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Yoongi había caído desmayado en cosa de segundos, Jaehyo solo acaricio el rostro dormido del pálido, botando la jiringa hacia un lado cuando esta se encontró vacia, asqueado de lo que acababa de hacer.

- Perdoname bebé, tenía que evitar que gritaras, imaginate que hubiera pasado si lo hubieras hecho y alguien te escuchara - se sentó y tomo las manos de Yoongi entre las suyas - te arrebatarian de mis brazos, que haría yo sin ti, una vez que pasé tiempo contigo, me moría porque me dieras otro minuto de tu atención, si te arrebatan de mis brazos, me volvería loco - arregló su cabellos - eres como una droga Min Yoongi, una vez que te prueban, es difícil no volver a consumírla - se acercó a él, a sus labios sin llegar a tocarlos - tengo miedo de besarte, de volverme adicto a tus dulces labios, imaginate - se retiró, apoyo sus brazos en el suelo y miró al cielo, pero volvió a mirar al cuerpo dormido - si soy adicto solo a pasar el tiempo contigo, no quiero ni imaginar que pasaría si te beso - puso sus manos en sus rodilla y las subió hasta sus muslos - si te hago el amor, me volvería más que adicto a tus gemidos, a tu piel, a la sensación de estar dentro de ti - puso su frente en el hombro de Yoongi y sacó su lengua para lamer su clavícula.

Pero su lengua nunca llegó a tocar la piel ajena. Había sido arrancado del cuerpo dormido de Yoongi desde la capucha de su sudadera, y había sido lanzado varios centímetros lejos, cayendo al piso con fuerza.

- ¡¿Qué mierda haces?! - gruñó Jaehyo.

- ¿Que mierda crees que estas haciendo tu? - preguntó con la mandíbula apretada, reprimiendo sus instintos de matar al castaño que estaba de espaldas en el pasto mirándolo con los ojos como platos - ¿Querías violarlo?

- Yo no haría eso - respondió sin duda, pero su timbre de voz estaba cargado de miedo - el es mi novio.

- ¡Claro que no lo es! - gritó, cosa que hizo que el chico retrocediera aún en el suelo - ¡sentí su llamada de auxilio! ¡¿quien carajos grita por auxilio con su novio?! - gritó con cólera, bajo la mirada aterrada y confusa de Jaehyo - ahora, quiero que te levantes y te marches - dijo rojo de la furia - la proxima vez que intentes siquiera tocar un cabello de su cabeza, te juro que te mato, te busco y te asesino, ahora ¡largo!

Jaehyo se paró lo más rápido que pudo, tropezando y resbalandose, logró huir del lugar.

El pelinegro siguió parado mirando como el castaño huía, cuando desapareció de su vista y sus sentidos se enfriaron, se golpeó la frente.

> Debi llamar a la policía - suspiró, evito pensar en eso, se volteó y agachandose frente al cuerpo dormido, se sacó su mochila.

Sacó una pequeña toalla de ahí y la remojo con el agua de la botella que traía consigo, la puso en la nuca de Yoongi y acerco su propio cuello o más bien su glándula de olor, a la nariz del pálido.

> sinceramente no se si en betas mi olor funcione, pero no pierdo nada con intentar - dijo y soltó un poco de sus feromonas, el joven dormido comenzó a oler - supongo que hasta los betas pueden sentir el olor a esta distancia - soltó cuando sintió como la nariz del pálido comenzaba a rosar su cuello, causando que se pusiera nervioso - vamos suga, despierta.

Y como por arte de magia, los ojos de Yoongi se abrieron y el olor a alfa nublaron sus sentidos, quería mantener su nariz en ese lugar para siempre, quería que lo abrazara por toda la vida, rozó la nariz contra la piel y la sintió erizarse bajo su toque.

Lo que causó que las imágenes de lo sucedido vinieran a su cabeza y se hizo hacia atrás golpeando su cabeza contra el tronco, el pelinegro se retiró y lo miró, el pálido se quejó sobando la parte trasera de su cabeza.

- ¿estas bien, suga? - preguntó mirando todo su cuerpo en busca de alguna herida o cualquier cosa.

-Si - respondió mirando hacia otro lado aun sobando su cabeza, finalmente bajó sus manos y lo miró - ¿Qué haces tu aquí?

- Ehmm - rascó su nuca el pelinegro - bueno, sentí tu grito de auxilio o lo que sea - sonrió - y vine corriendo.

- Ahm, entiendo - miro la jiringa que estaba a uno centímetros de él y se sintió feliz de que haya sido el quien lo salvo - gracias.

- Si, de nada - se levantó y alargó su mano para que el pálido también se levantará - perdoname, lo dejé ir.

Yoongi la tomó con duda y se levantó tambaleándose, hasta chocar con el duro cuerpo del pelinegro que lo tomó de la cintura para estabilizarlo.

>¿Estas bien? - volvió a preguntar sin retirar las manos de la cintura del palido.

- Si, lo siento - se alejo de las manos del pelinegro y se tomó la cabeza e hizo un gesto de dolor - solo debo descansar - saco su mochila de su espalda y la reviso viendo que todo estuviera ahí - y no te preocupes por Jeahyo, si así se llama - respondió tras la mirada del pelinegro y volvió a colgarse la mochila en su espalda - dudo que lo vuelva a ver por un tiempo - el pelingro solo asintió.

- Te llevo a tu casa - se puso en posición para que el pálido se subiera a su espalda, cosa que no hizo.

-No, gracias - camino lentamente tambaleándose rodeandolo, el pelinegro solo lo miró sin decir nada, lo siguió con la vista un par de segundos más, hasta que este cayó sobre un arbusto - ¡agh!

El pelinegro evitó reírse y se acercó al cuerpo enredado en las ramas y lo sacó de ahí.

- No seas orgulloso y sube.

Yoongi con mal humor, obedeció y apoyo su cabeza en el cuello del más bajo, cosa que le causó un pequeño escalofríos a este último.

- Solo dejame en la esquina - soltó el aliento en el cuello del contrario, el pelinegro solo mordió su labio y fingió que no había pasado nada - ahí tomaré un taxi.

- Puede ser peligroso que tomes un taxi en esta condición - arrugó su ceño y caminó con el pálido en su espalda hacia la esquina señalada.

- Pues entonces asegúrate de que el chófer sea un beta - soltó y cerró sus ojos, disfrutando que lo cargarán y del olor a capuchino y chocolate.

- Bien - soltó con dientes apretados, no le gustaba la idea de dejar al beta a su suerte en ese estado, cuando ya casi llegaban a la esquina, preguntó - ¿suga? - este último solo hizo un sonido - ¿como te llamas?

- Lo siento - respondió aún con los ojos cerrados - eres un alfa y lo que me pasó fue con un alfa, lo siento, pero no quiero darte más detalles de mi vida.

Yoongi se baja de la espalda del pelinegro y miró la cara de este último y noto que quizás había sido muy duro de su parte haber soltado esas palabras.

>No quiero ofenderte - prosiguió - pero no te conozco, no se de donde eres, ni nada de ti, solo que te gusta quitarme mis cereales favoritos - el pelinegro rio suavemente - te agradezco mucho lo que hiciste, pero no quiero que nos volvamos a encontrar, no me fio de los alfas.

Yoongi estaba asustado, no asustado de los alfas, claro que no. Sino, de lo que su león le pedía cuando estaba con aquel alfa, aunque esta era la segunda vez que lo veía, su león solo le pedía acurrucarse al lado de aquel joven. Y si lo que debía hacer era alejarse y perder todo contacto con aquel alfa, lo haría, debía hacerlo.

- Lo entiendo perfectamente - susurró, pero yoongi pudo oírlo - pero no aceptó el no volver a verte.

Mariposas locas aparecieron en el estómago de Yoongi y las quizo vomitar, quizás sólo eran efectos de la droga que le habían puesto.
En el momento en que iba a contestar, un taxi paro frente a ellos.

- Gracias por lo de hoy.

Se subió y cerró la puerta. El pelinegro miró el auto hasta que se perdió por la calle.

- No me voy a rendir - sonrió nostálgico - si tan solo supiera donde encontrarte.

Metió sus manos en sus bolsillo y se marchó a su casa, ya era de noche y estaba bastante cansado.

Miro hacia donde se había ido el taxi, asustado.

> ¡Mierda! - maldijo  y golpeó su frente - ¿habrá sido beta el conductor?

¿QUIERES SER MI ALFA? - JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora