Capitulo 1: Ryoma Haruka

15.4K 553 86
                                    

____________________________


Ryoma Haruka.

Han pasado cinco años del ataque a Uzushiogakure, cinco años que vivo en Konohagakure, y sigo sin obtener respuestas, ¿Qué pasó? ¿Por qué me lo ocultan? No entiendo porque hay tanto misterio sobre el asunto, nadie quiere aclarar mis dudas, si, puede que sepa que una organización la atacó, pero, ¿Cuál fue el motivo? Sé que Takuma y el Hokage tienen una idea respecto a eso, sino, puedo afirmar que ellos saben el motivo tras el ataque. Entonces, ¿Cuál fue el motivo que solo me trajeron a mí? ¿Mis padres? ¿Mis amigos? ¿Quién era yo antes del ataque? No lo sé, ni ellos planean decírmelo, sin que recuerde si quiera algo más allá de mi nombre. Haruka.

Los primeros rayos del sol se pudieron notar desde el horizonte indicando que ya era momento de ponerse en pie. Con pereza me senté sobre el borde de la cama, frotando mis ojos con ambas manos. Otra noche que no he podido dormir, me dije viendo a través de la ventana, se estaban haciendo costumbres este tipo de noches y eso comenzaba a cobrar factura, pasaba el día agotada y cansada, comenzaba a dar menos de lo que podía y eso me frustraba.

De un impulso me paré estirando mis brazos hacia el techo y a pasos lentos fui directo al baño para darme una ducha y despejar mi cabeza. Al salir, me eché una mirada en el espejo, las grandes ojeras que estaba incubando se notaban más oscuras y mi piel más pálida, gran noche para no poder dormir, bufé con sarcasmo, parecía estar enferma y mi cuerpo escuálido en plena pubertad, no ayudaba en lo más mínimo, odiaba los signos del crecimiento, las espinillas que salían en mi rostro y las curvas que comenzaba a desarrollar. Odiaba esos indicios que te definen como mujer, digo, ¿Por qué no me puedo quedar plana y con mi cara perfecta sin manchas de cicatrices? Sin embargo, lo peor fue cuando me llegó la regla por primera vez y por referencia, fui a preguntarle a Takuma, él cual no supo explicarme y me entrevero más de lo que ya estaba, no sabía si perder sangre era bueno o malo, se lo tuve que preguntar a una profesora de la academia, fue un momento realmente incómodo, después de todo, no tenía confianza con ella y sentía que era algo que solo me estaba pasando a mí, por suerte no, digo, soy una incomprendida de la vida, pero no para tanto. La desgracia fue que me dijo que el periodo me iba a durar hasta más o menos los cuarenta años, y simplemente digo que no quiero ser mujer.

Negué intentando alejar el recuerdo y salí del baño envuelta en un par de toallas. Al ya estar seca comencé a vestirme. Ropa interior negra, una polera de igual color, con mangas largas y cuello de tortuga, por encima un chaleco bordo con el cierre en una tonalidad más oscura, un pantalón hasta la mitad de la tibia, negro, vende mis tobillos, mis manos y muñecas, por último agarre un gorro de lana tapando los mechones extraños de mi cabello y listo, salí corriendo de mi cuarto a prepararme el desayuno, posiblemente Takuma siguiese durmiendo.

Por si les pico la curiosidad, Ryoma Takuma fue quien me trajo a Konoha escondida en una carreta de maíz, un viaje, que recuerde, pesado, no tuve permitido hacer ruido hasta pasar a la seguridad del país del fuego, viendo cada vez más lejos lo que llamaba mi hogar. Como cualquier persona sola, Takuma no sabía hacerse cargo de un niño, mucho menos uno que debían enseñarle de todo un poco, por lo que me trató prácticamente de igual a igual, otorgándome las mismas responsabilidades que alguien mayor debía tener. En nuestra primera temporada de convivencia no nos llevábamos bien, más allá de esta razón, yo no me sentía en casa, quería ver el rostro de aquella mujer que se despidió de mí con lágrimas en los ojos de nuevo, quería ver a mis padres, pero supe, con el tiempo, que eso iba a ser imposible.

— No esperaba que estuvieras despierto—. Comentó una vez en la cocina—.

Takuma corre la mirada y me sonríe.

La reencarnación del Sabio (Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora