¿Te Acuerdas?

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Elsa

Nada parecía mal, grandes cosas se venían. Últimamente la actitud del gran Jack a cambiado y no auna como era antes de un cretino insoportable si no al contrarió de un tonto algo soportable.

Las semanas pasan tan rápido que aveces no puedo ni entiendo como es que de un momento a otro la familia Frost hizo acto de presencia en nuestra casa cada día de la semana; ellos asistían a cenar a desayunar ya era costumbre, literalmente para mi ya no era tan insoportable estar cerca de ellos al contrarió era diferente pero aun hací no quitaba el dedo del renglón, donde Jack y yo seguíamos teniendo un "acuerdo" dónde los dos "ganábamos" el pues seguía teniendo un "ayudante" y yo no era acusada por mis varías salidas de casa por la noche en la madrugada.

— Elsa mueve te con eso — gritaba Jack autoritario — Siempre por tu culpa llego tarde a los ensayos.

— Bueno tal vez si tuvieras compasión por mi — dije cansada, dejando ambas mochilas y la guitarra en el piso — ¡Ya estoy harta de ir por ti a tu colegio! Siempre ocurren cosas malas cuando estoy contigo, además  para el colmó de mis males tengo que encontrarme con esa niña "Linda" que no es nada linda y aparte cargar tu mochila y la mía y tu guitarra. ¡Ya no puedo! — grite frustrada.

En cerio ya no aguantaba más, no lo soportaba más, siempre terminaba cargando todo y teniendo grandes líos con esa chica llamada linda que siempre me amenazaba evitando a toda costa que yo hablara con Jack, según ella por que el era de su propiedad. Y la verdad estaba reconsiderando la idea de que Jack me dejara en paz y me diera la libertad que tanto anhelo.

Creo que ya era hora de hablar con mis padres, tarde o temprano ellos se enterarían.

— Pues si no quieres que tu secreto sea revelado tendrás que seguir con esto Querida Elsa — rió victorioso.

Veía como su semblante estaba por la nubes, el creyéndose el príncipe de su institución incluso de su hogar y tratando de controlar mi casa ahora, ya era de esperarse su arrogancia cada cinco minutos del día.

Pero ahora que lo analizó bien este tarado ni en su más mínimo momento a cambiando su carácter, sigue igual de pedante.

— Pues sabes — dirijo mi vista a sus cosas para luego tomarlas y lanzarlas hacia el, provocándole su impresión a mi acto — ¡ya no lo haré más!, puedes hacer lo que se te venga en gana. Si quieres decirles a mis padres amigo ¡No mee importara! Ellos se enteraran ya sea por mi o por ti.

Camine, tome mi mochila y lo deje hay en la banqueta con más que la boca abierta y yo con una expresión de pocos amigos (raro en Jack cierto) pues ahora ya no soportaría más eso, incluso no se por que lo hacía, jamás me había revelado contra el sabiendo incluso las consecuencias que este me traería.

Tal vez tenía que ver lo que paso esta tarde o no se. Linda esa chica que siempre esperaba a Jack, otra vez me había dado problemas diciendo que que hacía cada día de la semana esperándolo, si yo tenía una relación con el ( Yo con el jamás en mi vida ) ósea ella estaba mal de la cabeza pensar en que yo tenía una relación con el, antes ser un oso.

No se que me pasa, pero mi enojo ya estaba por más que por las nubes.

Sentí como alguien tomaba de mi muñeca jalando me hacía un lugar algo alejado de las personas y claro ese no era nada menos que Jack.

— No dejare que acabe esto hací — dijo ahora tomando me de ambas muñecas — podemos llegar a un acuerdo. — negué.

— ¡no hay ningún acuerdo al cuál llegar! No volveré a cargar de tus cosas

El parecía frustrado y algo molesto, pero no por la racha de valentía en la cuál había optado si no por algo más inusual y diferente, como si algo lo estuviera más que comiendo vivió, cómo un dilema del cual no podía salir.

— Bueno ya no seras mi "ayudante" — dijo dejando mis muñecas de lado — te pediré otra cosa, pero debes aceptar. Esto te beneficiara.

— Eso paso casi más de seis meses y sigues igual, nada a cambiando aquí el beneficiado eres tú — respondí crédula — no voy aceptar otro trató.

— cree me, si aceptas te dejare en paz, no te volveré a molestar, incluso no te dirigiré la palabra amenos que sea necesario. Te lo prometo — subió una Palma en forma de promesa — ¿Aceptas?

¿Estaba dispuesta? ¿En cerio lo haría? ¿Estaba loca? Pues creo que sí por que ahora estaba tomando de su mano haciendo que el "trato" nuevo que el había de proponer estaba echo y no había vuelta atrás.

— Esta bien — rodé los ojos en fastidio — Aceptó.

El sonrió victorioso y corrió adentro del cuarto de ensayos de su banda, me quede afuera ya que el había corrido y se había adelantado dejandome por detrás. Pareció alegrarle por la maldita idea que aun no sabía, esto parecía más que perjudicarme.

Cuando iba a entrar por la puerta del cuarto de ensayos sentí una mano rozar la mía y jalar me hacia la pared, provocando mi dolor columnar.

— ¡Oye que te pasa...! — alce mi vista hacía delante y esto no podía pasarme, ¿por que a mí? — ¿que haces aquí? — susurré con temor.

— ¿Que es de ti él? ¿Son algo? — gritó furioso — No puedo creer que tan fácil se te olvida todo

El no parecía el mismo, su mirada, su sonrisa, ¿donde había quedado el chico lindo y alegre? que siempre deslumbraba en cada momento.

— ¿Eso debe importarte? — conteste a la defensa — tu y yo no somos nada ahora.

— Lo se — mencionó cretinamente — pero no pienses mal y mucho menos que me importas, solo no quiero que le hagas daño a el — señalo la entrada — Por si no lo sabes Jack es mi mejor amigo, desde la infancia y tu no lo arruinaras no me gustaría que esto acabara mal.

Que acababa de pasar, todo realmente se complicaba. Varios recuerdos llenaban mi mente, incluso de esos momentos en el que el me lastimo y me hizo creer que fui yo la que rompió la relación creada antes, esto me lastimaba y me dolía.

Recordar no era bueno y para nada perfecto era un crucificó en mi alma.


La Chica Que Se Robo Mi Corazón - JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora