listos en todo momento para tirar de las riendas de los caballos, esperando entrar en los puntos donde resista el enemigo. Sin embargo, así, se convirtieron en un objetivo casi fijo, para el grupo de artillería.

Pero el Duque ciertamente no se dio cuenta de que en el momento en que ordenó a sus tropas que se hicieran a un lado, ya había dado un paso hacia el campo de batalla que Roland había preparado. Mientras que el centro del camino era plano y amplio, sus lados estaban atestados de hojas y otro tipo de vegetación. Lo que parecía ser un simple pasto ordinario, en realidad eran verdaderas vides gruesas cubiertas por una capa de hierbas hasta las rodillas, era como un camino pegado cubierto con trampas de alambre natural. Si la caballería quería iniciar un asalto por los costados en la línea defensiva, sólo serían capaces de moverse hacia delante lentamente. La distancia de mil metros fue claramente marcada en el suelo, puede no haber sido visible para las personas en el terreno, pero para Lightning quien estaba volando en el cielo, era claramente visible. El campo de batalla estaba dividido en varios segmentos y cada marca tenía un diferente color representando una distancia diferente – el enemigo sólo seguía una regla se estaba moviendo en un tablero de ajedrez, lo que permitió el grupo de artillería disparar sin necesidad de calcular el ángulo del cañón. Sólo tenían que llevar acabo las acciones de disparo previas, como lo hicieron en su formación.

El Cañón del grupo de Van’er fue el primero en rugir de furia.

Una gran cantidad de gas generado por la detonación de la pólvora empujo la bala hacia el exterior, y en el momento que salió de la boca del cañón, ya había alcanzado una velocidad de más de cuatrocientos metros por segundo, por lo que después de dos segundos, la bala ya casi se encontraba a punto de impactar a los caballeros. Directamente se metió a través del grupo de caballeros, impactando en el suelo. Salpicando tierra y grava en todas las direcciones, creando pánico entre los caballos, un caballero reaccionó un poco demasiado tarde y cayó de su caballo.

Los siguientes dos disparos también fallaron en sus objetivos, creando una gran cantidad de polvo.

Sin embargo, el último grupo fue capaz de conseguir un golpe de suerte – originalmente no había nadie en su trayectoria de vuelo, pero un caballero que era incapaz de recuperar el control sobre su caballo asustado paso por el lado derecho de la bala. En frente de esta enorme cantidad de energía cinética, su armadura solo existió en nombre. La bala de cañón perforó simultáneamente a través del fino metal y la carne humana, rebotando en el suelo, para después golpear a otro caballero, cortándole su pantorrilla. Además, de que penetro también a través del pecho del caballo bajo la cadera del caballero y extendiendo sus órganos internos por todo el suelo.

Release that witch [Libera a esa bruja]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora