Mis brazos rodeaban la cintura de Sai y mi cara se escondía en su pecho. Mis mejillas ardían y mi cabeza embriagada y confundida deseaba permanecer ahí por siempre.
Yo me aferraba cada vez con mas fuerza mientras aspiraba el característico aroma de Sai.
- ¿Puedo ayudarte en algo? - preguntó cortante y sin corresponder a mi abrazo.
- Si - dije aún pegada a su pecho.
- Bien, te escucho.
Sai volvía a ser el chico frío y distante que solía ser hace años. Su actitud es como una puñalada en mi corazón. ¿Qué rayos le pasó? ¿Por qué se comporta así conmigo?
Me separé un poco y levante suavemente mi cara.
- ¿Y-ya no me quieres? - sollocé viendo sus profundos ojos negros.
- ¿Estas ebria? - preguntó al ver mi aspecto.
- Poquito - baje mi cara debido a la pena, pero el pelinegro tomo mi barbilla para alzarla de nuevo. Me miró inexpresivo por unos instantes, pero una sonrisa de lado apareció en él sin poder ser detenida.
- Ven, te daré un poco de café - Se aparto de la puerta para dejarme pasar.
Ya no sabia que hacer, todo me estaba dando vueltas. Respire y trate de estabilizar mi mente, después me senté en el escalón de la entrada y me quite con torpeza uno de mis zapatos, al querer hacer lo mismo con el otro zapato mire como el azabache se agachaba y con cuidado sacaba el otro zapato, después me ayudo a levantarme y me condujo hasta un cómodo sofá.
Me quede sola en aquel sofá mientras Sai estaba en la cocina. Todo era silencio, solo se escuchaban los ruidos que provenían seguramente del azabache preparando algo.
Pasaron varios minutos, sentía mis ojos pesados y mi estomago revuelto. Recargue mi cabeza el en respaldo del sillón y cerré los ojos mientras esperaba al azabache; Si estaba ahí es para obtener una respuesta y no me iría de ahí sin ella.
* * *
Abrí los ojos sin razón aparente. No sentía nada y no recordaba nada.
Después de mirar unos minutos aquel techo blanco caí en cuenta de que no se parecía ni un poco al de mi cuarto, me senté asustada y lo primero que mire fue a Sai sentado en una silla cercana a la cama en la que me encontraba.
Su brazo está recargado en una mesita que se encuentra a su lado, y a su vez, su cabeza esta recargada sobre el puño de ese brazo. Sus ojos están cerrados y su cara refleja cansancio.
- Mierda - fue lo único que pude decir - debo salir de aquí.
me retire la manta que cubría mi cuerpo y me levante cuidadosamente para no despertar a Sai.
- ¿Ya te vas? - Dijo una voz adormilada al otro lado de la habitación.
- Perdón por despertarte y perdón por venir ebria a tu casa - no pude voltear a verlo.
- Fue un placer cuidar de ti - Sonreí para mi y después salí de la habitación.
No obtuve respuestas, pero tampoco podía permanecer más tiempo fuera de casa ya que de seguro mi madre sabrá que no pase la noche en casa.
Mire el reloj que se encuentra sobre un escritorio, marcaba las 6:15 am.
- Se enfrió tu café.
- Que lastima - me senté sobre en escalón frente a la puerta y tome mis zapatos - espero y pronto me puedas ofrecer otro.
- Solo si prometes no venir ebria a la una de la madrugada.
- Bien - voltee a verlo - es un trato.
Sai al despertarse es simplemente perfecto. Verlo en pans y una playera holgada ademas de su cabello desalineado y con su semblante de cansancio.
Me permití contemplarlo por unos minutos y después me paré para seguir mi camino.
- Espera.
- ¿Si? - dije a punto de abrir la puerta.
- Mmm - se mordió el labio inferior - Espero verte pronto, belleza.
Belleza... ahí esta de nuevo. ¿Que rayos le pasa a este hombre?
- Así será - le sonreí y salí del lugar.
Maldita sea, ahora estaba más confundida que antes; y aún que mi curiosidad era enorme, el regaño de mi madre sería aun mayor si descubría que no pasé la noche en casa.
Corrí a casa a toda velocidad, que por suerte no es tan lejos. Al llegar, entre por la ventana de mi cuarto, escondí mis zapatos bajo la cama y retire mi ropa para poner mi pijama preferida. Tome mi manta y me acosté sin deseos de hacerlo.
Mi mente no dejaba de preguntarse ¿Que pasó? ¿Estaremos bien o Sai simplemente está loco?
Sonreí al recordar la imagen de aquel pelinegro dormir en una silla por cederme su cama.
- Ino, hija - escuche a mi madre tocar e inmediatamente fingí estar dormida.
![](https://img.wattpad.com/cover/152593626-288-k818686.jpg)
ESTÁS LEYENDO
LA PROMESA 🌸 SAIINO
Fanfiction"Ni en el ninjutsu, ni en el amor" desde que recordó las ultimas palabras que le dedico su sensei antes de morir, la rubia decidió que tenia que cumplir con su promesa. Esta es mi idea de como comenzó la relación entre la rubia y Sai. - Ningún perso...