17. ¡Dejáme!

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Faltaban 10 minutos para que la luna saliera. Envié un mensaje a Liam en el que le deseaba suerte. Estaba en mi habitación, cogí las llaves y dejé el móvil. Bajé al piso inferior, abrí la puerta y dejé las llaves bajo el felpudo.

Empecé a correr hacia la reserva de Beacon Hills, pronto llegué y me dirigía hacia la parte profunda del bosque. El cambio empezaba, esta vez dolía mucho. Al terminar el cambio, me dirigí hacia el mirador.

Había alguien detrás de mí.

- Emma, al fin. - era él, era el monstruo de mis pesadillas, la voz que me reclamaba, el hombre que me hizo cambiar.

Yo no estaba en posición de hablar, así que le ataqué, pero esta vez fui yo quien le arañó y le mordió. Mi rabia hacia él me hacia más fuerte que nunca. Se intentaba resistir, pero yo no podía parar de atacarlo.

- ¡Para! - ese grito me hizo parar, como cuando Scott me gritaba.

- ¿Qué quieres de mí? -le grité con ira.

- Te quiero a ti. -dijo y me estremecí.

- ¿Por qué iría con un tipo que me atacó? ¿Qué me hizo sufrir? -le reproché.

- Soy tu alfa. - antes de que pronunciara la última palabra, me giré y me fui corriendo.

Me dirigía a la ciudad, solo quería que el alfa desapareciera.

Llegué hasta el instituto. Allí, sin ningún motivo empecé a decir Alfa, Beta, Omega. Lo repetía una y otra vez y así pude controlarme bien por la ciudad.

- Emma, ven. - era Lydia, me alegraba de que estuviera aquí.

- Lydia, me persigue un alfa bastante furioso. Debería irme antes de que llegue. -dije alterada.

- Tranquila aquí estas bien. No te hará nada. - Me hizo entrar en el instituto y tiró unos polvos en el suelo, haciendo un círculo. - No podrá pasar.

- ¿Como no pasará? Es muy fuerte, entrará sí o sí.

- Son cenizas de serval, -me interrumpió- los seres sobrenaturales no pueden pasar a través de ellos.

- Gracias Lydia.

El alfa entró al instituto e intentó abalanzarse sobre nosotras, pero chocó contra algo invisible.

- Emma, no te resistas. -dijo mirándome fijamente.

- ¿Por qué no vuelves con tu manada? -le preguntó Lydia.

-  Más lobos, más fuerza. Emma te necesito. Sal o te saco. -me amenazó.

- Yo a ti no te necesito. Ya tengo mi manada. -le informé muy furiosa.

- ¿Tú manada? No me hagas reír. Yo mando en ti y tú obedeces. Tú y yo, y nadie más.

- Te ha dicho que no quiere ir contigo. - respondió Lydia cabreada.- Así que largo de esta ciudad.

- Volveré. -gruñó- Tened cuidado las dos. La próxima vez no seré tan amable.

El alfa se fue y yo, desde ese día empezé a tener miedo por todo. Lydia me acompañó a casa y se quedó conmigo.

Empezó aquella noche (Teen Wolf Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora