Capítulo 15

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Tamara:

Bruno entra a la habitación con una maleta pequeña. La deja en la silla que se encuentra al lado de la cama.

- No traje muchas cosas, sólo lo necesario. Estuve pensando en salirme unos días antes de que se cumpla las dos semanas. Si se puede antes de eso. Edgar se fue muy molesto y no dudo que regrese antes sólo para averiguar si sus sospechas son ciertas.

- Ya no me importa lo que piense. –Murmuro mientras me observo en el espejo mis heridas-. Que sospeche lo que quiera. –tome un peine y comencé a cepillar mi cabello.

- No creo que sea conveniente que nos vea. –Camina hacia mí y rodea mi cintura-. ¿Es cierto lo que dijiste hace rato en la habitación de Andrés?

- ¿Sobre el divorcio? –Lo mire desde el espejo y asiente con la cabeza-. Sí, tengo miedo en pedírselo pero lo haré. La única vez que lo hice no salió como lo esperaba. Ahora espero que sea diferente.

- Me da gusto que lo vayas hacer. Tú y Andrés estarán mucho mejor. Estoy seguro que Andrés te apoyara mucho, es pequeño pero comprende la situación.

- No nos faltará nada. –me muevo entre sus brazos y rodeo su cuello con los míos-. Te tendremos a ti.

- Sabes que yo nunca los abandonaría. Cuando necesiten algo comuníquense conmigo.

- No, Bruno. No comprendes... -rio y me puse de puntitas para besa su comisura-. Cuando me divorcie quiero que vivamos juntos y podamos darle una familia a Andrés. Esa familia que él se merece y yo quiero a un hombre que valga la pena a mi lado.

Sé que hace unos días pensaba diferente, no negaré que sí tengo un poco de nervios por esto que estoy diciendo. Aquella noche que Bruno me dijo todo acerca de sus sueños, querer formar una familia, tener a la mujer que ama a su lado, me hizo reflexionar. Cuando me confeso que me amaba, me lo dijo de una manera tan tierna y sentía su sinceridad, sé que lo hace, no dudo que a su lado sea feliz.

Creo que debo de aprender a dejar mi miedo a un lado y enfrentar mi realidad. A lo mejor no me sentiré muy segura, pero Bruno me ayudará hacer esa Tamara que fui en algún pasado.

- ¿Lo dices en serio? –susurra sorprendido-. ¿No lo dices por lastima, cierto? Ayer te conté lo que realmente quiero en mi vida y ahora me dices esto cuando tú... -lo interrumpí.

- Sí, se lo que dije y se cómo pensaba. –rio suavemente-. A lo mejor parecerá muy bipolar de mi parte.

- Algo. –dice divertido-. No quiero que te sientas presionada, podemos tomar las cosas con calma.

- Yo digo que lo dejemos todo al destino. –sonrió.

- Me parece bien, preciosa. –besa mi mejilla.

- Iré con Andrés para checar que se haya dormido. Ahora vuelvo.

Asiente con la cabeza y me regala otro beso pero esta vez en los labios.

Salgo de la habitación y fui hacia la de Andrés. Al abrir la puerta noto que Andrés se está acomodando para dormir.

- Creí que ya estabas dormido. –camino hacia él y me siento en la cama.

- Sí, estaba acomodando mis juguetes. –Apunta hacia una caja donde tenía juguetes-. Siempre me dices que cuando haga mi desorden lo vuelva acomodar.

- Y está muy bien que lo hagas. –beso su frente y lo cubro mejor. En estas fechas en la noche comienza a estar un poco fresco.

- ¿Bruno vivirá con nosotros? –pregunta.

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