Capítulo cuatroGenial, me encontraba semidesnuda en los brazos de un vampiro y yo sólo quiero morirme de la vergüenza.
Déjenme contarles lo que yo denominaría el peor día de mi vida.
Todo comenzó cuando fui a regañadientes a visitar a Leah a casa de su prima. Aunque mi amiga tolerara estar en presencia de Sam y de Emily por la manada, a mi nada me ataba de decir lo que pensaba y lo que yo pensaba era que eran un par de miserables. El tema de la imprimación era algo difícil de tocar, a mi consideración era algo erróneo de la naturaleza del lobo. Durante años vi como Sam adoraba a Leah y de un día a otro todo terminó, en mi opinión lo que hacía la imprimación era volverte un esclavo, manipularte y transformar tus sentimientos o hacerlos desaparecer en su caso.
Lo que más deseaba en el alma era que mi mejor amiga pudiera dar vuelta a la hoja y continuar, encontrar a alguien que la amara como ella se lo merecía y que dejara de sufrir por alguien que no valía la pena.
En casa de Emily se encontraba la manada comiendo como si no hubiera un mañana, salude al llegar a Seth y a Quil, con los demás no me llevaba muy bien pero los salude con una señal de amor y paz con mi mano, afortunadamente no estaba Sam y Emily había ido al mercado del pueblo por más insumos para alimentar a los chicos lobo.
– ¿Y Jacob?– pregunté a Seth cuando este devoraba un panque de moras azules.
– Este...–Seth se atragantó de más pan y yo lo mire con cara de asco, extraño.
– ¿Y tú qué haces aquí, princesita?–pregunta Paul con un tono divertido y enfatizando la última palabra.
– Busco a Leah, no es como si tuviera otro motivo para rodearme de sus apestosas presencias.
– Déjame pensar...¿Jacob?– Embry comenta con la boca llena de comida y yo sólo puedo girar mis ojos.
– ¡Chicos, hoy va a salir el sol! ¡Embry pudo pensar al fin! – grito divertida y todos ríen. La verdad no eran malos chicos, por un minuto pensé que Leah exageraba al quejarse tanto de ellos.
De pronto se escucha el ruido de una motocicleta, se que es Jake y voy hacia el porche para recibirlo cuando me doy cuenta de que a su espalda esta Bella Swan. Ella se baja de la motocicleta y ve sonriente a los chicos de la manada que habían salido después de mi y a mi me dedicó una sonrisa falsa, hipócrita.
Mientras ella es rodeada por los chicos yo jalo a Jacob del brazo y nos apartamos unos metros.
– ¿Qué hace aquí Jake?– pregunté de manera calmada aunque en mi interior siento un calor indescriptible, era ira pura.
– Ella es mi amiga Denahi, puede venir cuando ella quiera–. Jake me mira serio y yo solo puedo suspirar para calmarme. ¿Dónde está ese Jacob sonriente que yo conocí?
– Desde que te transformaste y estás con ella solo actúas sin pensar, ¿Sabes lo que harán los Cullen si algo sale mal? Jacob, yo te quiero mucho y no quiero verte sufrir cuando ella te diga que quiere ser un vampiro, eso es lo que va a pasar, por favor ya acéptalo.
Estaba realmente triste por todo lo que vendría cuando Bella le dijera que ya había elegido; estaba segura que ella ni siquiera elegía al vampiro sino al vampirismo como tal. No conocía la historia completa pero me parecía demasiado obvio y me confundía que nadie más se diera cuenta.
– Ella no va a hacer eso, no cuando yo...–Jacob guarda silencio, mi parte racional se evapora y mi corazón se rompe un poco. Jacob estaba enamorado de ella y en verdad tenía la esperanza de que lo eligiera a él.
– Ella no te va a elegir Jake, dudo que siquiera ame al vampiro, ella solo desea la inmortalidad, lo veo en sus ojos. No ve con amor ni al vampiro ni mucho menos a ti.
– No sabes eso y aunque eso pasara tampoco regresaría contigo si esa es tu intención. Además tú no tienes derecho a opinar nada sobre mi vida o la manada, tú no eres tu madre.
Jacob se dio cuenta de lo que dijo pero ya era tarde.
El aire se escapa de mis pulmones y ahora siento como mi corazón completamente roto. Las lágrimas amenazan mis ojos pero una furia en mi hace que las contenga, lo empujé para salir corriendo en dirección al bosque y escuché la voz de Leah gritándome.
Corrí por mucho tiempo, con lágrimas contenidas y con mucho, mucho calor, me recuesto en un claro cerca del rió y empiezo a sentir convulsiones violentas que hacen que mi cuerpo se retuerza. No se lo que sucede, sólo siento calor y más calor, como mil soles dentro de mi.
No se cuanto tiempo pierdo la inconsciencia. Pudieron ser apenas unos minutos, unas horas o hasta unos días pero cuando abro los ojos todo se ve diferente, extraño.
Mi cuerpo se siente pesado, pero este no es mi cuerpo. Mis piernas tiemblan, pero estas no son mis piernas. Trato de dar un paso pero me caigo y me doy cuenta que este no es mi cuerpo, es el de un animal.
Mi reacción instintiva es llorar y en lugar de eso sale de mi garganta un aullido. Corro desorientada y cruzo un río. Esto no podía estarme pasando, no a mi.
De repente captó un olor profundamente desagradable, demasiado dulce que picaba mi nariz y que me estaba causando arcadas. Al otro lado del río miro a dos hombres, pálidos y de ojos dorados; de inmediato los reconozco como los Cullen pero mi parte lobo les gruñe, los fríos.
Después de unos segundos llegan dos de las mujeres Cullen, una rubia y otra de cabello caramelo; la rubia me mira con asco y yo no busco quien me la hizo sino quien me la pague así que me abalanzo sobre ella y antes de llegar me desmayo.
Y ahora aquí estoy, en los brazos de Edward Cullen con su abrigo fino encima que me queda enorme sobre mi cuerpo desnudo, me quiero morir.
– ¡Denahi! – escuchó la voz preocupada de Leah y prácticamente me arrebata de los brazos de Edward Cullen.
– Estaba de lado de nuestro territorio, entró en fase al parecer por primera vez y estaba muy desorientada– Esa voz no la conozco pero por lo bonita que es sé que es un Cullen.
– Informaremos a Denahi de los límites territoriales y las reglas como nuevo miembro de la manada– Ese era Sam y al escucharlo sollozo, yo no quería estar en su estúpida manada.
Abro los ojos, miré como Edward y el otro vampiro asienten. El novio de Isabella Swan me mira de manera extraña, como si quisiera decirme algo pero se va junto al otro vampiro.
– Dámela– escucho la voz exigente de Jacob, me tenso y niego aferrándome a los brazos de Leah.
–¡No me toques Jacob! ¡No me vuelvas a dirigir la palabra!– le gritó con lágrimas en los ojos y me aferro a mi mejor amiga.
Leah me lleva cargando hasta su casa y yo niego, tenía que hablar con papá.
– Leah, llévame con mi padre, que se vaya al carajo Jacob Black.
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𝗣𝗜𝗘𝗦 𝗗𝗘𝗦𝗖𝗔𝗟𝗭𝗢𝗦 ━ Jacob Black ✓
Fanfic𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 | En edición ✔ 𝗣𝗜𝗘𝗦 𝗗𝗘𝗦𝗖𝗔𝗟𝗭𝗢𝗦 | ❝¿Podrías dejar de actuar como un idiota un segundo? Estoy tratando de matar a una sanguijuela...❞ ㅡ Denahi Coleman entra en fase y decide actuar al ver que el futuro de la Reservación e...