Bruno:
12 de septiembre, 2011
Estaba demasiado concentrado leyendo la redacción que acababa de terminar. Redactaba uno de los casos que tengo pendientes. El teléfono de mi escritorio me desconcentro. Lo volteo a ver y lo descolgué.
- ¿Ocurre algo, Rosy? –pregunto mientras seguía observando la pantalla.
- Una clienta quiere verte.
- ¿Es Lauren? –mire mi reloj de mano. Se supone que hace media hora tendríamos que vernos.
- No, es... -escuche que le estaba preguntando-. Se llama Charlotte.
Me quede sin palabras. ¿La amante de Edgar quiere verme? Lo dudo.
- Dile que esta es la oficina de Bruno Collins, no Edgar Cooper.
- Ella dejo muy claro que quiere hablar contigo. –fruncí el ceño.
- Bien, hazla pasar. –colgué.
Apague la computadora y me acomode en el escritorio. Solamente la he visto una vez y eso fue de vista; nunca hemos interactuado palabra. Así que esto es tan extraño, supongo que quiere sacarme algún tipo de información.
La puerta se abrió y aparece una mujer demasiado atractiva. Ahora que la veo más de cercas puedo darme cuenta porque Edgar no la quiere dejar libre. Curvas, rostro lindo, piel blanca y unos ojos verdosos que son impresionantes.
- Hola. –dice tímidamente-. Supongo que sabes quién soy. –cierra la puerta.
- Si, lo sé. –murmuro.
Es demasiado guapa, pero parece algo tímida. Supongo que es de esas chicas que a pesar de ser muy atractivas en ocasiones no son tan seguras de sí mismas.
- Sé que te parecerá extraño que este aquí. –se sienta frente a mí.
Sigo sin creer que estoy hablando con ella, no solo eso: no es de las típicas golfas que usa vestido cortito, nada que ver con eso. Al contrario, lleva ropa ajustada pero no es nada que uno pueda llamar provocativo.
- La verdad sí, pensé que te habías equivocado de oficina.
- No, no es eso. –Parecía un poco nerviosa-. Sé que esto será una gran estupidez de mi parte, ya que yo solo soy la segunda de Edgar y no estoy haciendo lo correcto al verme con un hombre casado... -la interrumpo.
- Me alegra que estés consciente de eso.
- También sé que no te agrado en absoluto. –me mira algo apenada.
- No es eso, solamente que no me gusta que Edgar engañe a una maravillosa mujer que tiene como esposa. –Suspiro-. No te conozco. No sé cómo es tu personalidad, pero no es correcto lo que hacen.
- Yo creo que Edgar ya lo entendió. –sus ojos comienzan a cristalizarse-. Anoche me dejo, me dijo que ya no quería verme. –suspira tratando de no sollozar-. Este fin de semana íbamos a irnos de viaje, pero no sé qué ocurrió. Simplemente me dijo que no quería verme más y me boto.
- ¿El hizo eso? –pregunto sorprendido.
Esto no lo podía esperar. Edgar me dejo muy en claro que seguiría con Charlotte y con Tamara; no quería dejar a ninguna.
- Sí. –me confirmo-. Por eso vine a verte. Supongo que tú has de saber algún motivo por el que me haya dejado. –murmura con la voz temblorosa.
- Yo no sabía de esto, ni si quiera sabía que tenía planes de dejarte. Él fue muy claro cuando me dijo que las mantendría a las dos.
- Supongo que ese fue el problema. –murmura más para sí misma.
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Mi Refugio Eres Tú
Teen FictionEl amor es un sentimiento puro y verdadero. Lo sientes de maneras diferentes. El amor de tu vida, es aquella persona con la que deseas pasar el resto de tu vida, pero... ¿Qué sucedería si el amor de tu vida se encuentra casada con tu mejor amigo? P...