.10

8.2K 890 987
                                    



Eran las diez de la mañana cuando ya me encontraba en las Fábricas Schumacher, tuve una llamada de Jin para recordarme la hora en que debería seguir con las nuevas reformas.

No pensaba más que en cómo me recibirían en la empresa luego de lo ocurrido el día anterior con el Señor Mark; tenía un poco de miedo, pero más que nada vergüenza, a pesar de las palabras de Jin y de su padre.

Me detuve un poco en la entrada, me giré hacia la calle de enfrente donde Jimin solía esperarme en compañía de aquel flautista. Esta mañana Jimin había llegado a mi casa a las ocho treinta, desayunamos juntos pero al decirle acerca del trabajo de hoy dijo que está vez iría a su casa a descansar ya que por la tarde por fin, comenzaría a entrenar junto con Nam y Taehyung.

Suspiré y me adentré por completo a aquel edificio, comencé a subir las escaleras pues no quería tomar el elevador. Sinceramente, con esta culpa no quería ni siquiera llegar con Jin. Cuando llegué al piso correcto a paso lento caminé hasta su gran oficina y dentro de ésta estaban él y su padre.

—Buenos días.—hablé y ambos giraron hacía mí devolviendo el saludo.

—¿Podrías renovar estos sellos digitales para timbrar facturas?—pidió el padre de Jin caminando hacia mí con unos papeles en su mano mientras señalaba algunas líneas con la otra. Tan solo asentí y levanté mi vista para ver a Jin quién tenía una gran sonrisa.

—Lamento mucho lo sucedido.—dije viendo primero a dirección de Jin y después a su padre.

Ambos pusieron toda su atención en mí. Estaba muy nervioso, una parte de mí seguía teniendo miedo, pero tenía que disculparme.

—¿ Y exactamente por qué te estás disculpando?—la fuerte voz de el padre de Jin me hizo encararlo.—Dime, ¿por qué te disculpas?—continuó diciendo mientras mantenía su ojos fijos en los míos.

—Por lo ocurrido ayer.—aclaré con un poco de temor escondido en mi voz, esperando que no se notará mucho.

—¿Hiciste algo para tener que disculparte?—siguió el Papá de Jin con su semblante serio ahora adoptando una postura donde cruzaba sus brazos. No sabía qué contestar y su aguda vista comenzaba a ponerme más nervioso. —No asumas la culpa de los demás y lo pongas sobre tus hombros,—hizo algo parecido a un bufido.— tú no hiciste nada.—continuó mientras pasaba sus papeles a Jin.

Jin frunció el ceño y lo seguía con la mirada, lo perdió de vista tan solo cuando salió de la oficina dejándonos a Jin y a mí solos. No sabía qué decir o qué hacer.

—Son mis primeros amigos.—ahora habló Jin encarándome.—Tanto tú como el Señor acosador... son mis primeros amigos, debido a mi padre y a mis estudios en casa, jamás disfruté tanto mi vida desde que puedo recordar.—intentó poner una sonrisa en su rostro fallando—Así que no te disculpes, y sigamos viviendo.

Fruncí un poco el ceño, pero éste poco a poco desapareció y puse una sonrisa en mi cara.

—También te considero mi amigo.—contesté sincero, sonreímos y nos dispusimos a trabajar.

De vez en cuando veía mi móvil con mensajes tontos de Jimin donde decía que estaba un poco nervioso pero que lo haría bien. Le dije que aún tenía bastante trabajo por lo que saldría un poco tarde para que no se apresurara en su entrenamiento para venir y esperarme afuera, básicamente le pedí que hoy no viniera; aunque en realidad, tenía pensado pasar por su trabajo antes de ir a casa.

Cuando se dieron las cuatro de la tarde Jin se despidió diciendo que saldría a comer con un abogado que estaba ayudándolo con el caso de Lee y que también se reuniría con Nam; me sugirió que fuera con ellos pero me negué, quería terminar con esto lo más pronto posible, ya que quería pasar un poco de tiempo con Jimin en los próximos días.

MÁS ALLÁ DE LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora