Jimin giró su cara estampado los labios sobre la comisura de Yoongi, mientras que este hacía lo mismo. En cuanto este último notó lo que había hecho el menor, retrocedió con sus ojos gatunos casi redondos por la sorpresa.
- Que.. Oye.. Yo... - no podía formar frase alguna por la sorpresa.
El rostro de Yoongi estaba rojo brillante, boqueaba como pez y sus ojos aún amplios miraban a Jimin, quien se encontraba con una sonrisa en su rostro, pero no totalmente satisfecho.
- Lo siento, no pude aguantarme - hizo un puchero.
- me voy - Yoongi intentó huir lo más rápido posible, pero una mano apretó su muñeca.
- Esperame, voy por mis llaves y te voy a dejar.
Yoongi no había escuchado palabra alguna, solo había mirado aquellos labios que estuvieron a centímetros de los suyos, aquellos que no parecían estar soltando palabras, sino, acariciandolas, saboreandolas, razón por la que por un momento deseó con fervor ser una de ellas para que sus labios también los acariciaran de tal manera e incluso también añoró ser su lengua, para saborear aquellos labios de color fresa que lo tenían vuelto loco.
Sin darse cuenta cuanto tiempo había perdido en su imaginación, Jimin volvía con algo tintineante entre los dedos, que al parecer eran unas lindas llaves con llavero de animales.
>Listo, vamos - sonrió.
Yoongi sacudió su cabeza para así también sacudir aquellas locas ideas.
- Si - murmuró casi inaudible, sin embargo, Jimin lo escucho y tomó su mano para irse.
Caminaban hace aproximadamente diez minutos en silencio.
Y sólo quedaban alrededor de cinco para llegar, por lo que Jimin decidió romper el silencio.- Lo siento por lo de hoy - miró a su acompañante por el rabillo del ojo - necesito tus clases, por lo que no me gustaría que dejaras de enseñarme - rascó su nuca.
Jimin no quería que el mayor se enojara. Si lo hacía, quizás no le daría más clases y Jimin quería pasar más tiempo con él peli plata.
Pero, Yoongi no tenía la intención de de dejar de verlo, le daría las clases hasta el día anterior a su prueba.
Por esta misma razón, le sorprendió lo pedido por Jimin.>No dejes de hacerme clases, intentaré no volver a hacer eso, fue solo por hoy - puchereó.
- Bien - habló bajito - pero no lo vuelvas a hacer.
- No lo haré - sonrió - solo hoy.
-¿Solo hoy?
-Si - asintió--después tendrás que pedirlos.
Lo último lo susurró, más Yoongi no pudo escucharlo.
-¿como? - preguntó.
-Qué lo prometo - rió.
Por alguna razón, Yoongi sintió una pequeña —gran— desilusión en su interior.
Es que a caso ¿quería que lo volviera a hacer?
Yoongi solo sacudió su cabeza, solo eran estupideces.-Bien, te lo perdonare solo porque es hoy.
Jimin y Yoongi ya habían llegado a la casa de este último, el menor suspiró, pero puso una sonrisa aún más segadora.
- Creo que aquí nos despediremos - sonrió.
Yoongi asintió e intentó girarse, pero un brazo se ajustó a su cintura y atrajo su cuerpo al contrario.
Los labios carnosos se estamparon a los más delgados, comenzó como un simple roce, para después dar una suave danza entre ellos, para luego comenzar un beso hambriento.Yoongi apretó la camisa del menor y abrió sus labios para que la húmeda lengua entrará en su cabida bucal. Se sentía bien, gimió contra los labios ajenos y el pelinegro apegó aún más el delgado cuerpo contra sí. El beso comenzó a ser lujurioso y lleno de deseo, chasquidos resonaban y ambos miembros comenzaron a despertarse, uno rosando al otro.
Jimin se separó para tomar aire, ambos jadeaban.
-Te dije - volvió a jadear - que... No lo hicieras.
-Dijiste que me perdonaría por hoy - dio un pequeño beso que fue respondido casi por inercia--el día aun no termina.
Yoongi miró los labios ajenos y sin pensar en nada más, se acercó para deborarlos nuevamente.
- ¡VOY A BUSCAR A HYUNG!
Gritó desde la puerta de entrada y Yoongi sin siquiera llegar a tocar los labios ajenos, empujó al menor con ambas manos, haciéndolo retroceder sólo un mísero paso y lo miró con terror.
Jimin sólo sonrió ladinamente y bajó su camiseta escondiendo con ella su miembro despierto.
Si las mejillas De Yoongi poseían un leve rosa por el acto anterior, ahora estaban rojo brillante desde el cuello hasta las orejas por haberse dado cuenta como aquel beso los había puesto a ambos.>Oh! Hyung - habló el menor a espaldas de su hermano - justo ahora iba por ti.
Yoongi no despegó los ojos del menor, que si no fuera por el leve enrojecimiento de sus labios y la ereccion que sabía que estaba escondiendo, podría decir que estaba normal.
- Adiós Jimin, nos vemos mañana.
Sin mirar a su hermano, se adentró a su casa, quitando su ropa apenas cerró la puerta —dejando a su hermano afuera— y corrió en su forma animal a su habitación, con la ropa en su hocico, que estaba cargada al olor del pelinegro.
Jungkook solo quedó mirando la puerta por donde se había ido su hermano y luego giró la vista hacia su amigo.
- Que le hiciste - exigió una respuesta.
- Nada - fingió una toz - a lo mejor pasar mucho tiempo conmigo lo puso nervioso, no lo sé.
- Tienes los labios rojos e inchados - revisó el cuerpo completo de su amigo buscando algo que delatara que había hecho.
- Comi ramen picante, estaba muy picante y cuando veníamos me compre un helado - mintió - tiene que ser por eso.
Jungkook achicó sus ojos, como su madre solía hacerlo para saber si mentía cuando era pequeño, pero suspiró.
- Gracias por traer a Hyung.
- Fue todo un placer.
Ambos se sonrieron y se marcharon cada uno por su lado.
Uno directo a ver televisión y otro con prisa para llegar a su casa, a su habitación y aliviar su dolor pensando en aquel pálido y hermoso gatito peli plata.
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¿QUIERES SER MI ALFA? - JIMSU
Fanfiction- Hey - el peligris se volteo y miró al pelinegro- me gusta tu aroma. - ¿Mi aroma? - levantó una ceja. - Si, es muy rico - sonrió con algo de vergüenza - un omega con ese olor, debes tener muchos alfas tras de ti. El peligris abrió sus ojos y lueg...