Capítulo 8. Entonces... ?

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—¿Me usas para divertirte, listillo? —le pregunto con falsa molestia.

—Las cosas son aburridas sin ti, Presidenta.

Puedo notar cuando las palabras de Mason son mentiras, pero esto... Lo dijo con verdad.
Todos están sentados en la mesa del comedor cuando llegamos. Se giran para vernos pero se quedan mirando fijamente a Masón. Por supuesto. Tiene la mejilla roja.

—Para resumir, a Masón le dieron una bofetada. —digo sentándome.

—¿Que hizo? —pregunta Cash.

—¿Por que asumes que fui yo el que lo ocasionó? —pregunta Masón en tono ofendido.

—Porque eres demasiado sincero y tus palabras podrían pasar como hirientes. —comenta Jules como si fuera lo más obvio.

—Bueno, hombre. —dice desplomándose en la mesa con fastidio—. Prefiero decir la verdad.

—Déjenme adivinar el problema. —Rost interviene—. Como todos debemos tener una idea, vamos a confirmarla. Daniel tu primero.

—Apostaría el mundo entero. —dice Daniel cruzándose de brazos—. Que te ha puesto a elegir entre ella y Rachel.

No sabía que los problemas podían ser tan transparentes, no lo sabían porque Masón se los contara, lo sabían porque las últimas dos chicas con las que salió Masón se pusieron en la misma posición. —¿Es en serio? —pregunta Layla mirándose las uñas—. ¿Otra vez lo mismo? Me está tocando un poquito la moral y no es conmigo.

—Le dije a Mason que solo tenía que fingir que estamos distanciados. —digo encogiéndome de hombros.

—Déjame adivinar esta vez. —dice Julián—. El respondió algo que cualquiera malinterpretaría.

Bueno. Ellos eran los amigos, supongo que conocían estas reacciones. —No sabía que me detallaban tanto. —responde Masón—. Avísenme si están enamorados de mi.

―Tu actitud siempre es así. ―responde Cash―. Lo normal es que lo sepamos.

―¿Ya estudiaron para los exámenes? ―les pregunto a todos cambiando de tema. Era importante que pasaran sus asignaturas.

―Todavía me quedan algunas cosas por aprenderme. ―dice Masón.

―Yo estoy casi por terminar. ―dice Layla―. Yo estaría preocupada por Cash y Rost.

―A ver... Que nosotros estamos estudiando a nuestra forma.

―Ver porno no cuenta como estudiar. ―responde Julián.

―Muy graciosa, pendejo. ―le responde Cash.

―Recuerden que si no tienen el promedio, les suspenderán las prácticas. ―les advierto―. Lo digo en serio, puedo darles algunas clases, las que se les hagan más complicadas.

―Esa ayuda nos vendría bien. ―dice Rost aplaudiendo―. Presidenta, eres la mejor.

Veo a Mason lanzarle una tostada en la cara. ―El único que le dice así soy yo.

Todos ríen mientras Rost levanta las manos. ―Es juego, hombre.

―Puedo ofrecer mi casa para estudiar. ―dice Cash―. Mis padres no están así que... Podemos hacerlo ahí. También... Al finalizar está la fiesta de este chico Petter en su casa, podemos ir después de estudiar, nos viene bien un descanso. ¿A que si Rachel? ―me pregunta mientras pongo los ojos en blanco.

―Ya me parecía raro que quisieras estudiar todo el rato. ―le respondo―. Iremos todos. Después de clases.

Todos aceptaron. El tema se acabo y comenzaron a hablar de deportes y juegos. Una de las motivos por lo que decidí ser presidenta no era solo el control que podía tener en las cosas si no que podía ayudar a las personas que lo necesitaran, yo no me sentía buena de corazón pero haciendo esto recuperaba todo el mal que hice en el pasado... O eso pensaba que ganaba para redimirme.

PRESIDENTA (Historia corta) ¡TERMINADA! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora