Empezó aquella noche (Teen Wolf Fanfic)

4. Confianza.

Estaba sedada y oía todo lo que pasaba a mi alrededor, ya no era presa de mis pensamientos, estaba en una oscuridad relajante.

Sentí un enorme dolor en el brazo, intenté contenerme pero me desperté aullando alto, el doctor me había echo un corte con un bisturí en el brazo. Ese dolor me despertó de golpe. Estaba confusa, Scott me miraba, tenia una pinta horrible; estaba despeinado, con ojeras y adormilado. Deaton, me había despertado, no era un veterinario cualquiera, sabía lo que hacía. El amigo de Scott estaba al lado de una ventana, mirándome fijamente.

- ¿Quién eres?- le pregunté un poco molesta al chico, ¿quién no estaría molesto cuando le miran fijamente durante mucho rato sin conocer a esa persona?

- Me llamo Stiles,- respondió- soy el mejor amigo de Scott. Te traje en mi Jeep. ¿Cuál es tu nombre?

- Me llamo Emma Wess. -le dije sentándome en la camilla.

- ¿Has dicho Wess?, -dijo sorprendido- debes de ser nueva en Beacon Hills.

- ¿Como lo sabes? - estaba confusa, ¿cómo sabía eso Stiles?

Me abalancé sobre Stiles, puse mis garras cerca de su cuello.

- Dime quién eres. -le dije gritando y empezando a transformarme.

- Mi padre es el sheriff. -gritó asustado.

- ¿El sheriff? -dije alejándome de él- ¿Sabe que todos somos...? 

-Sobre Scott y su manada, sí, lo sabe. Lo tuyo, no.

- No eres como nosotros. -dije confusa.

- No, sólo soy el que saca a la manada de peligros. -dijo alardeando de ello. 

Un humano sabia nuestro secreto, Scott pudo confiar en el para contarle eso, deberían ser buenos amigos.

- Emm... ¿Doctor?, ¿que me pasó? -pregunté a Deaton, girándome para verle.

- Acónito, estaba en una pequeña proporción en tu cuerpo, lo necesario para paralizarte. -me respondió enseñándome un poco de acónito en el suelo.

El acónito, el acónito, eso me inutilizaba. Scott y Stiles se fueron a sus casas, porque en una hora empezaban las clases.

Deaton me dijo que fuera a casa y fuera al colegio, que actuara normal, y que si necesitaba ayuda él estaría allí, siempre.

Salí de la veterinaria y Scott y Stiles me ofrecieron llevarme a casa, acepté y fuimos en su Jeep.