«And God help anyone who disrespected the Queen»

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El Joker se movía entre las sábanas embistiendo a la mujer que estaba abajo de él. Pensaba, quería quitársela de la cabeza. Pero por alguna razón, no podía. La deseaba con todas sus fuerzas, a pesar de todo, se sentía mal con el mismo.
Obligaría a una mujer estar con él, a la fuerza. Estaba claro que ella amaba al tal Guy, y nunca se podría enamorar de un monstruo como él.

Mira a la mujer que estaba abajo de él, de un momento a otro, comienza a ver a Harley. Ella le sonreía, el también le sonríe besándola por fin. Cuando siente que está a punto de llegar, escucha como ella grita su nombre. Lo cual le brindó satisfacción y deseo.

—Harley...—Suelta un gruñido pronunciando el nombre mientras el llegaba a su punto máximo perdiendo fuerza y sudando.—Te voy a cuidar, te voy a hacer feliz, pero sobre todo, te voy a amar.

Cierra los ojos y al volverlos a abrir ve a la prostituta que había contratado de nuevo.

—¿Quien es Harley?—Ella le pregunta curiosa al escucharlo llegar mencionando a esa mujer.

El Joker gruñe y se levanta de la cama rápidamente abrochando su pantalón de nuevo.

—Gracias por tus servicios, te puedes ir.—Se acerca a su escritorio y toma su pistola.—Gracias por ser mi juguete, te haz ganado un premio.

—¿En serio?—La mujer le sonríe mordiéndose el labio.—¿Y que gane Mr. J?

—Un boleto para el avión con destino al infierno.—El se voltea rápidamente y vacía el cartucho insertando una bala en la frente de la chica. Comienza a reír, Johnny entra al cuarto rápido al momento de escuchar la pistola.

Ve a la mujer desnuda con un balazo sobre la cama. Lo mira en posición de disparar.

—Jefe, debe calmarse.—Camina hacia a él e intenta quitarle la pistola de las manos. El Joker es rápido y apunta a su mano derecha.—Jefe, baje esa pistola por favor.

—¿Por que Johnny?—El se confunde al escucharlo hablar así. Nunca lo había hecho.—¿Que tiene el que no tenga yo?

—Jefe por favor...olvídese de ese chico. Yo le dije desde un principio que era un error aceptar la propuesta de Nick y Sharon Quinzel. Su corazón no se le puede ablandar a estas alturas del partido, debe entender que ella seguirá con el, y eso nunca lo cambiará.

—¡No Johnny! ¡Entiende!—Baja la pistola, Frost suspira aliviado. Sentía mucho miedo de que lo matara ahí de una vez por todas.—Yo quiero a esa chica conmigo, por que me ha gustado desde que la vi. Siento ganas de...no tengo palabras para describirlo, es la mujer perfecta, es justo lo que buscaba. Después de la muerte de...—Suspira.—Yo ya no tuve otra oportunidad de perseguir a alguien hasta el final de los tiempos. Y no me importa enamorarme, yo solo la quiero tener a ella, para siempre.

Harley estaba en su habitación pintándose las uñas de sus manos. Usaba un tono azul marino, podía ver como mensajes de Guy le llegaban pero decidía no contestarle, se aburría de él.
Al terminar de pintarlas, deja que se sequen mientras pensaba en muchas cosas.

Pensaba en su vida, en el semestre, en su familia, en Guy, en Lilian, en Martín su hombre de seguridad, en todo. Pensaba hasta en el Joker.

Seguía teniendo muchas dudas sobre la llegada de aquel hombre a su vida, sus padres seguían actuando extraño justo como la última vez. Sabía que estaban tramando algo, pero no podía descifrar de que se trataba.
Ve aquel vestido rojo que uso en la cena donde estaba toda su familia y el criminal. Podía jurar que el nunca apartó su mirada de ella.
El Joker, se veía como un tipo frío, sentías terror en solo mirarlo a aquellos ojos azulados con un poco de verde esmeralda. Se sentía nerviosa cada vez que el se acercaba a ella, pero la verdad es que siempre lo estaba, podía estar el a 100 metros lejos de ella y como quiera podía seguir sintiendo su mirada en ella, le daba escalofríos.

La mujer de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora