𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 | En edición ✔
𝗣𝗜𝗘𝗦 𝗗𝗘𝗦𝗖𝗔𝗟𝗭𝗢𝗦 | ❝¿Podrías dejar de actuar como un idiota un segundo? Estoy tratando de matar a una sanguijuela...❞
ㅡ Denahi Coleman entra
en fase y decide actuar
al ver que el futuro de la
Reservación e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo dieciséis
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Por qué diablos me pasaban estas cosas a mi? ¿Acaso tenía un maldito imán para los problemas relacionados con Bella Swan?
– ¡Respira por favor! – dije con esfuerzo mientras realizaba las maniobras de primero auxilios que sabía, que no eran muchas.
Bella lucía más pálida que el papel y sus labios estaban morados.
Al ver que no reaccionaba le dí una bofetada, lo cual no sirvió pero que disfruté por una fracción de segundo.
¡Respira idiota, dios por favor!
– ¿Está viva?– preguntó Leah a mis espaldas.
Tapé su nariz (cubierta por cinta médica, seguramente por el golpe que le dí hace algunos días) y abrí su boca para proporcionarle aire. Genial, así no imaginaba mi primer beso con una chica.
– No siento su pulso, ve por ayuda– le pido y ella asiente pero en ese momento Bella tose y expulsa el agua de sus pulmones.
– Ve a mi casa por ropa por favor, le quedará chica pero algo es algo– le pido a Leah quien ve con desagrado a la chica pálida tendida en la arena pero acepta mi petición. Seguramente ella la hubiera dejado ahogarse.
Bella se incorpora lentamente y pone una cara de dolor mientras se lleva la mano a la nariz.
– ¡Ah, mi nariz!– se queja sonoramente.
Acto seguido me observa y es entonces cuando estalla en llanto.
– ¡¿Por qué siempre arruinas todo?!– me grita hecha un mar de lágrimas, que indignante.
– Oye, ya basta. Estoy harta de ti, necesitas ayuda urgente. ¿Por qué carajos te lanzaste? Voy a llamar al psiquiátrico, loca.
– Quería que Edward viniera a mi, me he equivocado tanto. Por el dolor y la venganza lo perdí, igual a Jacob, perdí al amor de mi vida y a mi mejor amigo para siempre.– respondió llorando desconsolada y abrazando sus piernas.
— ¿Y ves a Cullen aquí? No, ¿Jacob está aquí rodeándonos con sus molestas preguntas? Tampoco, ¿Los sexys Cullen vinieron a tu rescate? Menos– respondo enojada por su actitud demente– estamos solo tú y yo; Bella, honestamente te aborrezco, eres todo lo que odio en persona, pero jamás dejaría que murieras, no soy una asesina, ni siquiera por omisión.