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- Para, para - dijo Jimin golpeando el hombro de Hoseok - mira allá, apuntó.

Hoseok estacionó su auto en un camino de tierra y miró donde su amigo le indicaba.

Un hombre delgado, alto y de cabellos castaños desarreglos miraba a todos lados metiendo bolsas en el maletero del auto. Se veía desaliñado y cansado.

- Ese es Jaehyo - dijo Hoseok.

Jimin al escucharlo y reafirmar su suposición, intentó bajarse del auto, pero las puertas fueron cerradas con el seguro por el alfa mayor.

- ¿Por qué cierras, Hoseok? - preguntó con desesperación e intentó abrir, pero las puertas tenían seguro para niños.

- Obviamente Yoongi no está en ese auto, no se arriesgaría de esa manera - dijo sin quitarle la vista al castaño que se subía a su auto.

- Tenemos que seguirlo, nos guiará a donde tiene a mi hermano.

- Exactamente, Kook - asintió hoseok y le lanzó su celular - llama a tus papás, avisales y que estos llamen a la policía, mandales tu ubicación en tiempo real para que nos encuentren.

Jungkook asintió y comenzó a hacer lo que su amigo le dijo.
Esperaron a que una camión a pasara y comenzaron a seguir al auto negro que se dirigía por la carretera hacia el norte.

Tras veinte minutos de seguimiento, varios metros tras de él y una camioneta, el auto giró hacia la derecha, metiéndose de lleno a unos terrenos donde la yerba fácilmente podría cubrir a una persona de estatura promedio.

Esperaron a que el auto se introdujera totalmente y estacionaron en unos metros más allá.
Se bajaron los tre sy corrieron entre las secas yerbas. Llegaron hasta un camino hecho por yantas de auto y las siguieron. A lo lejos vieron una cabaña roñoza, casi se veía a punto de caerse y junto a ella, el auto negro del castaño.

Corrieron lentamente hasta llegar a la cabaña.

- Yo entrare por la puerta principal - ordenó Jimin - Hoseok, tu por la trasera y Kook, busca alguna ventana donde podría huir.

Ambos asintieron y se dispusieron a hacer lo ordenado. Jimin se acercó a la puerta y lo que escuchó lo paralizó por unos momentos.

- ¡No! - gritó y se escuchaba el forcejeo - ¡no me toques! - sollozaba - ¡Jimin, Jimin!

Y ese grito fue el detonante para que de una patada tirara la puerta.

- ¡Suelta a mi omega! - gritó.

La imagen fue lo peor que haya visto en su vida, lo paralizó por un momento. El pálido estaba tirado en el piso, con lágrimas en sus ojos, su rostro estaba magullado y sus labios tenían sangre. Una de sus manos estaba destrozada, mientras que la otra tiraba de los cabellos del alfa que se encontraba entre sus piernas, que también se encontraban rasguñadas y con hematomas. Aún se encontraba con bóxer y una camiseta, pero el solo ver al alfa tocando su piel, lo hizo ver Rojo.

Se acercó con pasos rápidos y pesados, tomó a Jaehyo del cuello ylo apretó tanto que el alfa castaño había comenzado a ponerse azul.
Lo habría matado si no fuera por el cuerpo que se aferró al suyo de impriviso.
Jimin soltó al alfa sin pensarlo dos veces y abrazó al omega que de forma desesperada intentaba pegarse a su cuello y aspirar su olor.

Jaehyo, en el momento en que el aire volvió a sus pulmones, de manera desesperada se acercó a la puerta trasera buscando una vía de escape, pero de esta se dejó ver un alfa, que acababa de romperla.

Jaehyo asustada y aún quejándose por su lastimada garganta corrió y se dirigió a la puerta principal, corriendo por su vida.

- ¡JUNGKOOK! - gritó Hoseok entrando a la cabaña - ¡PUERTA PRINCIPAL!

¿QUIERES SER MI ALFA? - JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora