Sombra

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Y corría, corría desesperadamente, corría sin parar, corría sin descansar, no estaba seguro de qué, pero corría como si su vida dependiera de ello, de hecho así era, hasta que tropezó con sus propios pies y cayó al suelo, se desplomó y ahí finalizaría su vida, o eso pensó, hasta darse cuenta que huía de sí mismo, su perseguidor era su propia sombra, sus decisiones eran sus acusadoras y El su propio monstruo.

Microrrelatos no tan micros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora