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Yoongi nació tosco y fuerte como todo varón de aquella manada, se preguntarán, ¿cuál es el problema?
En teoría, no hay algo malo o algo extraño, sin embargo...

-Yoongi, ya vas a cumplir cinco años, no eres un cachorro, comportarte y levántate de esa cama, debes ir a clases.

-Mami, de verdad - lloriqueo haciéndose un ovillo-me duele mucho aquí.

- Ayer estabas muy feliz jugando - quitó las cobijas- así que no me vengas con tonterías, no te creo nada, nunca quieres ir.

-Mami -intentó levantarse lentamente bajo la mirada de su enojada madre, pero cuando ya estaba de pie, sus piernas flaquearon- ¡Agh!

-¡Yoongi! - gritó y tomó en sus brazos a su cachorro-¿Donde te duele bebé?

Yoongi no podía hablar, el dolor en su vientre era insoportable, sentía su cuerpo caliente y sus huesos a punto de romper, sentía como si estos estuvieran siendo tirados, alargados a la fuerza. Soltó un alarido y su madre, una fuerte omega embarazada, lo tomó en sus brazos y corrió con él al auto, lo acomodó en el asiento trasero y se dirigió a su asiento para conducir lo más rápido al hospital más cercano.

En el momento en que llegó con el cachorro casi desmayado en sus brazos, gritando por ayuda, se acercaron una tropa de omegas enfermeras, arrebatando al niño de sus brazos y acomodandolo en una camilla cuatro veces más grande que él.

-Cuénteme, que pasó - le preguntaba una omega a su madre, mientras que otros intentaban estabilizar al pequeño.

-No lo se - lloró - pensé que era lo mismo de siempre, escusas para no ir a clases, solo me dijo que le dolía, pero no me dijo qué - soltó un sollozo lastimero - soy una pésima madre.

-Tranquila, es normal, no se culpe - acaricio los rubios cabellos de la embarazada - sus dos cachorros deben verla fuerte, es una madre maravillosa, no cualquiera carga a cuestas a un cachorro estando embarazada.

La madre de Yoongi sólo sollozo y limpió sus lágrimas, caminando al lado de la camilla en donde se encontraba su cachorro.
Llegaron, finalmente, a una sala, donde un medico lo examinaba.
Cuando terminó, su cachorro dormía ya tranquilo, no supo si le habían puesto algún calmante o algo así. El medico se acerco con rostro serio, mientras se sacaba su estetoscopio.

- Que tiene mi cachorro doctor - preguntó angustiada.

-Tranquila, no es bueno que se altere en su estado - le dijo arrugado su nariz, al parecer, había estado soltando feromonas de pánico - el cachorro esta bien, solo que...

-¿Que pasa? - casi gritó.

-Su hijo se está presentando.

Hubo un silencio sepulcral, nadie decía nada, solo habían miradas de sorpresa, tristeza y otros sentimientos que no podían ser identificados.

-Solo tiene cuatro años, casi cinco- susurró.

-Esto es raro, existen muy pocos casos como estos - rascó su nuca el médico - pero ese no es el mayor problema.

La joven madre embarazada miró al médico y luego al cachorro, ya más tranquila pudo sentir ese dulzón olor en el aire.

-Un omega - sollozó aún más fuerte cayendo de rodillas sin llegar a topar el suelo, por los brazos del médico y las enfermeras que alcanzaron a sostenerla.

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- Mami - habló el niño en el asiento trasero del auto, sintiendose culpable por el llanto que traía su madre desde que se había despertado - pedón por asustarte.

¿QUIERES SER MI ALFA? - JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora