Paso una mano por su cabello por quinta vez, sus ojos se cerraron con fuerza sintiendo el nauseabundo olor entrar a sus fosas nasales. En sus años como policía había visto muchas cosas pero esto era realmente asqueroso y enfermizo.
Sintió los ojos algo llorosos y no pudo retener las ganas de vomitar asta sus riñones.
La cloaca era un largo pasillo que daba claustrofobia de solo verlo y se oían los ruidos del agua moviéndose, alumbraban tenuemente con sus linternas el lugar donde ambos cuerpos sin vida colgaban siendo sostenidos por unos deterioradas cadenas.
-Bueno señores a trabajar- algo asqueada Elizabeta se acercó a los cadáveres estudiándolos un poco- Pobres bastardos- dio un par de pasos hacia atrás cubriendo su nariz.
-Esto va a ser horrible- comenta Francis mientras se ponía unos guantes.
-Ni que lo digas- le siguió Alfred mientras daba una rápida mirada por el lugar.
Siendo meticulosos tomaron fotos y de la escena y revisaron cada rincón del lugar buscando cualquier evidencia. Lamentablemente la búsqueda no fue muy fructífera, no lograron encontrar nada para identificar los cuerpos, pero todavía faltaba que la forense analizará los cuerpos, rezaban por qué encontrarán algo importante.
-Su nombre era Gabriel Hernandez era de Puerto Rico la policía lo estaba investigando por qué sospechaban que trabajaba con la pandilla de los diablos- informó Arthur con la carpeta entre sus manos- Las dos chicas eran prostitutas, ambas estadounidenses-
-Entonces Gabriel hizo algo que no le gustó a los diablos y lo mataron- intuye Alfred justo en el momento que el forense entró al lugar.
-Lo dudo- sacó unas fotos del cadáver de Hernandez donde se veía la firma de los latín king en su pecho.
-Los reyes atacan de nuevo- comenta fastidiado Francis.
-Esos idiotas... - gruñe Elizabeta.
Alfred sintió el estómago revolverse de solo imaginar que Maria estuviera metida en todo ese asunto. Él y la venezolana habían mantenido contacto desde esa extraña noche y aunque existía un poco de desconfianza entre ellos no podían evitar sentir atracción por el otro.
-Al- lo llama Arthur mientras le daba unos toques en el hombro-¿Te pasa algo?- pregunta con evidente preocupación por su amigo.
-Si, estoy bien es solo que odio a esos tipos- Arthur asiente no muy convencido.
-Bueno señores ¿Que tal si vamos a comer algo? - pregunta Francis mientras daba una última leída a la carpeta.
...
Maria dio un último sorbo a su bebida, Alfred la miraba fijamente con intriga. Se encontraba en un pequeño café de estilo tradicional sin pronunciar ni una sola palabra.
-¿Has pensado en lo que te comente?- pregunta Alfred.
-Alfred... - soltó Maria en un suspiro y agacho la cabeza- No me vuelvas a pedir que haga eso-
-Abre los ojos Maria, tu querido papá Antonio solo te usa, al igual que a tus hermanos. Él no los ama, él no te ama... - la toma con fuerza de las manos-... En cambio yo si te amo-
-No, Alfred- se alejo de él negando repetitivamente-¿Que ocurrirá con mis hermanos? ¿Conmigo?... Estoy más segura con Antonio-
-Algún día alguno de ellos te va a traicionar, tienes que hacerlo tu antes que ellos- aconsejo el rubio.
-...-las lágrimas de de Maria mojaron sus mejillas, Alfred volvió a acercarse a ella pero esta no lo dejó.
