Ella, era luna, llena de huecos, seca, sin vida, vacía, inavitable.
El, lobo solitario, apartado de la manada, voraz, y seguidor de sus instintos.
Ella no sabía por qué el lobo siempre acudía cada noche a su encuentro, no había razón porque un animal lleno de vida y tan salvaje se quedase hasta el amanecer admirando un satélite que ni proyectaba luz propia, lo único resplandeciente era la luz del sol que impactaba en su cuerpo celeste y creaba un efecto de luz que iluminaba las noches, era luz, pero no era su luz, no había nada propio del porque enorgullecerse, pensaba la luna.
Lo que ella ignoraba era que el lobo se quedaba admirándola noche tras noche por algo que los humanos llamamos amor.
Amor, un concepto desconocido hasta ese momento para un lobo solitario, y mucho menos para un cuerpo celeste que a pesar de sus 4.470 millones de años de vida desconocía dicho concepto, el lobo no podía dejar de mirarla, sencillamente era su naturaleza! Al mirarla no le importaban sus agujeros, no le importaba que detrás de la luna habían millones de astros con luces mas resplandecientes e hipnotizantes, no le importaba la distancia y que los lobos no pueden volar, o mas aun, que no pueden respirar en el espacio, solo quería estar con ella, solo quería caminar entre sus agujeros secos, quería sentir debajo de sus cuatro patas el polvo milenial de tan magnifica creación, quería estar con su luna, y con un momento le bastaria! Aun esto le costase su propia vida.
Con la luna podía dejar salir su naturaleza, podía sentirse lobo! Un lobo solitario, pero al final de cuentas un lobo. Sabia que probablemente nunca se cumpliria su deseo, pero llegado el día de su partida, sencillamente encomendó su alma lobuna y miró por ultima vez a los cielos, con la esperanza de que su alma seria elevada a las alturas, seria llevada a su luna.
Ahi quedó el cuerpo tendido del lobo, bajo la luz de la luna, y bajo el testigo de millones de estrellas, muchos cuentan que ese dia la luna reflejó por un instante luz propia, y por una estrella fugaz en forma de lobo fue rodeada hasta que poco a poco esta estrella se fue disipando, tal vez el lobo tuvo su pequeño momento, tal vez solo fue una estrella más de los millones que constelan nuestro cielo, talvez esas 4 huellas que veo desde mi telescopio plasmadas en la superficie lunar sea producto de mi propia imaginación... tal vez.
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Microrrelatos no tan micros.
ŞiirEsto es una recopilacion de varios microrelatos, una recopilacion de vivencias, de exitos, de fracasos, de anhelos, de metas y decepciones, es un desahogo y un escape a traves del escrito, soy yo y sera cada uno de ustedes al unirse a mi entre las l...