Capitulo 35

21 0 0
                                    

                                                                              (Por Carlos Sanchez)

No puede ser, no puede ser que Nicolas me haya dejado y encima por teléfono, no después de que se me entregase en aquella habitación de hotel, fue el mejor fin de semana de mi vida, por fin creía tener un mundo junto a él hasta que de nuevo se rompió. Estoy preocupado, decidido a ir a casa de Índigo, hubo un incendio en casa de su compañera de clase, Victoria y parece que las dos ya están estables, llego a su casa y toco en la puerta principal, aún no me puedo creer lo grande que es esto, su sirvienta Marta, me abre y me acaricia la cara, creo que ya sabe por que estoy tan serio y triste. 

Su madre está detrás, me mira a los ojos y me abraza, ¿Sabe quien soy? ¿como es posible? se supone que para esta familia eramos un secreto, ¿que ha pasado? vaya así que después de todo no era tan secreto el hecho de que Índigo y Nicolas fuesen miembros de Rococó. Hasta que por fin puedo llegar a la habitación de mi amiga, toco a la puerta, entro y me siento en la cama con ella y sus manos se unen a las mías.

El hecho de ser prima-hermana de Nicolas la hace automáticamente mi mejor amiga, tras un largo rato de conversación las palabras de índigo me desconciertan un poco:

-.No te rindas

Parece muy segura de si misma

-.Como si fuera tan fácil

Estoy resignado a perder a Nicolas para siempre, la conversación acaba una hora después mientras yo me dispongo a ir a mi casa, las palabras de Índigo no paran de rebotar en mi cabeza, ¿Porque me a dicho eso? ¿Acaso cabe la pequeña posibilidad de que Nicolas me haya dejado a causa de una tercera persona que es capaz de anular su voluntad? 

Llego a casa, cojo mi guitarra y me pongo a componer mi canción "Bailando bajo la luna" cada letra que plasmo en el papel, seguida de cada acorde, me dibuja una pequeña sonrisa por que me imagino cantándola con él, con Nicolas, con el chico con el que quiero hacer mi vida. Pero entonces vuelvo la pagina hacía atrás y veo otra canción, va a ser la que sin duda cante esta noche en Rococo. Entro y les veo allí a él y a Abel Martínez, ese chico nunca me dio buena espina, los celos me remueven por dentro. 

Quisiera darle un tirón a Nicolas, a traerlo hacía mi y besarle. Pero su turno al cantar hace que cada vez mis pensamientos y las palabras de Índigo sean más certeros, en cuanto a que Nico haya vuelto con Abel, cuando canta Nicolas me mira a los ojos, y con tan solo ver su mirada, llena de tristeza, se que el también me ama, pero Abel le tiene y estoy seguro que tiene que ver con lo que ya no es tan secreto para toda la familia de Índigo y Nicolas. Es mi turno, me pongo a cantar y veo como Nicolas me dibuja una amplia sonrisa, mis pensamientos se confirman, me ama mas de lo que yo nunca pueda llegar a imaginar, pero entonces esa sonrisa tan bonita que tan loco me trae, en la cara de Nicolas se borra cuando la mirada asesina de Abel se refleja en su rostro. 

Tengo miedo, mucho miedo, miedo de que Abel pueda atentar contra su vida y  yo no esté para protegerle, ya falle una vez, cuando Ale fue asesinado y esta vez no pienso fallar. 

Al día siguiente el corazón se me va a salir por la boca cuando Victoria y William nos cuentan lo que ha sucedido en el parque que hay cercano a esta casa, si antes tenia miedo, ahora estoy aterrado, de que mi Jim, mi otra mitad no haya podido sobrevivir a su ataque al corazón. 

Me tiembla todo el cuerpo cuando el medico se acerca a nosotros, pero todo entonces se transforma en un gran alivio cuando el doctor nos comunica que los dos están bien y que pudieron llegar a tiempo para salvarles la vida, cuando el medico da la orden, la madre de Nicolas y yo entramos a su habitación mientras que su tío entra a ver a su hija. 

Nicolas empieza a llorar y busca nuestra protección le abrazamos, el se aferra a mi y yo no quiero soltarle, esta muy asustado.

-.Ya, mi consentido bello, ya.

Es lo único que se me ocurre decir ante su fragilidad.

Tras la visita de su tío, Abel aparece por la puerta, y ahora hay alguien que sobra en esta habitación, el abrazo tan fuerte de Nico para con su madre y conmigo me a hecho entender que yo no soy el que sobra en este lugar. La tensión se palpa en el ambiente, nuestras miradas se cruzan y noto como un atisbo de preocupación aparece en la cara de Nicolas, Abel, le coge la mano y se aprieta con fuerza, entre dientes consigo oír que le dice a Nicolas que yo me tengo que ir, y no me cabe la menor duda de que Abel es el que está chantajeando a Nicolas, pero por fin Nicolas le planta cara, siento que ahora es más poderoso que nunca y consigue derrotar a Abel, este se va, no sin antes abalanzar un montón de amenazas sobre nosotros, pero a mi me da igual, ya no hay nada que se interponga entre Nicolas y yo, el secreto ya se sabe, y ahora seremos felices haciendo lo que mas nos gusta en el mundo, en distintos países. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Carlos

Carlos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Abel 

Nicolas Alvarez 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nicolas Alvarez 

Podeís seguirme en mis redes sociales:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Podeís seguirme en mis redes sociales:

Podeís seguirme en mis redes sociales:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Indigo: RespirarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora