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Yoongi había terminado su ducha y ya se encontraba vestido, tomó su botellita de neutralizador de aromas y se lo aplicó.
Salió de su habitación y se acercó al miembro de su familia más cercano, que se encontraba en el sofá, viendo la televisión.

-Hueleme - le pidió, dejando descubierto su cuello.

Su hermano menor, dejando de lado el control remoto, se acerco al cuello de su hermano, moviendo su naricita intentó encontrar algún rastro del aroma.

-Nada, hueles a nada - le respondió después de unos segundos.

- ¿La ropa tampoco? - preguntó.

- Nop, solo un poco a detergente - contestó.

- Y... ¿Mi pelo? - preguntó algo tímido.

Su hermano algo dudoso tomó la cabeza de su hermano entre sus manos y escarbo con su nariz los plateados cabellos.

- A nada, no siento tu aroma - respondió mirándolo a los ojos, pero su hermano desvió la mirada - ¿Pasa algo? ¿Por qué tanta insistencia con tu olor? Siempre quedas tranquilo con la primera verificación.

El pálido se paró y rasco sus plateados cabellos con nerviosismo.

-Un alfa sintió aroma en mi hace unos días - miró a su hermano menor que tenía ambas cejas levantadas en sorpresa - no se si sintió mi aroma u otra cosa, pero no me gustaría que tu amigo también los sintiera.

- Ah - respondió sin saber que decir - no te preocupes, no tienen aroma alguno.

Yoongi asintió y fue a tomar su chaqueta para irse, Jungkook apagó la televisión y lo siguió.
Jungkook iría a dejar a Yoongi a la casa de Jimin, para que el pálido pudiera darle las clases que su hermano tanto había insistido.

- No regreses a casa solo - le dijo unos metros antes de llegar a su destino - si terminas antes, me llamas.

-Soy mayor que tu, mocoso - lo miró mal - no debes cuidarme como a un niño.

- Vendré en tres horas - lo ignoró - si terminas antes por favor llamame o dile a Jimin que te encamine hasta que nos encontremos.

Yoongi solo puso los ojos en blanco. Luego del suceso de las vez pasada, su familia había estado muy paranoica, prácticamente había tenido que arrancarse al supermercado, aunque no iba a comprar nada, pasaba una hora ahí, se convencía que iba a solo mirar si habían ofertas nuevas, pero no encontraba ninguna —o más bien, no encontraba a ningún pelinegro con olor esquisito— y en cuanto llegaba a su casa, era bombardeado con preguntas, de donde estaba, con quien estaba y blah, blah, blah.

Por lo que ya sabía que su hermano —alfa— estaría en alerta en todo momento y cuidaría de su hermano omega, así que sin discutir, Yoongi aceptó su actual destino.

-Bien, te llamo - suspiró y se despidió de su hermano fuera del portón, pero este no se movía - que esperas para irte.

-Que Jimin salga - Sonrió y tocó el timbre.

La casa no se podía ver por los muros y el portón gigante de color negro.
El pálido se apoyo en la pared junto a la puerta esperando por el dueño de casa, mientras que Jungkook esperaba frente a esta.

En cuanto la puerta se abrió, su hermano habló.

- Traje a mi hermano, si terminan antes que me llame - miró a su hermano quien lo miraba mal y luego volvió la vista a su amigo, que aún no podía ser visto por el peligris - o llámame tu, mejor - sonrió - si quiere irse solo, acompañalo hasta que nos encontremos o llegues directo a casa  - miró al cielo, pensando en algo que se le olvidara, pero bajo la vista- solo eso, cuidalo - miró a su hermano y le hizo un gesto para que se acercara - él es mi hermano Yoongi.

¿QUIERES SER MI ALFA? - JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora