Indigo: Respirar

Capitulo 4

Estoy aturdida, mis reflejos han disminuido, estoy mareada y tengo ganas de vomitar, no puedo tenerme en pie, delante de mí hay un chico moreno y de ojos marrones—.Eh, eh, espabila—.Es Nicolas, y junto a él está Joan, ne bailan las palabras, pero es algo contradictorio porque me cuesta mucho hablar, todo parece indicar que estoy ebria.
El volumen de la música a bajado, estoy dentro de la casa de Ivan, noto como él, Nicolas y Joan, me llevan al baño, una de las siluetas que me acaba de meter en la bañera dice algo de un café negro y cargado, sinceramente no creo que sea el momento, de repente mis ojos se cierran pero las voces no cesan, puedo oír aunque sea a duras penas lo que me hicieron:
—.Todo esto es culpa mía, yo la tenía que haber cuidado y protegido todo el tiempo—.No entiendo porque la voz de Nicolas dice eso, tengo veinte años puedo cuidarme yo sola.
—.No te culpes Nico, no sabiamos que esto le iba a pasar—.¿Pasarme? ¿El que? Así, estar en este estado.
—.Pero yo la incité a venir, ella no quería.
—.Bueno, tu hiciste lo que debiste hacer como su primo.
—.No, Nico, tú no eres el culpable de nada, las chicas de The Girl Power junto con un grupo de chicos estaban allí, rodeandola, la agarraron de las manos y sin más empezaron a hecharle el alcohol en la boca.

No me puedo creer lo que acabo de escuchar.
—.Chicos, ya está listo el café—.Ivan parece bastante acelerado, de pronto noto como los dedos de una mano junto con su palma, rodean mi nuca—.Ey, eh Indigo, vamos—.Ya puedo visualizar mejor y las caras de preocupacion de Ivan y Nicolas son un monumento.

Lo unico que saqué en claro de todo esto, es que mi familia ya está avisada.

Desperté, miro mi movil, son las siete de la mañana, pues a pesar de que se me parte la cabeza de dolor, miro hacía arriba, pero no, no es el techo de mi habitación.
Miro a mi alrededor, no es mi mesita de noche, no son mis sabanas, y no, no es mi cama, no es mi armario y esas cortinas tampoco son las mias.
Retiro las sabanas de mis pies y de mi cuerpo entero y por fin consigo incorporarme, pero los fluidos gastricos de mi estomago suben por mi garganta y llegan hasta mi boca, pues salgo corriendo buscando alguna puerta que me lleve al baño, cuando lo hago, me adentro en el aseo y vierto el contenido de mi interior en el bater, ya me siento más tranquila.

Justo cuando termino de hecharme agua en la boca y mirarme al espejo, que por cierto, estoy horrible, escucho unos suaves golpecitos en la puerta seguidos de una voz que pronuncia mi nombre:
—.¿Estas mejor?—.
La figura de carne y hueso que aparece ante mí cuando abro suavemente la puerta me hace ver que es Ivan.
—.Sí, sí, quizas sigo un poco ida y algo mareada.—.Respondí
Terminé de hablar y él me cogió de la mano y me llevó hasta la cocina.

—.Eso, se arregla con un buen desayuno—.Dijo él.
Cuando llegamos a la mesa había dos figuras más la de Joan y la de Nicolas, me acerque a mi primo y sin mediar palabra le dí un beso de buenos dias y el me correspondió.
Cuando me siento en la mesa, enfrente de Joan, ví como tanto a él como a Ivan se les dibuja una sonrisa de complicidad.

Toda la mañana había pasado con normalidad, Ivan y Joan nos habían traido a la universidad y no había habido ningún incidente con las chicas de "The Girl Power" ni con el grupo de chicos que se unió a las chicas ayer.

Era por la tarde, Nicolas y yo estudiamos en mi habitación, yo apunto en las hojas cuadriculadas del archivador y en los cuadernos mientras, él, se encarga del resto en el ordenador:
—.No me digas que no crees que gustas de Ivan—.Yo, levanto la cabeza de mis apuntes.
—.No, para nada Nico, él solo está siendo amable—.El se giró en su silla, me miró y expresó—.Oh claro, ahora, cantarle a una persona mirando a los ojos, se llama ser amable—.Nicolas esboza una pequeña sonrisa, pone sus ojos en blanco, se gira y sige con su tarea.
No le doy tiempo a terminar la frase que está tecleando cuando le pregunto:
—.Bueno, vos hablás de mí, pero vos con Joan ¿que?—.Rapidamente gira su silla y dijo nervioso:
—.Yo y Joan nada ¿Por que?
—.Ya claro, nada...

Los dos nos miramos y nos reimos, me encanta que Nico se mi primo.