Mason me llevo hasta sus brazos para apretarme fuerte. Al principio no podía asimilarlo porque nunca había estado en esta situación. Nunca me habían abrazado para consolarme. No sabía que esto se sentía así. —Tu eres una buena chica porque amas a tu mama y solo quieres que este bien. —me dice por lo bajo—. No necesitas cargarlo todo sola.
Ahí de madrugada llore en el hombro de Mason todo lo que había estado aguantando y por primera vez... Me sentí tranquila.
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Mason me había acompañado al cuarto, podría decir que él sabía una gran parte de lo que me estaba pasando, ni siquiera me estaba mirando diferente y no era algo para lo que estuviese acostumbrada, acabo de decir muchas cosas por las que una persona común tomaría la situación como una vida problemática.
—Presidenta. —lo veo detenerse a mitad del camino—. Tu cabello... ¿Hay alguna razón para que lo pintes?
El comentario hace que me detenga porque es la primera vez que alguien me hace esa pregunta. —¿A que esta feo? —le pregunto bromeando.
—No esta feo. —responde—. Solo quiero saber el motivo que tienes.
Resoplo. —Hombre, estoy segura que como eres un tipo tan insistente no te iras hasta que te diga.
Ahora mi comentario parece hacerle gracia. Sonríe. —Ya estamos empezando a conocernos. —dice caminando hasta donde estoy—. Y tú motivo para ponerte unos lentes de contactos que cambian el color de tus ojos.
Lo último me deja estupefacta. Había gastado demasiado dinero en unos lentes que se vieran completamente diferentes. Pensé que mi manera de tapar las cosas era perfecta pero Mason me recuerda a cada momento que no es así. Respiro pesadamente. —Tengo el color de cabello de mi madre y los ojos de mi padre, cada vez que me miro en el espejo solo puedo verlos junto a mí y me aterra pensar que un día pueda ser como ellos.
Él se me queda mirando un rato, yo en verdad tengo problemas existenciales. Sus brazos me agarran desprevenida y me acercan a su cuerpo. —¿Eres tonta o qué? —pregunta entre risas—. Jamás serás como ellos, físicamente puedes tener su aspecto pero tu corazón no cambiara.
El empieza a caminar todavía apretándome, su respuesta me reconforta. Confío en mí y sé que voy a mantenerme firme, no perderé las cosas por las que tanto trabaje. —Tú eres un tipo muy extraño.
—Sé que no estas acostumbrada a ser tocada por un hombre tan fantástico como yo. —dice, dándome cuenta de que no me he separado de él. Me despego rápidamente y lo veo cruzarse de brazos —. Siempre tan mala sangre.
Llegamos hasta mi habitación. —Y tú siempre tan aprovechado. —le respondo. Se empieza a reír—.¿Cómo supiste que era yo? —le pregunto refiriéndome al lugar donde llegaron los policías.
—Cuando chocaste conmigo recordé el día que casi caes a la piscina. —responde sin pensar mucho la respuesta—. La sensación era la misma. A parte de que ¿Quién corre así? —pregunta sonriendo—. Cuando intente perseguirte te perdí de vista por la cantidad de personas que había... Escuche que venían los policías y no podía encontrarte entonces solo por unos segundos pensé que tal vez fue mi imaginación pero te encontré inmovilizada en el centro del problema, automáticamente mis pies corrieron hacia ti.
Él es un buen hombre, tan diferente de mí. —Gracias por ayudarme.
Vuelve a mirarme un rato. —¿No quieres preguntarme que hacía ahí?
—No soy tan entrometida como tú. —le respondo con una sonrisa—. Ya me contaras.
—Lo hare. —responde. Se queda delante de mí, parece estar esperando algo. Sé que no espera un beso porque no tiene una mirada arrogante—. Nos vemos, presidenta.
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PRESIDENTA (Historia corta) ¡TERMINADA!
Roman d'amourLa presidenta de la facultad universitaria de derecho Rachel Stewart sabe que Mason Hatheway no es el tipo de chico que necesita... Pero parece ser el único que consigue ablandarla. Mason Hatheway es el chico de oro. Deportista, inteligente y cubier...